Yo creo que la ambientación medieval, o en la Antigüedad, es casi inevitable en el género fantástico, una vez que asumes la existencia de magia ya impides una evolución "normal", es decir, como sucedió en nuestro mundo con el surgimiento de la ciencia.
Al fin y al cabo, si puedes curar con imponer tus manos, espiar a tus enemigos solo con tu poder mental, viajar a través de portales interdimensionales o resucitar a los muertos, ¿para qué narices quieres medicina, cirugía, ciencia o armas de fuego?, un hechicero se convierte en un arma por sí mismo. La evolución científica deja de tener sentido, al fin y al cabo, si la magia funciona, ¿para qué quieres ciencia y técnica?.
Por eso los mundos fantásticos suelen ser mundos anclados en un medioevo o antigüedad perenne.
Al fin y al cabo, si puedes curar con imponer tus manos, espiar a tus enemigos solo con tu poder mental, viajar a través de portales interdimensionales o resucitar a los muertos, ¿para qué narices quieres medicina, cirugía, ciencia o armas de fuego?, un hechicero se convierte en un arma por sí mismo. La evolución científica deja de tener sentido, al fin y al cabo, si la magia funciona, ¿para qué quieres ciencia y técnica?.
Por eso los mundos fantásticos suelen ser mundos anclados en un medioevo o antigüedad perenne.
Nada es sencillo excepto la creencia en la sencillez.
El Dragón de Plata