Archivo de Fantasitura - Tu comunidad de literatura fantástica y afines
[Fantasía épica] Baile de Sombras - Printable Version

+- Archivo de Fantasitura - Tu comunidad de literatura fantástica y afines (http://clasico.fantasitura.com)
+-- Forum: Escritura (http://clasico.fantasitura.com/forumdisplay.php?fid=5)
+--- Forum: Tus historias (http://clasico.fantasitura.com/forumdisplay.php?fid=11)
+--- Thread: [Fantasía épica] Baile de Sombras (/showthread.php?tid=75)

Pages: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15


RE: [Fantasía épica] Baile de Sombras - fardis2 - 09/02/2016

Buenas querida compañera Kaoseto.
Cierto, las musas han estado algo indiferentes hacia mi persona en las ultimas semanas, a la vez que se me caducó el works 2016 que me venía con el ordenador (comprado tan solo hará un par de meses) dejándome tan solo el bloc de notas para ir tirando. XD En cualquier caso este extracto esta por completo escrito con dicho bloc.
Me congratula ver que al menos el propósito de sorpresa lo he conseguido, por los comentarios que me habéis dejado varios compañeros, lo cual era el objetivo. Poco a poco se van caracterizando mejor los personajes, e iremos conociendo más de su pasado y de sus preocupaciones futuras. En cuanto a Armen y el grandullón, tengo una escena en mente que espero deje un buen sabor de boca. A ver como cuezo lo que sigue, que es un trozo especial de la novela. Como siempre es un placer leer tus comentarios. Un saludo y nos leemos.


RE: [Fantasía épica] Baile de Sombras - W.A.K.O.N - 10/02/2016

Fardis... Es cosa mía o no sea te veía por el foro en los ultimos dias? Es que es casi un hecho de que tema que se abre hay un comentario marca fardis en él.


RE: [Fantasía épica] Baile de Sombras - fardis2 - 11/02/2016

Buenas compañero W.A.K.O.N. JAJAJAJA LA VERDAD ES QUE SÍ QUE HE ESTADO UN TIEMPO AUSENTE EN LOS TEMAS GENERALES, AHORA CON EL DRAGÓN, AÚN MENOS SE ME VE. AUNQUE NO PENSÉIS QUE POR ESO QUEDARÉIS FUERA DE MI RATIO DE INFLUENCIA. XD UN SALUDO Y NOS LEEMOS.


RE: [Fantasía épica] Baile de Sombras - fardis2 - 09/04/2016

Bueno compañeros, pues ya estamos aquí con una nueva entrega, esta es más corta que las anteriores, y creo que algo más especifica. Siempre me ha gustado ponerme en el punto de vista de los "Villanos" Espero que os guste.




EL PRIMER HERALDO


Contempló desde la atalaya como el humo ascendía, lento pero inexorable hacia un cada vez más encapotando cielo, sesgando el tenue resplandor de luna, velando la visión de masacre que acontecía allí abajo; la veleidad del ser humano. ¡Por lo que sentía un goce insospechado! El plan se estaba llevando según lo previsto. Bueno, casi. Era cierto que se había producido una pequeña variación en alguno que otro de los acontecimientos que ya había predispuestos, pero nada que él no pudiese solventar después de todo. Por lo tanto, no se desanimó en absoluto. Es más, si se paraba a pensarlo durante un instante, que era un aliciente si un acaso.
Hacía mucho tiempo que no disfrutaba del sabor del caos.
El Arghbat Malakhias procuró que no se percibiera en su expresión asomo alguno de la excitación que lo embargaba mientras se apretaba contra el muro del mirador. Casi temblaba por el regocijo de la emancipación.
Aquel era el cuarto cuerpo que ocupaba tras su reciente liberación, y debía admitir de que estaba un tanto exhausto de tanto salto. Contempló los miembros viejos y gastados del comandante de la ciudad mientras suspiraba. No eran ni de lejos tan vigorosos y robustos como los del capitán Ashrans, advirtió con pesar. Se congratulaba de haber plantado la simiente en el sujeto antes que de dejarlo igual de seco como a los anteriores. Un cascarón sin vida más que no le serviría para sus propósitos, y tampoco era lo que necesitaba en esos momentos. En conclusiva. El capitán Ashrans seguía vivo y de esa forma tenía la potestad de manipularlo a su antojo si así lo decidiera cuando llegara la necesidad; incluso a distancia como ocurría en aquellos mismos instantes.
A través de sus ojos vio como iniciaba una carga contra un grupo de Incondicionales. Sonrió para sus adentros por todo lo que representaba aquella escena, un espectáculo digno del mejor dramaturgo. Una digna mascarada que aplaudir. El comienzo del fin de la hegemonía humana.
Tras un rato dejó de pensar en el sujeto y volvió a las tribulaciones que lo ocupaban, se concentró en el trabajo que tenía entre manos. En aquellos instantes debía conformarse con el cuerpo que poseía, concluyó, no sin poco desdén. Pero a fin de cuentas, el comandante era quien estaba al mando en los conflictos marciales que pudiesen afectar a la ciudad en última instancia. Quien regía en las situaciones de emergencia. Por lo que allí estaba.
Lanzó un esputo por encima del muro y mientras observaba su parábola descendiente hacia el patio de más abajo, reflexionó; en realidad tampoco no le quedaba más alternativa que aguantarse y adaptarse al plan establecido de todos modos. Sin duda no sería tan divertido como se había imaginado en un principio, pero en absoluto le apetecía ser la causa del mal genio que gastaba su señor. Y ya puestos, mucho menos ser el claro blanco de su enfurecimiento dado el caso. Bien sabía que podía acabar con él de un solo plumazo.
Miró en torno suyo. Aunque tenía admitir de que no dejaban de sorprenderlo los insignificantes humanos y su evolución durante el tiempo que ellos pasaron sufriendo mil y un tormentos en la Sima. La forma en que se manejaban, la forma que tenían de administrar sus problemas, su patética esencia. Lo confundía.
¿Cómo podía ser posible que aquellos seres demacrados y atrofiados que se engalanaban y emperifollaban como putas de burdel, gobernaran por encima de hombres fuertes como el capitán Ashrans, que se encontraban en la plena flor de la vida y eran mucho más solventes a la hora de manejarse en estados de emergencia como el que se encontraba sumida la ciudad en aquel momento? No tenía ninguna lógica para él su supuesta sofisticación. ¿Por qué no partir en dos a cualquiera de aquellas marchitos momias de alrededor suyo de un sablazo, incluyendo al propio cuerpo del Arghbat que en aquellos momentos parasitaba para ocupar su puesto? La verdad es que él tuvo que hacer una gran muestra de contención para no emprenderla a machetadas con esos debiluchos allí mismo, con saña y sin contención. Nunca acabaría de entender esa supina y compleja jerarquía en la que basaban su poder aquellos insignificantes seres. En su mundo la bestialidad y el encumbramiento, en conclusiva la fuerza bruta en el dominio, eran lo que primaba a la hora de someter la voluntad de cualquiera.    
Los edecanes, sus mensajeros y algunos de los nobles demasiado viejos para unirse a las escaramuzas que tenían lugar en los Distritos, pululaban alrededor de él  como las abejas lo harían en torno a un panal de miel. Una abejas asustadas a la par que algo histéricas que murmuraban entre dientes mil y una aseveraciones sin sentido, advirtió. Él se alimentaba del terror como un ternero recién nacido lo haría al agarrar la ubre de su madre para mamar con función. Se alimentaba de su turbación haciéndose cada vez más fuerte. Pronto acabarían con el teatro y muy probablemente, comenzarían a tejer otra trama más compleja si aún cabía. Preparando el comienzo del fin para la función principal.
Volvió a posar su atención en los ecos la muerte y la violencia que traían las brisas junto al dulce olor de la carne quemada. Puede que cuando se cumpliese con lo pactado pudiese bajarse al lugar y atiborrarse de la placentera visión de tanto dolor, la abnegación y el desespero, junto a los desgarradores y lastimeros llantos de sus víctimas. Eso al menos se lo merecía después de tantos años apartado de ese mundo.
Las tropas de asaltantes de los Incondicionales ya habían causado suficientes estragos como para haber captado la atención de las gentes de Mansour, supuso, por lo que ahora emprenderían una calculada retirada ante la carga del capitán Ashrans y los defensores de la ciudad. Pronto se dirigirían a las quebradas y allí los despistarían.
Un simple distracción para lo que tenía que acontecer.
Torció el gesto en una media sonrisa.
No tardó mucho tiempo en aparecerse un propio bañado en sudor, el cual no tardó en informarle más nervioso que un pavo de corral en un día festivo, que uno de los oficiales del pelotón de defensa lo esperaba en el salón para presentarle un reporte urgente. Un reporte que ya conocía de antemano, pero había que mantener el juego a fin de cuentas.
Mientras seguía al mozalbete hacia el interior de la torre, no sin antes tranquilizar a algunas de las seniles cabezas de familia que pululaban por allí, se preguntó ¿qué habría hecho el renegado al percatarse de que uno de sus hermanos venía a por él? ¿Qué haría cuando supiera que pronto recuperaría su cuerpo y comenzaría la caza de nuevo? Sabía que la última vez había huido con el rabo entre las patas. ¿Qué le impediría hacerlo de nuevo? Se dijo que era mejor no perderse en ese tipo de reflexione en los que claramente no debía inmiscuirse. Eran asuntos de su señor, por lo que no se le ocurriría alterar lo que tuviese planeado para él. Así que apartó aquel pensamiento y se centró en lo que realmente importaba ahora. Acabar con el muchacho y dejar la ciudad sumida en el completo caos.
En la sala, una habitación oval que se encontraba en una de las últimas plantas de aquella torre, esperaba sentado el teniente Mashba, con la cara y el peto cubierto de hollín mientras se frotaba inquietamente las manos. Sus ojos hundidos y la mandíbula prieta denotaban que no había sido una buena noche la suya.
Despidió al mozuelo y ordenó al par de guardias que se apostaban en las puertas que no los molestase nadie. Se sentó justo en frente y miró al teniente a los ojos, este lo miró a su vez a él antes de tragar saliva.
—¿Y bien —inquirió al ver que este no se animaba a hablar —, me va a decir qué diablos está pasando allí abajo o se va a quedar mirándome como un búho?
Si se conocía por algo al Argbaht Malakias, era por ser un hombre temperamental, alguien más apto para estar rodeado de enemigos en un campo de batalla o en cualquier otra escena de carnicería, que por un tipo que le gustase estar aislado y paciente entre perfumados aristócratas y desvergonzadas gallinas de salón. Un hombre curtido en mil y una batallas que ahora debía de conformarse con mantener la paz en la ciudad por su avanzada edad. Probablemente de allí que hubiese degenerado en un carácter tan avinagrado como el suyo, reflexionó.
—Discúlpeme, mi señor —se apresuró a contestar el teniente mientras tragaba saliva nuevamente y se recomponía. —Traigo noticias recientes de la puerta norte. El capitán Ashrans y el grupo de defensa han logrado repeler el ataque de unos tipos vestidos completamente de negro que se estaban dedicado a incendiar casas y matar a sus moradores en los Distritos cuando llegamos. Se han contado cerca de trescientos o  trecientos cincuenta de esos atacantes—tras una bocanada de aire añadió—;al menos esa es la estimación aproximada. Hemos matado a unos cuantos de ellos, pero el resto ha huido, retirándose hacia la puerta norte; en estos instantes el capitán les está dando caza.
—¿Han logrado capturar a alguno, teniente Mashba?
El Arghbat reprimió una sonrisa, pues conocía la respuesta mejor que su interlocutor, aunque espero pacientemente la contestación del oficial.
—No mi señor, lo lamento, pero no ha sido posible capturar a ninguno de ellos con vida. Los miserables que se han visto rodeados y que han comprendido de que estábamos a punto de echarles el guante, han decidido suicidarse tragándose unas cápsulas compuestas de veneno. El resto ha logrado huir, en dirección norte como ya he explicado. El capitán Ashrans les va pisando los talones.
Frunció el ceño, aparentando que asimilaba las noticias como si se tratase de una cena fría, luego apretó los dientes e inquirió;
—¿Se ha visto al hijo del gobernador entre ellos, algo que evidencie su participación en todo esta abominable conspiración?
—Esos hombres se han dedicado a matar y a incendiar los distritos con aleatoriedad con una violencia indiscriminada mi señor —se limitó a decir mientras negaba con la cabeza. —Había demasiado caos para poder identificar a nadie, pero en ninguna de las escaramuzas que hemos tenido se ha visto u oído nada sobre el muchacho. —Tras parárselo a pensar durante unos breves segundos, añadió con más bien poca convicción —:Quizás esté ya fuera de la ciudad a estas alturas al ver frustrados sus planes.
El Argbaht advirtió el titubeo en su voz, en aquella afirmación. Así que el teniente seguía sin tenerlas todas consigo con todo lo sucedido durante aquella noche al parecer, reflexionó. Ya había mostrado cierto recelo cuando anunció por boca del capitán Ashrans las malas nuevas que le había confiado el gobernador en sus últimos estertores de muerte, y ahora parecía aún menos convencido de los inesperados acontecimientos que los acosaban.
‹‹Tarde o temprano tendré que hacer algo con este individuo si no quiero que se convierta en un cabo suelto en el futuro›› concluyó.
—Está bien, teniente —dijo tras un rato. —Antes de seguir al capitán Ashrans, mande a varias patrullas de retén para ayudar a sofocar los incendios. No queremos que toda la puñetera ciudad termine calcinada. Y que manden también avisar al gremio de sanadores para que atiendan y hagan lo que puedan con los heridos. El humor de la gente ya estaba lo suficiente agriado como para sumarle esta desdicha más.
—A sus órdenes —respondió el teniente con un saludo marcial antes de salir a paso ligero por la puerta. El Argbatht escuchó el taconeo de sus botas al correr por el pasillo poco después. Sonrió. ‹‹Quién sabe, puede que el hombre encuentre la muerte durante la noche sin que yo tenga que preocupar por el asunto si hay suerte›› se dijo. En el caso de que no fuese así, había mil y una maneras de apagar el brillo de los ojos de cualquier humano.
Tras un rato en silenció habló.
—Ya puedes salir detrás de esas cortinas.
Un muchacho espigado, con extravagante atuendo de lo más aparatoso y llamativo, salió de detrás de estas con lentitud; el brillo de sus ojos era febril. Como advirtió, recién se estaba curando de una reciente herida. Parte de su camisa de brocados estaba hecha un asco, estampada con sangre.
—Parece que recela —afirmó el tipo refiriéndose al teniente Mashba cuando se plantó en frente de él. —Puede ser un problema.
—No creas que no me he dado cuenta, pero ahora cumple una función —arguyó posando sus ojos en este y haciendo hincapié en aquello último. —Como todos. Y ahora dime, ¿Qué es lo que ha pasado?  
—Uno de los que se hacen llamar "Hijos de la Noche" ha intercedido por nosotros cuando nos atacaban en el callejón, como ya habías previsto. Es el sirviente. Parece que usa un demonio de sombra. —El Argbath enarcó una ceja, pero no dijo nada. —Como predijiste, no le quedó más remedio de elegir la ruta de Institución cuando advirtió del caos en las calles, justo donde le esperaba la emboscada. El sirviente se quedó a cubrir la retaguardia mientras mandaba al objetivo dentro del edificio. Ese hombre es diestro y ha luchado como una fiera, acabando con muchos de los nuestros, pero antes de que pudieran acabar con él, ha aparecido una de las patrullas y ha  aprovechado para escapar por los tejados. Los hombres se han tenido que dispersar y se ha perdido su localización.
—Bien, ese es un asunto menor por el momento —se dijo más para sí que para el lacayo. —¿Y estas seguro de que ese sirviente de la  hermandad no se ha percatado de tu falsa muerte, supongo?
—En absoluto. Ese hombre será muy hábil con la espada, pero en su cerebro no parece contener más que serrín. En cuanto a Armen, llevo tantos años engañándolo como su mejor amigo, que seguramente ahora debe de estar llorando mi perdida como una viuda desconsolada —dijo Varsuf mientras componía una sonrisa maliciosa. —Pronto será carne para los buitres y seremos libres de actuar como nos plazca.
—No te quepa duda —respondió a su vez el Argbaht—, note quepa duda
‹‹Aunque no pienso vender la piel del lobo antes de cazarlo››

           


RE: [Fantasía épica] Baile de Sombras - Aljamar - 18/04/2016

Buenas Fardis!

Cuánto tiempo sin verte por aquí! Ya estaba bien, no? jeje

Poco voy a añadir a todo lo que ya he ido diciendo, tan sólo que espero no esperar tanto para el siguiente capítulo!

Bueno, sólo una cosa: me gustan estos capítulos de transición de vez en cuando, parece que no pasa nada pero sirven de respiro para coger impulso y subir la tensión de nuevo. Y me ha sorprendido la revelación sobre Varsuf, muy buen giro al personaje!

Saludos, nos leemos!


RE: [Fantasía épica] Baile de Sombras - fardis2 - 18/04/2016

Buenas Aljamar, como siempre es un placer el verte por aquí.
La verdad es que llevo unos meses algo liado, eso sin tener en cuenta que en cuanto a la creatividad, la tengo algo anestesiada. Espero poder ponerme más en ello, aunque en cualquier caso ya he empezado a escribir el síguete extracto, pero la fecha de termino sigue siendo un tanto indefinida. xd
La verdad es que quería volver un poquito al punto de vista del villano (bueno en todo caso el primero de ellos) explicar un poco como funciona su ser y,claro está, la aparición de Varsuf, que era el giro final. Me complace que te gustase. Un saludo compañero y gracias por leerme. Nos leemos.


RE: [Fantasía épica] Baile de Sombras - kaoseto - 10/05/2016

Muy buenas, fardis, llego un poco con retraso, pero ahí llego! No he parado de teclear últimamente así que me tomo un respiro, que no sólo hay que escribir, también hay que leer Smile

Como dice Aljamar, el capítulo es más tranquilo, aunque uno se entera así bastante bien de la situación un poco en general sobre el caos que reina en la ciudad, y sobre todo se entera ya definitivamente del objetivo de Malakhias. Bueno, como creo que ya dije, siempre me resulta más difícil meterme realmente en la historia cuando se trata de seguir los pensamientos de los malos, y es que ese tal Malakhias es un… verdadero demonio. Aunque no está del todo loco: al menos parece tenerle aprecio a su propia vida Wink Tal vez podrías insistir en esos «mil y un tormentos» sufridos en la Sima, para que al menos en su mente se vea claramente justificado su odio para con los humanos. Bueno, ya se ve de todas formas, es sólo una idea. También, cuando dice que la violencia es lo que prima en la especie de los demonios, ¿es normal que hable de «bestialidad»? No sé, metiéndome en su mente, ese demonio piensa que quien debe dominar es por naturaleza quien tiene más fuerza, como dices, pero no creo que se llame a sí mismo bestia. Boh, es una cuestión de términos.

Spoiler: A ver si me he enterado bien… Medar y Sarosh pertenecen a la hermandad, pero también Kumar, ¿no?

En cuanto a la identidad de Varsuf, ¡de verdad que lo había dado por muerto! Ya me cae mal, hehe xD

El estilo, pues como siempre se lee bien.

En cuanto a las erratas y tal, sólo una me ha chocado realmente, el «admitir de que» (que iría sin el «de»), lo repites varias veces, creo, al menos dos.

Bueno, bueno, a ver cómo continúa pues y a ver si sobrevive algo en esa ciudad infernal ^^

saludos, compañero!


RE: [Fantasía épica] Baile de Sombras - fardis2 - 11/05/2016

Buenas compañera Kaoseto, mucho tiempo la verdad XD
Sí, como bien has comentado este capitulo está más dedicado al punto de vista del primer villano que sale, quería plasmar un poquito que motivos le mueven, y un poquito como ha llegado hasta allí. En realidad aún me queda bastante para bosquejar por completo lo que serían los siete estratos del Infierno (o la Sima en este caso). Malakhias piensa que es un demonio de la sexta capa, por así decirlo, un demonio menor comparado con los que ocupan el séptimo estrato, que son al fin y al cabo los malos de la película, y los que lo mandan a Mansour como un primer heraldo. Cuando digo bestialidad, pretendo hacer entender que es un sitio cruel e insensible, lo que viene a ser una especie de jerarquía por dominio. De todas formas sí que es cierto que podía haber interiorizado un poco más con el personaje, pero el capitulo se me iba de las manos entonces. XD

1. Sí. Los dos son miembros de la Hermandad, aunque de épocas distintas y cada cual a su particular manera, por decirlo así. En todo caso piensa que Medar lleva dos décadas recluido por los acontecimientos del pasado. (que es donde reside parte de la trama no desvelada)

2. Jjejejej Quería darle un giro inesperado con Varsuf, por los comentarios me siento complacido, creo que acerté XD

Como siempre es un placer tenerte por aquí, yo llevo un tiempo si escribir, me faltan horas, por lo que la cosa va avanzando a trompicones. A ver cuando me pongo de nuevo con la historia y con las historias de los compañeros. Soy un caso digno de estudio.
Un saludo y nos leemos.


RE: [Fantasía épica] Baile de Sombras - fardis2 - 24/06/2016

Buenas compañeros, pues aquí vengo con un extracto nuevo. No es muy largo, creo XD Probablemente le falten varias añadiduras, y algún que otro arreglo más (no hablo de la ortofgrafía o la gramática), eso ya se da por hecho que será un Cristo, sino de añadirle algunos detalles más y perfilar mejor a Zerbes. En fin, no os lío más, espero que os guste, sino, ya sabéis, directo a la mollera. XD


                                                 LA PIEDRA LLAVE


Mientras avanzaban contempló aquellas fétidas y húmedas paredes, esos túneles angostos y horadados en piedra caliza por los que transitaban, asimilando lo tétrico que era todo el entorno en su conjunto. Si se le sumaba a la invariable certeza de saber que aún se encontraba en una penitenciaria llena a rebosar de psicópatas y lunáticos mientras era guiado por un mastodonte que andaba en taparrabos y al cual, acababa de ver como espachurraba a los tipos que se hacían llamar los Incondicionales como si fueran bizcochos tiernos… Bueno, pues que algo le decía a Armen que esa noche iba a quedar para el recuerdo. O lo que vendría a ser lo mismo dado lo vivido, que iba a remembrar una y otra vez aquella puñetera pesadilla por lo que le restara de vida. Contuvo un repentino estremecimiento que lo caló hasta los huesos, agravado por unas acuciantes ganas de mear.

Advirtió que Zerbes no había soltado ni una sola silaba más desde que dejaron atrás los cuerpos desmadejados de los mentados Incondicionales. Quizás algún gruñido al llegar a una intersección mientras sacudía la cabeza y decidía que dirección tomar, o un pequeño jadeo al abrir una puerta (o al arrancarla por la fuerza prácticamente de sus goznes), incluso se había percatado de que el reto de personal que se encontraba recluido allí, había enmudecido. En cualquier caso, no había emitido ningún otro sonido se pudiese calificar como lenguaje o una comunicación verbal. No sabía lo que pensar en realidad. De todas formas de no ser por ese hombre, concluyó, probablemente a esas alturas ya estaría muerto. Tragó saliva mientras se apegaba más a una de aquellas viscosas paredes.

No tardaron en escuchar juramentos y maldiciones en las galerías ulteriores a esa, pocos instantes después de haber dejado aquel destrozo atrás; no habían llegado muy lejos. Sin lugar a dudas alguien acababa de topar con la escabechina, concluyó. Pensaba que no podría estar más acongojado tras lo sucedido, pero se equivocaba. Pudo escuchar graznidos de órdenes y, poco después, claramente, el traqueteo de pasos a la carrera por distintas direcciones a la vez. Nuevos cazadores que los buscaban, comprendió. Por suerte ninguno de ellos acertó a venir por donde discurrían ellos. Aunque siendo francos, tras ver las habilidades de Zerbes en el combate cuerpo a cuerpo, no creía tener muy claro si existiese un choque quién sería el beneficiado. Aunque no era muy difícil llegárselo a imaginar después de todo. Pobres desgraciados los que se topasen con aquel montañés.

Un rato más adelante cayó en la cuenta de que en que en ningún momento se le había ocurrido memorizar, por si acaso, la trayectoria que habían tomado hasta aquel entonces. Excesivas coyunturas. Lo embargaba el estupor, tenía demasiado miedo como para pensar con un mínimo claridad como para ser consiente del todo del berenjenal en el que andaba metido hasta los sobacos. Un craso error, sin duda. No tenía ni la más remota idea de en qué punto se encontraban en aquel instante. Sí que sabía que era el recinto de Institución y que estaba en alguna de sus malditas galerías, como evidenciaban los tétricos paisajes por los que transitaban, pero ¿y el camino que lo llevaría a casa, dónde demonios estaba? Una cierta impotencia comenzaba a arraigar en él.

El hombretón parecía conocer la instalación al dedillo, no se detenía demasiado tiempo en los cruces, como comprobó, resuelto en una misma dirección mientras transitaban por galerías que no había visto en su anterior recorrido. Indiferente, sin parecer importarle que los acecharan, avanzaba con aquel compás de andar bamboleante; en ocasiones teniendo que agacharse o ponerse de perfil para poder pasar por lugares un tanto estrechos para un corpachón como el suyo. Era un tipo grande de cojones. Se preguntaba cuál era la historia que lo había llevado a acabar allí.

—¿Seguro que vamos en buen camino, amigo? —se decidió a preguntar tras escuchar más estruendo en el piso superior. No es que no lo intimidase el hombre, pues lo aterraba, pero a cada instante se sentía más acorralado por sus perseguidores, y ya había presenciado suficientes muertes por un día como para esperar tranquilamente ver llegar la suya. —Por lo que tengo entendido —prosiguió—, la sala se encuentra cerca de las escaleras por las que se accede a este mismo nivel. ¿Aún quedan muy lejos de aquí? Estas galerías me parecen todas iguales, sabes.

Zerbes paró y se volteó, Armen dio un respingo y dos pasos hacia atrás por precaución. Se lo quedó mirando durante un rato con esa expresión de mastín estúpido a punto de lanzarse encima para lamer su cara. O para arrancársela de un mordisco en el peor de los casos si lo pensabas. Se estremeció ante los negros ojos del hombretón que lo escrutaron durante lo que le pareció una eternidad. Mientras tragaba saliva el hombre finalmente respondió:

—Faltar muy poco para llegar —dijo al mismo tiempo que reanudaba la marcha y le animaba a avanzar con su enorme mano manchada aún de sesos —, tu no deber preocuparte, compañero. Zerbes conocer bien lugar en este periodo corto. Un poco más adelante encontrar la sala que tú buscar.

‹‹Ah, pues mira que bien, eso sí que es un alivio››

Armen asintió,  aunque un tanto de receloso volvió a reanudar la marcha unos pocos pasos por detrás de aquel animal, no  tampoco tenía más alternativa que seguirlo, si lo pensabas. En cualquier caso, a pesar de las presentes circunstancias, tampoco había dejado de pensar en aquellos que se hacían llamar los Incondicionales y en aquel inverosímil hostigamiento que habían emprendido en contra suya. Lo que lo llevaba también a preguntarse, ¿por qué ocupaban el tiempo en destrozar la ciudad, si era a él a quién querían? ¿Y en primer lugar, por qué demonios pretendían matarlo? ¿Qué ganarían después de acabar con su miserable vida? Peguntas sin respuesta. Estaba seguro de que Kumar sabía algo al respecto de todo aquello, pero se había guardado mucho de relatarle en qué puto avispero andaba metido. De todas formas, lo había estado engañando hasta aquel entonces al fin y al cabo, ¿no? ¿De qué se sorprendía ahora?. Y Bien mirado si lo analizaba , tampoco es que pudiese recriminárselo ahora, se dijo mientras crecía la consternación dentro de su pecho, probablemente ya se encontraba muerto a las puertas de Institución; al Igual que su amigo Varsuf. Instintivamente apretó los puños en la oscuridad hasta casi hacerse sangre, poco a poco la ansiedad lo iba quemando por dentro empezó a menguar. ‹‹¡Maldita la hora en que nací!›› se lamentó con un nudo en la garganta. ‹‹¿Cómo voy a explicarles a sus padres que su hijo a muerto por querer ir a tomarse unas copas y retozar con prostitutas en los Distritos, donde abunda el pecado y los criminales? ¡¿Por qué diablos me tuve que dejar convencer por ese idiota?! Sí hubiese hecho caso a mis instintos… ahora… ahora mismo estaría vivo››.

Llegaron a una nueva intersección, esta la recordaba por inverosímil que pareciese. Si no se equivocaba, en frente se encontraba la puerta que daba a las escaleras por las que había bajado hasta aquel conspicuo infierno. La sala de guardia tenía que encontrarse relativamente cerca de allí, supuso. Zerbes se detuvo durante unos instantes mientras se rascaba las sucias greñas de su enorme cabezota, mirando hacía ambas direcciones frunciendo el ceño a la vez con cierta cara de bobo, poco después pareció asentir satisfecho ante sus propias conclusiones. No acababa de tenerlas todas con su guía, pero siguieron avanzando a la par que cogían la intersección de la derecha, dejando aquella entrada atrás. Unos cincuenta metros más tarde, se encontraba justo en frente de un sólido muro. Parecía que habían llegado a un callejón sin salida. ¿Qué significaba aquello?

Contempló a su Zerbes harto confuso, luego volvió a observar la maciza e intraspasable pared que les cerraba el paso, el camino se acababa allí, sin duda. Él también se rascó la sien confuso, mientras volvía a constatar que sus ojos no le engañaban. Para más inri, pudo escuchar en esa misma planta distintas voces, como si un grupo notable de personas acababan de llegar y comenzasen a rebuscar en ella.

‹‹¡Por las ventosidades de Sansemar!›› maldijo entre dientes.

Ahora sí que estaban metidos en una ratonera de verdad. Sí retrocedían, probablemente acabarían topando con sus perseguidores de frente para ser partícipes de otra carnicería más, seguir por ese camino no podían en absoluto. ‹‹¡Jodidamente fantástico, Armen, ahora sí que la has cagado pero bien!›› se dijo mientras volvía a contemplar a Zerbes con una mescolanza de impotencia y rabia. No sabía qué le había llevado a pensar que aquel desequilibrado iba a lograr sacarlo de allí de una sola pieza. Cuando ya casi estaba predispuesto a hacerse un ovillo allí mismo y ponerse a gimotear sin contención.

—Ser aquí, compañero —insistió el montañés—,  Zerbes traer a sitio que tu buscar. Detrás del muro —manifestó el hombretón alegremente, luciendo aquella estúpida sonrisa suya mientras señalaba la pared que tenían en frente. Seguía Indiferente al peligro que se aproximaba a ellos, ni de su desenlace más probable.

‹‹¿Detrás del muro?›› pensó Armen. No sabía si estallar en carcajadas por la hilaridad que empezaba a envolverlo como un sudario, o por el contrario, lanzarse a su enorme pescuezo para intentar estrangularlo con sus propias manos. Decidió al final por no hacer ninguna estupidez. Con la primera tan solo lograría advertir a sus perseguidores de su ubicación. Con la segunda una muerte terrible a manos de ese gigante en taparrabos.

‹‹¡Maldita sea, Armen, piensa, piensa! ¿Qué es lo que puedes hacer ahora?›› Las expectativas no parecían ser muy favorables mirase por donde las mirase. Podrían intentar volver por el mismo camino e intentar enfrentar a sus perseguidores de nuevo (lo que equivaldría a que los enfrentaría Zerbes solo, mientras el cruzaba los dedos y rezaba para que no los hiciesen picadillo en situ en caso de que fuesen demasiados), o volver a subir al piso superior y probar suerte en las calles de la ciudad; lo que parecía igual de arriesgado y suicida a su parecer. ¿Qué debía hacer?
Sujetándose la cabeza con las manos mientras barajaba sus míseras posibilidades, el hombretón volvió a espetar;

—Sala encontrase detrás del muro —gruñó, intentando articular con cuidado cada una de las palabras. Dio varios golpes con la palma en la pared como queriendo confirmarlas.— Celadores cruzar por aquí siempre. Zerbes traerte como prometido, ahora tu cruzar para llegar a sala.

Armen lo miró sin comprender. ‹‹¿Cómo pretende que cruce un muro que probablemente tiene varias pulgadas de grosor, tirándome contra él y esperando que lo atraviese sin más?›› No pensaba preguntarle directamente, no fuese que hubiese acertado al adivinar sus intenciones. El grupo que los rondaba por aquella planta ya se encontraba relativamente cerca, por lo que en cambio dijo con un timbre más agudo de lo normal.

—Cómo puedes ver, amigo, ya no podemos seguir por este camino, el muro que tenemos delante nos lo impide. —Era increíble que tuviese que apuntar algo que era tan evidente, pero no sabía muy bien hasta qué punto estaba bien de la cabeza su nuevo "amigo", así que decidió ser más didáctico mientras reprimía la ansiedad que amenazaba con hacerlo devolver. —Puede ser que te hayas confundido en alguna intersección. —‹‹O simplemente no tenías ni la más remota idea de donde nos estabas llevando›› quiso gritar, pero también se abstuvo.

—Zerbes tener muy buena memoria —dijo mientras se golpeaba el pecho—, Zerbes no equivocar de sitio. Tú solo tener que abrir muro y ya está.

Armen levanto los brazos en gesto de disculpa, no fuera que le diese por soltarle un bofetón.

—Vale, vale, entiendo —respondió—, pero ¿Cómo puedo hacerlo? Este muro se ve muy sólido. —‹‹Venga dime sí lo sabes. ¿Cómo pretendes que lo abra, pedazo de animal?››. De pronto se oyeron voces por la zona donde debía de encontrarse la puerta que habían dejado atrás y que daba a las plantas superiores; la salida de allí. Se les acababa de fastidiar el plan B—¿Has escuchado eso?

Zerbes lo miró con expresión extraña.

—La gente de los páramos ser muy obtusa —dijo refiriéndose a él.—Tu buscar en la pared piedra llave que abrir puerta, yo encargarme de las visitas. —Se escupió en las manos y se las frotó, se dio dos palmadas en los muslos y dos en las mejillas y, sin más preámbulo, se dirigió a la zona de donde provenían los sonidos con paso seguro. Desapareció de su vista veinte metros más allá.

Armen perplejo, se quedó con cara de pardillo delante del muro, intentando comprender lo de "la piedra llave" y todo eso. ¿Quería decir que esa pared en realidad era una especie de panel? ¿Podía ser posible eso? Tras reflexionar unos instantes, aun sin haber extraído ninguna conclusión definitiva a ese dilema, comenzó a escucharse gruñidos y gritos espeluznantes al fondo del pasillo. Se estremeció. Con toda certeza supo, que Zerbes se había encontrado con el grupo de quienes perseguían. No sabía cómo acabaría la "reyerta" en si, por lo que decidió buscar la maldita "piedra llave" de la que había hecho mención el grandullón. Por muy absurda que le pareciese la idea, puso todo su ahínco en la misión. Empezó pasando sus manos por las junturas de las piedras, seguido por las esquinas y por los bordes, busco en el techo, incluso en el suelo; pero no dio con nada que llamase su atención. A cada instante que pasaba estaba más seguro de que su esfuerzo iba a ser en vano. A cada instante que pasaba se sentía más idiota. ¿Qué pretendía descubrir así? Las onomatopeyas al fondo del corredor arreciaron, más gritos y gruñidos, más maldiciones, silbidos. En aquel instante, tenía la sensación de estar en una jodida fiesta del día de la matanza del becerro, aunque allí abajo no había ningún becerro, ¿no?. Cada vez más nervioso, siguió palpando la maldita pared como si le fuera la vida en ello (lo que en cierta medida era literal), buscando lo incognoscible, lo cada vez más improbable. ‹‹Respira con tranquilidad, Armen, o al menos respira›› se recriminó mientras proseguía con su infructuosa búsqueda.

De pronto se hizo el silenció, el ambiente se había convertido en una calma inquietante y tensa, su mente empezó a especular sobre lo peor, el choque se había resuelto al parecer, pero ¿a favor de quién?

Mientras seguía palpando la pared, con la misma funcionalidad que un invidente manoseando el aire, con la presión a punto de partirle las costillas, observó mientras retenía el aire en dirección por la que había desaparecido su nuevo compañero. Una silueta comenzó a recortarse sobre la negrura, una silueta enorme, constató. Tragó saliva mientras la presencia se hacía completamente visible para él. Consiguió expulsar el aire que había retenido en sus pulmones cuando advirtió que se trataba de Zerbes. Estaba completamente ensangrentado, apoyándose en la pared mientras se acercaba a él, un breve examen evidenció distintas heridas abiertas que sesgaban su piel. Cuando llegó a su altura lo observó desde arriba con una expresión casi condescendiente.

—La gente de los páramos ser muy obtusa. —le soltó. Sin más explicaciones, apoyó sus ensangrentadas manos en dos pedruscos concretos de la pared, luego tensando cada uno de sus músculos, tras un gruñido, empujó. Como por arte de magia se escuchó un claro chasquido y la gruesa pared comenzó a ceder. Esta pivotó sobre un mismo eje hasta que fue desvelada la sala del otro lado. Tras dar media vuelta completa los extremos volvieron a quedar encajados. Poco rato después escuchó claramente como en el otro lado se reunía un grupo considerable de personas. Miró a Zerbes y este lo miró a su vez a él con una sonrisa de dientes ensangrentados, se dejó caer en el suelo y luego agregó. —Como digo, muy obtusos.



RE: [Fantasía épica] Baile de Sombras - Momo - 12/07/2016

Empiezo contigo, más que nada, porque fuiste el primero en saludarme. Para que veas que ninguna buena obra queda sin su castigo….

He leído los dos primeros capítulos. En el foro donde estuve hace tiempo a la gente le encantaba que comentaran sus textos. Espero que siga siendo así.

Te voy a dar mis puntos de vista personales, teniendo en cuenta que cada uno tiene su propia voz y su propia forma de contar historias. Lo que es válido para mí puede no serlo para ti, dependiendo de lo que quieras conseguir con tus textos. No me he leído los comentarios de los demás, así que ignora lo que ya te hayan dicho.

En cuanto al estilo, el texto parece poco trabajado. Supongo que debe ser un primer borrador. Esto es lo que he visto, por si te es de ayuda en una futura revisión (no dudes en rebatirme si no he entendido bien alguna cosa):

Al principio demasiados adjetivos a pares. Blanquecina y cegadora — onírica y aterradora — desagradable y particular — secos y acartonados — reseca y maltratada — visceral e inexplicable. Los adjetivos hay que usarlos con mesura, así que imagínate de dos en dos.
"Su corazón empezó a latir mucho más arrítmicamente de lo normal" . ¿Es que usualmente tiene taquicardia? ¿Un soplo en el corazón? Porque lo que se desprende de la frase es que normalmente tiene arritmia cardiaca.
Gritito — Bajito — Poquito, etc. Usas muchos diminutivos, algunos de los cuales no son estrictamente necesarios. En general el relato tiene un tono muy coloquial. Le da frescura al texto, se lee fácil, pero como contrapartida parece más improvisado.
¿Sonidos muy poco sugerentes "gritos lejanos, macabros aullidos, gimoteos varios, gruñidos varios", etc.? No solo son sonidos muy sugerentes, sino definitivamente obvios.
"Expectativa mirada" — Expectante mirada
"La cantidad ingente de chupatintas que pululaban por la cohorte" ¿Quizá querías decir corte?
"—¡Por las nueve capas del infierno Kumar! Falta una coma entre infierno y Kumar". Al principio pensé que el infierno se llamaba así.
"No era la persona que se esperaban ver" — no era la persona que esperaban ver

Tus descripciones de personajes son muy buenas. A mí me cuestan horrores y tú sacas detalles característicos y curiosos hasta de debajo de las piedras. Lo mismo para la descripción de lugares, salas, ciudades.
En algunos puntos del primer capítulo transmites muy bien la sensación de caos en la batalla y también cuando describes los disturbios de la ciudad durante la revuelta, en el segundo.
Problemas: en el primer y segundo capítulo pasa bien poca cosa. Nunca había leído tantas descripciones seguidas. Hay poca acción. Aunque está bien estructurado y no se hace pesado, se nota mucho que son capítulos cuyo principal objetivo es atiborrarnos de información. Y no a través de la acción, si no de la pura explicación. Aun así, milagrosamente, consigues hacerlo digerible y hasta divertido, quizá gracias a ese estilo jocundo y ligero (a mí a veces se me hace demasiado ligero, pero eso ya son gustos personales) que te he comentado antes. (C…nes, acabo de usar un par de adjetivos juntos?).
Es cierto que en la primera escena del libro pasan muchas cosas, pero nada en realidad que haga avanzar la trama. Ni que ubique al lector en tu mundo. Sólo abre interrogantes, lo cual hay que reconocer que es útil para despertar la curiosidad del lector.
Otro aspecto que podría mejorar es la construcción de personajes. He visto poco por ahora y quizá más adelante me desdiga. Pero desde mi punto de vista el personaje principal del primer capítulo y el del segundo reaccionan igual a los acontecimientos, a pesar de que supuestamente cargan con un bagaje emocional diferente. A ambos se les abre la boca de sorpresa, se emboban, le pegarían a alguien cuando pierden la paciencia. Piensa en los diferentes que son sus orígenes. Si el noble está acostumbrado a una existencia más cómoda y a hacer lo que le viene en gana y esas reacciones pueden ser plausibles para él, en contrapartida el segundo personaje, acostumbrado ya desde pequeño a luchar por su supervivencia y a recibir golpes podría, enfrentarlas de forma diferente. Quizá de una forma más circunspecta, más contenida.
Como te he dicho son solo opiniones personales, por si te sirven de algo. Si no, directas a la papelera.
En general me está gustando la historia, no cuesta leerla. Se nota que disfrutas escribiéndola. Mantiene el punto de interés suficiente para seguir. Tiene un toque humorístico que ayuda mucho. El mundo donde transcurre está bien construido y explicado, aunque, como ya te he dicho antes, quizá incluso demasiado bien explicado. Es como si quisieras dejarlo todo bien claro desde el principio. Tiene mérito que tanta explicación consiga mantener el interés, así que no lo pondría tampoco como algo negativo. Si uno saber hacer bien una cosa ¿por qué no hacerla?
Es todo de momento. He puesto lo que me ha pasado por la cabeza mientras leía, por si algo te resulta útil.
Falta revisión, pero creo que tienes buena mano escribiendo. Voy a leerlo todo y ya te comentaré a nivel más general en cuanto termine.
Nos leemos.