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Full Version: [Fantasía - Escuela de Magia] Las Cuatro Casas
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Gracias Muad por volver a pasarte.

Isabella es uno de los personajes más nuevos en la historia, por eso está más indefinida. La estoy tratando de descubrir.

Me agrada mucho la idea del anclaje que me recalcas para cada personaje. Supongo que lo que se hace es armar una planilla o algo así, para seguirle la pista de no mezclarlos o repetirlos. ¿Así lo hacés vos?
Más o menos, en eso soy un poco desprolijo. Lo que hago, a medida que voy escribiendo sobre personajes es anotarlos en un cuaderno, pero precariamente, tipo: Salia, pelirroja, 15 años, emisar y nieta de Nirak. Tampoco es que haga toda una ficha con su historia, aunque siempre me recomendaron escribir una historia origen, cortita, para cada personaje. Obviamente no para la historia sino para uno mismo. Esto te permitirá consultar y tener más claro todo sobre la persona, incluso te deja datos sobre su motivación y personalidad.
#3

¿Qué era ese sonido? Era muy agradable. Sonaba como a lluvia. Sí, como a la lluvia cuando golpea contra la ventana. Un golpeteo juguetón y tranquilo. ¿Acaso estaba durmiendo? Tenía que estar durmiendo todavía porque se sentía demasiado tranquila, como si el mundo no fuera un lugar tan malo después de todo. Tal vez todo saldría bien. Sí, tal vez.
Abrió los ojos y se dio cuenta que había estado soñando, pero no pudo recordar con qué. Supo que había sido muy agradable, pero nada más. Tenía todavía, como el recuerdo de una sensación placentera en el cuerpo.
-Ay, que fastidio -se quejó la chica de la cama a su derecha-. Soñé que estaba en el lago. Ahora quiero ir al lago.
Recién entonces Alice recordó el sonido de la lluvia. Con razón se había sentido tan bien.
Se vieron.
-Buenos días -le dijo la chica, con sonrisa soñolienta.
-Buenos días -respondió ella con voz rasposa-. Hola. Soy Alice -añadió, mirando en rededor.
Las otras dos chicas también se habían sentado en la cama. Al parecer todas habían despertado al mismo tiempo.
-Mucho gusto, Alice. Yo soy Emma -le respondió la chica de la derecha.
Alice sonrió y pasó su mirada hacia la izquierda.
-Y yo Naty. Encantada. ¿Pudiste descansar? ¿No te despertamos?
-Sí, no sentí nada.
Al otro lado de la habitación, la otra chica le sonrió, achicando los ojos, pero no dijo nada.
-Ah sí-dijo Emma -. Ella es Jas. Me pidió ayer que la disculpáramos porque no habla antes del desayuno.

Hablando del desayuno, Alice pensó que podría hablar con Carla y Vivian en el comedor, pero les advirtieron que, durante la primera semana de clase, los profesores tenían reunión temprano y el desayuno era supervisado por el Señor Goon, el cual odiaba el ruido en las mañanas.
-Eso quiere decir -les repitieron enfáticamente -absoluto silencio. Ni siquiera se atrevan a susurrar.
Y no fueron esas advertencias lo que realmente las convenció de que era en serio, sino el silencio sepulcral que mantenían todos en el comedor cuando ellas llegaron.
Nadie. Absolutamente nadie hablaba. En una pequeña mesa al fondo, un anciano de muy mal aspecto, permanecía sentado con los ojos cerrados. Debía ser el señor Goon.
Buscó con la mirada a Carla y Vivi al entrar. Vivi estaba en la otra punta, de espaldas a ella y los de Casa Fuego aún estaban entrando.
¡Allí estaba Carla!
“¡Car! ¡Car!” gritó en su interior, deseando que de alguna forma su silencioso llamado le llegara a su amiga. Y funcionó. Carla la vio y desvió su mirada hacia ella al pasar. Se dijeron tantas cosas con la mirada. Lástima que no estuvieron lo suficiente cerca como para tomarse de la mano. Pero se vieron. Eso ya era mucho.
Miró nuevamente hacia Viv. ¡Allí estaba! Le hacía una mueca, de esas que siempre la hacían reír.
Suspiró por dentro. No hubiera podido comer sin verlas primero.
Me está costando esto del anclaje. Me pongo a pensarlo demasiado y termino no eligiendo nada. ¿Dónde es que aprendiste esa técnica? No pude encontrar información al respecto. ¿Podrías recomendarme un libro en el que creas que el autor haga un buen trabajo con eso?
No te preocupes por el anclaje, solo es una herramienta para que el lector identifique a los personajes con màs facilidad. Si te soy sincero eso lo aprendì en el dragòn hace muchos años, asì que no podrìa decirte quien me lo enseñò.
Tampoco tienes que buscar a toda tècnica un origen comprobado, basta con que a vos te funcione, si no, no lo utilices. Por ejemplo, he leìdo un montòn sobre el famoso sistema "copo de nieve", ya sabes, para crear historias, y en lo personal nunca lo uso porque no me funciona.
Mira, eso lo puedes ver con facilidad al inicio de las novelas o en la presentaciòn de un nuevo personaje. Recièn empecè una relectura de Elantris, de Brandon Sanderson, y a pesar de que el primer capìtulo solo tiene un prota, el principe Raodem, Sanderson repite su nombre asì como su rango hasta de manera exagerada para mi gusto, pero supongo que despuès ya el nombre de Raodem lo asocias de manera automàtica al principe.
Tambièn leì La misiòn del embajador, de Trudi Canavan, y uno de los protas es un ladròn, Ceri, y ya lo asocia a ladròn de inmediato, asì como a su gaurdaespaldas a su oficio. Cuando pasadas unas pàginas leo el nombre del guardaespaldas, no es necesario que me mencione que es el guardaespaldas. Por eso parte del anclaje tambièn es repetir el nombre.
Espero que te sirva de algo esto. En cuanto lea la terera parte te la comento.
De tdos modos yo creo que estas haciendo buenos anclajes de tus personajes. Al menos de Alice y sus amigas. Y creo que de la nueva chica tambièn. Luego cuando aparezcan de nuevo te cuento, porque esto màs que nada es instintivo para el que lee  Big Grin
# 3.2

La primer clase fue bastante interesante. Un par de estudiantes mayores les mostraron el camino hasta el salón y les dijeron:
-Esperen que la profesora ya viene.
Nadie sabía exactamente de qué iba a ser la clase. Los horarios decían que era una especie de clase introductoria, pero nada más.
Al principio todos se sentaron en silencio, temiendo la llegada de algún profesor tiránico que les impusiera castigos aterradores, pero a medida que pasaban los minutos, el ambiente se fue relajando. Hasta que empezaron a pasar cosas raras.
-¡Au! ¿Quién hizo eso? ¡Ya basta!
Algunos sentían un jalón de orejas. Otros, cosquillas en el cuello.
-¡Ah! Yo también. ¿Qué está pasando?
De a poco el salón comenzó a quedarse quieto, hasta que todos miraban a su alrededor en silencio, expectantes. Entonces, la profesora apareció. Sí, apareció en medio del salón, “por arte de magia” como se suele decir.
Era bastante joven, tendría la edad de su madre, pensó Alice.
-Bienvenidos, queridos estudiantes -dijo, abriendo los brazos-. Me alegra verlos de nuevo. Para quienes se perdieron mi discurso de bienvenida el día de ayer, yo soy Ornela, vuestra regente de Casa. Y como ya se habrán dado cuenta, también vuestra maestra de Invisibilidad.
Un murmullo de asombro se esparció por todo el salón.
-Se dicen muchas cosas de la Casa Ilusión. Muchos creen que somos la Casa de los simpáticos, dóciles o incluso miedosos. Pero déjenme hacer el siguiente argumento. Actuar con violencia ante una amenaza no es un acto de valor, sino de miedo. Un oso, atacará al ser sorprendido. La sorpresa lo asusta y es el miedo lo que lo lleva a atacar para neutralizar la posible amenaza. Pero pararse frente al oso, sabiendo que solo una efímera capa de ilusión es lo que se interpone entre tú y una posible muerte dolorosa… eso es un acto de valor.
No hace falta decir que todos quedaron muy entusiasmados.
Después les tocó clase de aritmética con un señor gordo y calvo, lo cual ya no fue tan estimulante.

***

Las campanadas sonaron. Una, dos, tres veces. Al fin. Alice se había pasado toda la clase de aritmética, deseando que llegara el recreo largo. Salieron al patio central y vaya que era grande. Toda la escuela estaba allí.
-¿Vienes, Alice?
Emma y las demás iban a ir a sentarse bajo uno de los grandes árboles que crecían en el patio, pero ella tenía otros planes. Tenía que encontrar a Carla y a Vivi.
-Sí, ya voy -se disculpó rápidamente y comenzó a caminar hacia donde se veían uniformes rojo y dorado. Eran los más fáciles de identificar, porque los varones de la Casa Fuego jugaban al Disco, desprendiendo destellos dorados cada vez que los hacían revotar hacia el aire.
Notó las crecientes miradas que se posaban sobre ella, a medida que se acercaba. De pronto uno de los discos se fue muy lejos y un par de chicos casi la tiran al suelo por alcanzarlo. En seguida, unas chicas Fuego saltaron en su defensa.
-¡Eh! ¡Brutos! ¿No tienen ojos? Hay una chica caminando aquí.
La acompañaron hasta dejar la zona de peligro.
-¿A dónde vas, corazón? -le preguntaron.
-Busco a una amiga. Carla. Es de primero.
-Amigas de la infancia, que tierno. Mmm… no los veo por aquí. ¡Eh! ¡Tami! ¿Y los de primero, que recién estaban acá?
-¡Ya entraron!
-¿Lo qué?
La otra se acercó.
-Ella está buscando a su amiga -explicó.
-¡Ay, que lindo! ¡Amigas de la infancia! Sí, no. Lo siento. Los de primero ya entraron a clase. Tienen Taller de Círculos a esta hora. Hubo un problema de horarios, creo que por el profesor Gerard. Les dividieron el recreo en dos, pero les agregaron unos minutos para que no se quejaran.
Todas quedaron muy sorprendidas por las extensas explicaciones.
-¿Y vos cómo sabes los horarios de primero?
-Mi prima.
Alice se entristeció mucho, pero aprovechó para preguntar si el resto de los días pasaría lo mismo y por suerte la respuesta fue que no.
Decidió entonces buscar a Viv y para ella siguió dando toda la vuelta por el patio. Primero pasó junto a los de la Casa Arcana, que solo charlaban o jugaban a las cartas, así que no había riesgo de ser atropellada. Y cuando se estaba acercando a donde se aglomeraban los de azul y plata. Una mariposa revoloteó sobre su cabeza y se posó en su solapa.
-Hola pequeñita.
Pero al mirarla con más detenimiento, se dio cuenta que era de papel. Era una nota viajera. ¡Vivi!
Con dedos temblorosos, la abrió con cuidado porque sabía lo frágiles que eran.
“Nos vemos en la Fuente del Ocaso luego del almuerzo. Ya le avisé a Carla.”
El corazón le empezó a correr de la emoción. De verdad era un mensaje de Viv.
La buscó con la mirada alrededor.
Allá la vio, en el centro de un grupito, atrayendo la atención de todas cuanto la rodeaban. Viv tenía una forma muy interesante de expresarse, más incluso que Carla, solo que solía ser más reservada. Por eso no fue sorpresa para Alice ver que su amiga se ganaba tan rápidamente la admiración de sus compañeras de casa. Sin embargo, verlo en ese momento, le resultó tremendamente doloroso.
Esto era exactamente lo que temía que sucedería. Estarían tan ocupadas con nuevas clases y nuevas compañeras, que ya no tendrían tiempo para estar juntas.
“No seas egoísta, Alice” se dijo enseguida. “De nada sirven los celos. Ya sabías que las cosas iban a cambiar. Pero no significa que todo haya terminado. Te dijo para juntarse las tres. Ahora deja de martirizarte y déjala que se conozca con su nuevo grupo. Es el primer día, después de todo, vos tendrías que estar haciendo lo mismo.”
Volvió junto a sus compañeras bajo el árbol.
-¿Qué estuviste haciendo? -le preguntaron-. Todos te miraban.
-No era nada, no importa.

***

Después del recreo tuvo otro par de clases tediosas. Lengua Arcana e Historia. Los profesores no eran tan aburridos como el señor de Aritmética pero tampoco eran divertidos. La profesora de Lengua era una vieja muy estricta, que los hizo ponerse de pie cuando entró al salón. El de Historia era más amable, con unos enormes bigotes que le bajaban por el costado de la boca, pero lo malo era que Alice pasaba más tiempo mirando sus bigotes que escuchando lo que decía.
Hasta que finalmente llegó el almuerzo.
Esta vez estaba todo el personal docente presente. Sí, su madre estaba sentada a la mesa de profesores. Se sorprendió al verla, porque casi se había olvidado de ella.
-¿Cuándo tenemos Alquimia? -preguntó.
-¿Alquimia? No sé. Creo que el jueves -respondió Naty.
-¿El jueves, recién?
-¿Por qué recién? -quiso saber Jas-. ¿Tienes alguna urgencia por tener clase de Alquimia?
-No, para nada.
Su madre, la Profesora Hingley, permaneció estoicamente sentada durante todo el almuerzo, sin desviar la mirada hacia ella en ningún momento. ¿La estaba evitando? Seguro pensaba que si la miraba ella iba a cometer la torpeza de saludarla con la mano o algo así. No era tan tonta.
-¿Y tú, Alice? ¿Qué hacen tus padres?
Alice no estaba escuchando. De hacía rato que estaba ensimismada en sus pensamientos.
-Alice, ¿estás bien? -dijo Emma-. Te quedas colgada a veces. Estamos hablando de nuestros padres.
-Sí, sí. Perdón, el ruido me distrae a veces. ¿Qué cosa?
-Los padres de Jas tienen importantes plantaciones en las colonias. El padre de Naty es capitán marino y los míos están en la industria del calzado. ¿Qué hay de ti?
Alice respondió sin pensar.
-Mi madre es profesora en un instituto especializado.
-No me digas.
-Yo creía que los profesores no tenían hijos.
-Es inusual, pero no hay ninguna regla en contra.
-¿Profesora de qué?
-Cálculos dimensionales.
-¡Fua! Eso sí que es especializado.
-Sí.
# 3.3

Al fin el momento que había estado esperando. Alice puso la mejor de sus sonrisas y les dio a sus amigas el mayor de los abrazos.
Luego de los primeros momentos de alegría, Carla le preguntó preocupada:
-Ali, ¿qué pasó ayer? Te descompensaste otra vez.
-Te llevaron a la enfermería y todo -continuó Vivi-. ¿Qué te dijeron? ¿Está todo bien?
No es que disfrutara siendo la víctima, pero era tan reconfortante cuando se preocupaban por ella.
-Sí, todo bien. Me dijo que fue la mezcla de los nervios y el comer poco.
-¿Y cómo te sientes ahora? ¿Estás bien?
-Sí, estoy bien.
-¿Comiste bien hoy?
-Sí. Comí, comí.
-¿Sí? De acuerdo. Tienes que cuidarte ahora que no estamos cerca.
-Hablando de comida -estalló Carla-. Este lugar es in…cre…íble. Todavía me duele la panza de todo lo que comí ayer… ¿Y los baños? ¿Vieron lo que son los baños?
-No están mal -dijo Viv.
-Ay, perdón, seguro no son como los de la embajada.
Viv le dedicó una mirada desagradable, de esas que solo le veían cuando estaba de verdad enojada.
-Es una broma -se defendió Carla.
Fue evidente para Alice en ese momento, que ella no era la única a quien la transición le estaba afectando. Había algo fuera de sintonía entre ellas. Eso la asustó. Pero decidió apartar ese sentimiento y decir algo para sacarlas del momento.
-Son mejores que los de nuestra antigua escuela.
-Eso es seguro -dijo Viv.
-¿Se acuerdan cuando se cortó el agua y nos quedamos con la cabeza llena de jabón?
-¡Pah! -exclamó Carla-. Ya me pica de solo acordarme.
Y por un momento recordaron juntas y todo estuvo bien.
-Que suerte que se terminó. No voy a extrañar nunca esa casa.
Nuevamente, Alice buscó cambiar el ambiente hacia algo más positivo.
-El Director parece amable -dijo.
-El único -opinó Carla-. ¿Vieron que sorete el viejo del desayuno? A un chico de mi clase lo sacó para afuera por tropezarse nada más. Por cierto, Viv, ¿al final qué tal? ¿Cómo es la regente? ¿Es una arpía como decían?
Viv se encogió de hombros.
-Es muy pronto para decirlo.
Alice tuvo la necesidad de cambiar de tema. Sentía que el estómago se le aflojaba de nuevo.
-La mía es muy agradable- intervino-. Es nuestra profesora de Invisibilidad, se llama Ornela… -pero no pudo continuar porque Viv la cortó.
-Ali, ¿tu segundo apellido no es Hingley?
Alice sintió clarito cómo se le congeló la sangre en las venas. Asintió.
Carla quiso saber qué pasaba.
-Nuestra regente se llama de apellido Hingley -explicó Viv.
Carla demoró un par de segundos en hacer la conexión. Mientras, Alice hacía fuerza para no desmayarse.
-¿Ali, no será pariente tuya?
Alice se vio a sí misma y supo que estaba a punto de meter la pata. Pero se dijo: Mantén la calma. No dejes que el miedo te domine. Recuerda lo que dijo la profesora Ornela esta mañana. Cuando sientas la necesidad de ir más rápido, ve más lento.
-Mmmm -se llevó la mano a la barbilla, para ganar tiempo -. No me suena haberla visto nunca. Le puedo escribir a mamá y preguntarle.
-¡Sí, que buena idea! -la alentó Carla-. Mira si resulta ser una tía o algo.
Al menos por ahora, parecía haber esquivado el desastre.
EVALUACIÓN DE PROYECTO 

Hace un par de meses me entusiasmé con esta historia, pero luego de dejarla descansar un tiempo, quisiera analizar si este proyecto narrativo es viable.

Primera bandera roja: Involucra a demasiados personajes. Tenemos a la protagonista, a sus dos amigas, a su madre, a la estudiante más avanzada. Faltan aparecer otros cuatro personajes principales y otros tantos secundarios y por supuesto a los villanos de la historia, que también serán estudiantes.
Dado que la única historia exitosa en mi carrera narrativa tenía dos personajes principales y dos secundarios, creo que estoy siendo demasiado ambicioso.

Segunda bandera roja: la ambientación es una copia de Harry Potter.
Al principio, la historia iba a ser un fan fic. Todo giraba en torno a un nuevo y misterioso profesor que llegaba a la escuela de magia, y que termina siendo el heredero del creador de las varitas mágicas, invención con la cual los humanos conquistaron al resto de razas mágicas.

Luego de muchas vueltas, se me ocurrió cambiar casi todo y hacer la historia acerca de los estudiantes. Así que el conflicto pasó a ser de la segregación social dentro de la escuela. De modo que a historia iba a ser acerca de cuatro estudiantes, uno de cada casa, obligados a cooperar juntos y cómo eso les trae discriminación por parte del resto de la escuela.

Osea, estoy queriendo tomar un mundo de fantasía infantil y darle mayor madurez y profundidad. ¿Por qué? Si yo en realidad me llevo mejor con la fantasía infantil. Solo estoy renegando de mí mismo. ¿Acaso tengo algo en contra de Harry Potter que siento la necesidad de cambiarlo? ¿No será mejor buscar algo que pueda escribir sin sentir que estoy copiando?

Tercera bandera roja: las características mencionadas antes, hacen que la obra sea demasiado extensa. Es descabellado pensar en escribir una novela cuando no logro terminar un cuento.

Entonces, Selme, ¿qué vas a hacer?
Lo que hace todo ejecutivo sensato: 

CANCELAR EL PROYECTO.

¿Qué puedo aprender para la próxima?
Tal vez ponerme un par de reglas que me ayuden a no cometer los mismos errores.
1) No más de cuatro personajes en total.
2) Una premisa que nazca de la admiración y no de la envidia.
3) Respetar el género infantil.
4) Tratar de escribir un cuento y no una novela.

Gracias a todos los que me leyeron y comentaron. Fue una gran experiencia de aprendizaje.
Dados tus motivos, fue una buena decisión, aunque yo disfruté leyendo parte del primer capítulo.
Vamo arriba, estas cosas suelen pasar. Es cierto que primera hay que aprender a caminar. Debo de tener al menos seis proyectos de novelas bastante avanzadas. Suele pasar que a medida que vamos incorporando personajes, conceptos, líneas argumentales, se complique más la cosa y al final nos vemos abrumados por tanto.

Puedes plantearte escribir una nouvelle. Ya sabes, una novela corta que ya empieza en medio del asunto, como quien dice, pues por lo general no tiene toda esa introducción de los personajes.

Te recomiendo Tiempo de negros, de Julio C. Da rosa.
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