04/11/2019 09:07 AM
(This post was last modified: 04/11/2019 10:38 AM by Josefina Simón.)
Otoño, ¡Bienvenido!
Llegó el final del verano
con su frenético palpitar,
en el ambiente se instaló el otoño
con su melancólico despertar.
Otoño, bello difuminado de grises,
la estación del año incomprendida,
se presenta sin anunciar su llegada
y se marcha sin despedida.
Otoño, variable por naturaleza,
los colores que nos brinda
dorados, ocres y marrones
son para cualquier pintor
un reto de mil amores.
Otoño, con su voz plañidera
nos alerta y nos prepara
a todo ser viviente en la Tierra
para acoger de buena manera
la cuarta estación venidera.
Sin embargo, no todo es adverso,
hay cosas en él extraordinarias,
ensancha el corazón con su caricia
y encuentra la paz que necesita el alma:
Hojas remolineadas por el viento
que vienen y van como las olas,
ofreciendo en cada momento
un espectáculo de luz y sombras.
Yo quisiera, Otoño querido,
acunarme entre tus brazos,
darte el más sincero de los abrazos
y decirte seas por siempre ¡Bienvenido!
Josefina Simón
Llegó el final del verano
con su frenético palpitar,
en el ambiente se instaló el otoño
con su melancólico despertar.
Otoño, bello difuminado de grises,
la estación del año incomprendida,
se presenta sin anunciar su llegada
y se marcha sin despedida.
Otoño, variable por naturaleza,
los colores que nos brinda
dorados, ocres y marrones
son para cualquier pintor
un reto de mil amores.
Otoño, con su voz plañidera
nos alerta y nos prepara
a todo ser viviente en la Tierra
para acoger de buena manera
la cuarta estación venidera.
Sin embargo, no todo es adverso,
hay cosas en él extraordinarias,
ensancha el corazón con su caricia
y encuentra la paz que necesita el alma:
Hojas remolineadas por el viento
que vienen y van como las olas,
ofreciendo en cada momento
un espectáculo de luz y sombras.
Yo quisiera, Otoño querido,
acunarme entre tus brazos,
darte el más sincero de los abrazos
y decirte seas por siempre ¡Bienvenido!
Josefina Simón