Qué asco, por dios...
Yo cuento otro de mejor gusto.
una señora va a la farmacia y le pide preservativos al farmacéutico, y éste le pregunta:
-¿Alguno especial?
Y ella le contesta:
-No, con el de siempre, con mi marido...
Hay una pareja de novios y el chico le dice a la chica: -Cari, mañana tengo la casa libre solo esta mi hermano pequeño podríamos estrenarnos. Y la chica dice que sí.LLegan a la casa y dice la novia: -¿¡Pero si esto es una litera!? Y dice el novio: -Si,mi hermano duerme abajo y nos lo hacemos arriba,para que no sospeche cuando quieras que te la meta gritas tomate,cuando quieres que cambiar de postura dices lechuga,y cuando quieras ir más rapido grita pepino. Empiezan a hacerlo y grita la chica: -TOMATEEEE,LEGHUGAAAA,TOMATEEE SI VAMOS, PEPINO, MAS PEPINO,¡¡¡¡¡TOMATEEE!!!!!! Y dice el hermano menor: -Dejad de hacer sandwiches que me ha caido mayonesa!!!!
El dinero no da la felicidad pero la pobreza tampoco
Muy malo, Duncan. El bueno es este:
un padre y un hijo de unos 5 años están en el cine, detrás un apareja fogosa. En un momento dado, el niño le dice al padre:
-Papá, mocos.
El padre saca el pañuelo y se lo pone en la nariz, a lo que el niño replica:
-¡Aquí no, aquí! -dice señalando su nuca.
Si vamos a contar chistes verdes, no puede faltar el clasico por antonomasia:
Una mujer pasea a su perro, llamado Mistetas. Durante el paseo, el perro se escapa y se pierde. La mujer lo busca sin suerte hasta que encuentra a un policía. «Disculpe agente, ¿ha visto usted a Mistetas?», pregunta la mujer. A lo que el policía responde: «No, pero me gustaría verlas».
Emperador de las Montesas, Gran Kan de los Markhor, Duce de los Ibices y Lord Protector de Ovejas, Corderos y Otros Sucedáneos de Cabra
Pasaron unos años y el mismo niño del chiste de Sahka pues ya va a la escuela, solo que un día llega corriendo a su casa y con voz infantil le dice a su madre:
— Mamá, mamá — mientra estira su brazo — cuando pasaba por el parque un hombre me dijo que si le chupaba la pija me daba... ¡éste reloj!
El dinero no da la felicidad pero la pobreza tampoco
- ¡Mamá! ¡Mamá! ¿Los focos se comen? - No, hijita... ¿De dónde sacaste eso? - Es que anoche escuché que le decías a mi papá: 'Cuando apagues el foco, me lo metes en la boca'...