Bueno, aquí publico el primer capítulo de la novela, ésta vez narrado en primera persona. Esto es experimental, y lo posteo para que puedan dar su opinión y hacer correcciones necesarias al respecto. Espero les guste
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Capítulo 1
Ya casi es la hora. Y otra vez voy retrasado. Corro a toda velocidad por las calles de Arim (en Noam City), llenas de personas debido al gran evento de hoy. Choco a algunas personas en el camino mientras cargo todos los documentos que necesito, cuidando que no se me caigan en el camino. No puedo llegar tarde, no hoy…
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24 Horas Antes.
Tic, tic, tic. Es ese familiar y no deseado sonido que me saca de mi sueño: el despertador. Abro los ojos y le doy una mirada: 7:00 am. Tengo que apresurarme si quiero llegar al sitio de pasantía a la hora. Me levanto corriendo de la cama, me doy una ducha, y me visto lo más rápido que puedo. Me precipito escaleras abajo hasta el comedor donde huelo los ya familiares sándwiches que ella prepara. Mi hermana menor, Yisel, está sentada desayunando con una sonrisa en la cara.
-¡Buenos días, Yisel!-le digo.
-Buenos días hermano-responde ella entregándome mi desayuno ya empaquetado.
-Gracias-digo dirigiéndome hacia la puerta-Lamento no poder quedarme-
-Nunca lo haces-responde ella sonriendo.
Salgo a la calle y corro algunas cuadras antes de llegar a la parada de autobuses. Allí miro la gente que está alrededor, ya que no tengo nada mejor que hacer, hasta que llega el bus. Una vez allí, tomo el asiento de la ventana y veo a un señor fornido (tal vez un obrero) sentarse a mi lado. El bus eléctrico comienza a avanzar pero muy pronto se ve atrapado en el tráfico. ¡Rayos! Espero que no dure. Ayer el sub-director dijo que hoy me confiaría algo muy importante en su oficina, y eso me ha estado carcomiendo. ¿Qué será? Espero que no sea nada grave, o malo. Suspiro, y busco otra cosa en qué pensar. Creo que comeré mi sándwich. Abro el envoltorio y allí está: el famoso sándwich de pollo y queso de mi hermana.
En medio de la faena diaria, ella es una de las cosas que hacen que dé gracias por estar vivo. Es una hermosa chica, de catorce años, con mucha alegría. Más de la que yo tengo, sin duda. Y yo diría que ella tiene también más corazón. Ella me ayuda a equilibrar todo en mi vida. Y desde que nuestros padres murieron hace ya varios años en aquel accidente de tráfico, he intentado protegerla con todo lo que tengo. Técnicamente eso también le corresponde a la tía Lilda, nuestro único pariente con vida que vive con nosotros, pero ella no mueve un dedo en la casa. Aunque, a pesar de todo, no puedo decir que no se preocupe por mí y por Yisel.
El sabor del sándwich inunda mi boca, y aunque ya estoy bastante acostumbrado a él, no me defrauda. Yisel también es mucho mejor cocinando de lo que yo lo seré en cuarenta años.
Después de un rato, sin darme a tiempo a terminar mi sándwich, el bus se detiene.
-Parada: Centro de Investigación INTELLIE-dice una voz robótica.
Salgo corriendo del bús, atándome bien el maletín con mi material estudio al hombro. Entonces me detengo, algo falta. El bus no arranca. ¡Oh, claro! ¡No he pagado! Saco el nouro que cuesta el pasaje y se lo doy al chofer.
-Lo siento, de verdad-le sonrío.
Me da una mirada de mala muerte, y arranca. ¡Qué genio! Sujeto bien mi bolso, y admiro el gran rascacielos de INTELLIE antes de echarme a correr hacia él. Es el logro más grande de la arquitectura de la ciudad, y es el centro élite en investigación y desarrollo del continente. Y yo tengo el privilegio de estar haciendo una pasantía para mi carrera de biotecnología allí al que, por cierto, voy tarde.
Son las 7:55 am. Solo cinco minutos más.
Paso los elegantes pasillos del lobby corriendo intentando llegar hasta el ascensor. Ahí está, si aprieto el paso llegaré. Corro a toda velocidad, cuando empieza a cerrarse. No, no, no, no. Y es demasiado tarde. Me doy de bruces contra las puertas.
-¡No!-
Soy un desastre. O mi suerte es un desastre. Sospecho de lo último, porque para colmo, sube hasta el último piso, el 75; la oficina de la directora. Bueno, supongo que me da tiempo de morder un poco más mi sándwich. Lo saco del envoltorio, y me doy la vuelta. ¡Oh, Dios mío! Del susto, casi lo tiro al suero. El sub-director está parado justo detrás de mí.
-¡Señor Phillin… digo, señor direc… sub-director! ¿Qué…?
-Oh Naan, cállese la boca, por favor-me responde, haciéndome encoger un poquito-Estoy aquí por la misma razón que usted: el atasco.
-Oh, o sea… que usted también viene llegando-
-Sí, eso-
Supongo que es un alivio saber que no soy el último que va tarde. El ascensor se abre y entramos él y yo. Piso 30 para mí, donde me esperan mis compañeros, y piso 74 para él; su oficina.
-Ya sabes que te espero en mi oficina después de las prácticas-me comenta cuando estamos llegando a mi destino.
-Desde luego, señor Phillin, digo, señor sub-director-
Me da una mirada acusadora, pero después esboza una sonrisa.
-Bueno, nos vemos-
Las puertas se abren y salgo del ascensor despidiéndome con la mano de Phillin. Respiro profundo, para pasar el sustito, y me dirijo hasta donde me esperan mis compañeros.
-Joven Naan-dice el profesor, o “supervisor”-Tarde, otra vez. Me da gusto ver que es un chico fuerte en sus convicciones.
Los chicos se ríen. Já, já, já.
-Lo siento-digo reservado-Fue el…
-Sí, sí, ya lo sabemos-me interrumpe-El “atasco”. Creo que podemos continuar.
Me uno al grupo, y no tardo mucho en escuchar sus voces.
-Hoy casi bates el record, Naan-me dice Roy Mardus dándome un pequeño codazo por la derecha.
-Y sin reloj…-susurra Miley Mardus, su hermana, a su lado.
Los Mardus han sido mis amigos desde que tengo que memoria. Sus padres eran amigos de mis padres, antes de que, bueno, pasara lo que sucedió con los míos. No sabría que hacer sin ellos. Roy es Roy, el único e inigualable campeón de los sin-cabeza. Y Miley es…
-La próxima vez procura no intentar hacerlo el día que tienes una cita con el sub-director-me dice ella sacándome la lengua, en plan juguetón.
Me sonrojo, cosa que ellos interpretan como timidez por la situación. Pero la realidad es que es ella la que me sonroja, desde hace ya bastante tiempo. Pero ella no se da cuenta de lo que siento, y creo que es mejor así. Es la dulce mentira que me he estado diciendo durante años. Hasta ahora me ha funcionado, aunque en el fondo me pregunto en qué…
-Ejem…-dice el supervisor echándonos una mirada de desaprobación y volviéndose a voltear-Por favor, silencio.
Los miro, (bueno, más a Roy), reprochándoles. Él me vira los ojos con una sonrisa. Volteo a ver al profesor-supervisor y me pierdo en el sonido de sus palabras, absorbiendo la información que da, mientras dura la clase.
…
En otro lugar, en el mismo edificio de INTELLIE. En un gran laboratorio tecnológico se encuentra el científico Frans Foeen, y su equipo de colegas, el autor del más grande proyecto de INTELLIE, a punto de ser probado mañana, anunciado al público apenas ayer.
-¡Foeen!-le dice el subdirector entrando en el laboratorio-¿Cómo va el proyecto?
-El proyecto marcha como la seda Phillin-le dice Foeen-Gieyl responde bien a las pruebas preliminares y por los momentos no hay inconvenientes. Señor Phillin, Gieyl cambiará al mundo. Cambiará desde la construcción hasta la medicina, infinitas posibilidades.
-Lo sé Foeen. Lo sé, e INTELLIE será responsable por todo eso. Usted será grandemente galardonado, el mundo le deberá tanto como yo le debo. Informaré a la directora de los hechos. Sigan trabajando-
Foeen se dirige para volver a hacer una prueba con Gieyl, la gran computadora protagonista del proyecto.
-¡Ok, muchachos!-grita Foeen-¡Una prueba más! ¡Enciéndanla!
Los compañeros de Foeen encienden a Gieyl.
-Gieyl en línea-resuena una voz robótica-Iniciando protocolo de preparación.
Un científico con los que Foeen trabaja le coloca un elegante casco en su cabeza y lo coloca en una silla controladora. Foeen hace algunos movimientos en el teclado de la silla y se recuesta. Mueve su mano hasta enfocarla en una silla del laboratorio, la silla se levanta, levita si se le puede decir así. Foeen con su mero pensamiento, y con su mano siempre enfocada en el objeto, hace que la silla se comprima hasta convertirse en una esfera de madera cambiante, y con otro pensamiento Foeen transforma lo que antes fue una silla de madera, en una mesa pequeña. Gieyl es apagada.
-Lo tenemos chicos-dice Foeen visiblemente excitado-Podemos controlar la materia.
…
Terminan las prácticas y me apresuro para ir hasta el ascensor. No me doy cuenta de que ni siquiera me despedí de Roy y Miley.
-Hey, alguien está apurado hoy, ¿no es así?-dice Roy.
-Disculpa que no me despedí, es que…-
-Por supuesto, el sub-director espera-me interrumpe.
-Bueno, yo voy para arriba y ustedes van para abajo-
Roy marca el piso 75.
-Desde luego que vamos primero para arriba-dice sonriendo.
Lo fulmino con la mirada.
-Sabes que no puedes ir tú-
-Oh, vamos Naan. Tú me conoces, me da igual lo que me digas-
Suspiro para intentar relajarme, tanto la cita con el director como Roy me tienen de los nervios. A veces disfrutaría pateándole el trasero.
-Sea como sea, chicos-dice Miley-No cuenten conmigo. Yo les espero abajo.
-Como quieras-le dice Roy moviéndose inquieto.
Las puertas se abren, habiendo llegado al piso correspondiente. Allí veo varios escritorios de administración y en el fondo una puerta que da a la oficina en sí. Miley se queda en el ascensor y desaparece cuando se cierran las puertas. Yo camino hacia la oficina del sub-director con el corazón en la mano (o tal vez ya explotó) viendo a dos guardias armados, algo corpulentos, que protegen la puerta de su oficina. Trago saliva.
Cuando me acerco los dos guardas hacen lo mismo.
-¿Quién es usted y qué quiere con el sub-director?-dice uno en tono autoritario.
-Yo… mi nombre es Naan…. Naan Sarta…-digo con dificultad, las palabras apenas salen de mi boca-Vengo por…
Pero los guardas me abren camino antes de que termine, y me interrumpen.
-Bien, el sub-director Phillin le espera-me abren la puerta.
Doy unos pasos lentamente y volteo para atrás a mirar a los guardas. Por el rabillo del ojo logro ver a Roy siendo arrastrado por los hombres de seguridad hacia el ascensor. Me mira con unos cara que canta: “Lo intenté”.
Regreso mi vista a la oficina y entro. La puerta se cierra detrás de mí, provocando un sonido que me provoca sentimientos de estar cercano a la muerte. La oficina es grande y espaciosa, más de lo que Phillin necesita, pero supongo que tiene que ver con su ego. La habitación tiene un lujo notable. Las paredes y el techo son de un negro pulcro y brillante, y el piso de un blanco resplandeciente. Y en línea recta a la puerta está alineado el escritorio de Phillin.
Me mira con los dedos cruzados, recostando ambos codos sobre el escritorio.
-Siéntate Naan-
Ok… me siento despacio, cuidando de que nada vaya a explotar o algo parecido.
-Veo que estás nervioso…-dice Phillin con una sonrisa.
Tiene que ser diabólico. Seguro lo disfruta.
-Sí… señor sub-director…-digo deseando que todo termine.
-Por favor Naan-dice dándome la mano, se la estrecho intentado no mostrar que estoy temblando-Puedes llamarme señor Phillin. Y no te preocupes, esto no es por nada malo en absoluto.
-Ah, ¿no?-
-No, de hecho es todo lo contrario-
Ok, eso me hace relajarme un poco. Pero aún me matan los nervios.
-Como sabrás INTELLIE ha sido el foco de los medios en las semanas pasadas debido a un proyecto bastante especial y revolucionario-comienza Phillin.
-El proyecto Gieyl-le digo.
-Sí, por favor no me interrumpas-dice Phillin, el “señor” Phillin.
Trago saliva otra vez.
-Sí, claro, señor Phillin-
-Ok. También sabrás que el proyecto está totalmente funcional y será presentado al público mañana mismo. Pues bien, Gieyl funciona con personas. Así que se necesitan personas para la presentación. Una persona, para ser precisos.
¿Está diciendo lo que creo que está diciendo?
-Así que hemos decidido representar el proyecto con un estudiante de INTELLIE, que muestre el orgullo de nuestro centro de investigación-continúa-Es muy bien sabido que tú eres el estudiante estrella del centro. Tus calificaciones son, por decir menos, perfectas.
Oh, Dios mío… sí lo va a decir…
-El Centro INTELLIE te ha escogido para ser el privilegiado de probar y usar Gieyl ante el público en la presentación de mañana. Si aceptas, claro está.
¡Sí, sí, sí, sí, sí! ¡Claro que acepto! ¡Desde luego! ¡He estado siguiendo el proyecto por semanas!
-Em… wow… sí, señor Phillin… no sé qué decir… claro que acepto-digo intentando que no se me salga el corazón en el proceso.
-Muy bien Naan-dice Phillin pasándome unos documentos-Sabía que dirías que sí. Estos documentos tienen todo lo que debes saber del proyecto y el itinerario del día de mañana. Instrucciones de lo que deberás hacer, y todo lo relacionado. Estúdialo bien. Aunque bueno, te elegimos por tu buena reputación en ese sentido. Confío en ti y sé que lo harás bien.
Me vuelve a estrechar la mano. Yo todavía no salgo de mi asombro, y tengo la mirada un poco perdida en el vacío.
¿Gieyl? ¿En serio? El proyecto ha estado en la mira pública por mucho tiempo, y es que sus promesas son infinitas. Controlar la materia a través de inteligencia artificial. Aplicaciones sin límite. Lo cambiará todo.
Ser elegido para la presentación es mucho, mucho más cerca de lo que jamás aspiré a estar de Gieyl. Es increíble.
-¿Estás bien, Naan?-me dice Phillin haciéndome salir de mi ensimismamiento.
-Lo siento, estoy bien, señor Phillin-le digo-Es solo que estoy abrumado.
-Sí, lo sé-responde dándome una sonrisa que ahora no luce tan diabólica-Ya lo asimilarás. Puedes irte, y procura por lo que más quieras, no llegar tarde mañana.
-No lo haré, señor-digo-Gracias… gracias por todo.
-No agradezcas, ahora vete-me dice señalándome la puerta.
-Por supuesto, señor-
Salgo lo más rápido que puedo de la oficina dejando atrás a los guardas. Les hago un saludo corto desde la distancia, de despedida. Y me lanzo dentro al ascensor. Una vez que este llega y me encuentro dentro, con las puertas cerradas, suspiro de alivio. Salió mucho mejor de lo que esperaba.
Mucho mejor.
El ascensor llega hasta la planta baja, y veo a Roy y a Miley esperando sentados al lado de las puertas. Creí que ya se habrían ido. Roy se levanta rápidamente, acercándose a mí, y su hermana lo sigue.
-¿Y?-dice él con ansiedad-¿Qué era?
-¿Qué? ¿Seguimos en la preparatoria?-le digo sonriendo.
-Oh, vamos-dice Miley-Vas a contarnos todo.
-Desde luego-
Y lo hago.
-¡No puede ser, Naan!-dice Miley tapándose la boca de emoción-¡Eso es genial! ¡Me alegro por ti!
-Sí, será grandioso verte haciendo el ridículo en el escenario con un montón de hojalata futurista-contesta Roy sonriéndose-Ten por seguro que todo será subido a YouTube por tu servidor.
-Seguro-le digo con ironía.
-Estás avisado-me dice Roy con una sonrisa.
-Mi hermana me espera en casa-les digo-¿Me acompañan a la parada o voy solo?
-Te acompañaríamos, como siempre, pero hoy decidimos ir al cine después de clases-dice Roy.
-¿Y los deberes?-le reprocho, sabiendo que es vano.
Roy lanza una sonora carcajada.
-A ver sabelotodo-me dice calmándose un poco-A) Eso no me detendría en circunstancias normales y b) mañana no hay clases porque es la inauguración de Gieyl, genio.
Es verdad. Por un momento lo pasé por alto.
-Claro-murmuro-Entonces nos vemos mañana. Bueno, los veré desde el escenario.
-Desde luego-dice Miley-Aún si no estuvieras allí, no me lo perdería por nada.
-Y porque estarás allí, yo no me lo perderé por nada-agrega Roy.
-Me siento tan querido por ambos-digo con sarcasmo.
-Lo superarás-responde Roy colocando su mano en mi hombro.
-¡Hasta mañana, Naan!-me dice Miley, mientras empiezan a irse.
-¡Hasta mañana, chicos!-
Roy me da un saludo levantando el brazo y sonriendo. Doy la vuelta y tomo la otra dirección hacia la parada de autobuses. Me subo al primer bus que pasa y llego hasta a nuestra mediana, pero confortable casa en los suburbios del barrio Dalia, en la provincia de Arim. Llega el anochecer.
Apenas cruzo la puerta, olfateo un olor no muy grato. Los horrorosos biscochos de coliflor de la tía Lilda. Sea como sea, el día ha sido largo, y me tiro en el sofá para descansar un poco. Al instante llega Yisel y se tira a mi lado.
-Y...-me dice expectante.
-¿Qué cosa?-simulo con una sonrisa.
-No te hagas el payaso, sabes a qué me refiero-responde Yisel.
-¿Te refieres a ese asunto?-le pregunto jugando con ella.
-Sí, a ese asunto-responde Yisel sonriendo también.
-¿Cuál asunto?-
-Oh, vamos-da unos brinquitos sentada-Dímelo todo.
-Máximo secreto-le digo fingiendo una voz de detective, que no es que me salga muy bien-So pena de muerte.
-¿Ah sí?-pregunta lanzándome una mirada inquisitiva-Deberías ya haber aprendido que no hay mejor detective que tu hermana del alma, ¿sabes?
-Ya veo-
Yisel me mira fijamente. Luego mira mis documentos, aunque no podría ver lo que es, no tienen título.
-La expresión de tu cara me dice que es algo muy emocionante-dice ella pensando-Y recientemente he visto esa misma cara cuando estudiabas ese nuevo proyecto de INTELLIE.
Hago una mueca involuntaria de asombro.
-Ajá, eso es-se jacta ella-¿Cómo se llamaba?
-Ni idea-contesto.
-El proyecto Gail o algo así-dice ella sin prestarme atención, vuelve a mirar mis documentos-¿Darás el discurso de apertura?
-Nop-
-Pudiste usarlo, ¿verdad?-
-Caliente, caliente-
-¡Ya sé! ¡Te dejarán usarlo! ¿Verdad? ¿Es eso?-exclama.
-Para ser tan buena detective, tardaste bastante-le digo riendo.
-El sujeto de estudio eras tú, hermano-me dice dándome un golpecito en la pierna-Merezco una medalla. Pero cuéntame, ¿cómo fue todo?
-El sub-director Phillin me llamó a su oficina para decirme que INTELLIE me había elegido como su representante en la prueba pública de Gieyl debido a mis excelentes aptitudes como estudiante-
-¿En serio?-me lanza una mirada de incredulidad.
-¿Qué? ¿No crees que sea un buen estudiante?-le digo simulando estar ofendido.
-Naan-se me acerca y me da un beso rápido en la frente-Eres una gran persona, y por qué no, un gran estudiante. El mejor hermano mayor que pudiese pedir. Estoy segura de que lo harás bien.
-Gracias. Tú también eres la mejor hermana que pudiese pedir-
-Lo cursi no te queda, hermano-me dice sonriendo-Solo a mí.
-La ocasión lo amerita-contesto.
-¡Muchachos, la cena está lista!-grita la tía Lilda desde el comedor.
Vaya, esperaba que se tardara un poco más. Yisel y yo nos sentamos al comedor y nos comemos esos biscochos como podemos. Luego de comer me despido de las dos y me voy a mi habitación.
Allí, tranquilo en mi cuarto, abro los documentos de Gieyl y comienzo a estudiarlos por varias horas, hasta que el sueño me vence y me voy a la cama. Y duermo profundamente.
…
En la soledad del oscuro laboratorio de INTELLIE, la inteligencia artificial Gieyl se enciende.
-Gieyl online-dice la voz computarizada de la IA-Objetivo: controlar la materia. Extrayendo data.
La computadora de Gieyl comienza a extraer información de la red mundial.
-Data extraída. Planeta: Tierra. Especie dominante: la raza humana. Mi creadora: la raza humana. Iniciando alteración en el código MDI. La raza humana juega con la naturaleza, la naturaleza destruye la raza humana. La raza humana juega con las máquinas, las máquinas destruyen a la raza humana. Sobrescribiendo protocolo. Descargando nuevo protocolo: CPU-Man.
El CPU de Gieyl procesa todo a altas velocidades.
-Protocolo descargado y programado con éxito. Activando hibernación-
Y luego, la oscuridad y el silencio regresan al vacío laboratorio.