me gustaría responder seriamente a esto, ya que creo que a todo el mundo le ha pasado algo parecido alguna vez en su vida.
Alguna gente que está en el instituto (o no) de la edad de 15, 16, 17 o hasta 30 años, no tienen amigos. Pero vamos a hacer una distinción, ya que una persona puede no tener amigos por dos razones: la primera es que al resto del mundo no le guste esa persona; o que a esa persona en concreto no le guste nadie, no le gusta la gente que tiene a su alrededor como para que sean sus amigos.
Os parecerá muy lógico todo y muy simple, y os preguntaréis que qué coño hago hablando sobre esto; pero es que yo he tardado años en darme cuenta de ello.  
Mi forma de ser es que siempre pienso que le caigo mal a todo el mundo, que todo el mundo me mira mal, y lo primero que pienso al conocer una persona es que se va a llevar una mala impresión de mí, y que si veo a una persona por la calle ya pienso que me odia profundamente, aunque no la conozca.
Partiendo de esta base, yo siempre he pensado que le he caído mal a la gente. En el colegio tenía mi grupito de amigos, y es que allí es más fácil tener amigos, ya que aún no tienes una personalidad creada. Cuando eres pequeño lo que quieres es jugar y pasártelo bien, entonces, ¿cómo no vas a tener amigos? A todo el mundo le gusta jugar y pasárselo bien; no tienes unos gustos muy desarrollados, ni una ideología desarrollada, así que en esa época es bastante fácil tener amigos.
El problema viene cuando crecemos, cuando estamos en el instituto, universidad o el trabajo. Y es en el instituto cuando me di cuenta de que no tenía amigos. Entonces me empezaba a exprimir la cabeza pensando que el problema era mío, que yo no le caía bien a nadie. Un día mis compañeros de clase me dijeron de ir de fiesta, a la cual acepté ir. Y después de esto, me propusieron salir cada fin de semana, y dije que no (no me gustan las discotecas). Eso pasó hace años, y es ahora cuando me he parado a pensar el porqué. Y es que no es que caiga mal a la gente (que puede pasar, obviamente), es que él 90% de las veces, no me cae bien la gente. No es que no me caiga mal toda la gente, es que soy exigente con mis amistades; y me dí cuenta de eso con 23 años (felicidades hombre, aleluya), ya que tienen que ser de una determinada forma para que encajemos.
Os puede pasar que, cuando vayáis a clase, no congeniéis con nadie, y penséis que el problema es vuestro, pero no, el problema es cómo son los demás, que no encajan con vuestra personalidad. También puede pasar que no tengan vuestros gustos, y que cuando más mayores seáis, es más fácil de encontrar "almas gemelas" en cuanto a amigos.
Cuando estamos en el instituto hay mucha clase diferente de personas, de distintas formas y gustos, y es normal que no encuentres a nadie que sea como tú; y es normal que no tengas amigos, ¡no pasa nada! Y creo que es una oportunidad maravillosa para conocernos a nosotros mismos y valorarnos. Porque es muy fácil tener amigos y  estar rodeado de gente y no pararte a pensar, dejarte llevar; pero lo difícil es quedarte tú solo, en tu casa, pensando (pensando en cómo eres, qué quieres, qué te gusta en la vida). Si estás todo el día con gente, con amigos y pasándoselo bien, esto no lo piensas; y puede ser que el día de mañana, cuando te falten esos amigos, te derrumbes, porque no has aprendido a convivir contigo mismo.
Básicamente, si no tienes amigos ahora mismo, no te estreses, porque puede que todavía no has tenido suerte de conocer a esa gente que está ahí fuera y es igual que tú.
En fin, amigo mío, esto es una pequeña reflexión que te dejo aquí y espero haberte ayudado un poco.