30/04/2018 08:15 PM
Wow, buen tema.
Estoy muy de acuerdo con algunas de las cosas que los compañer@s ya han comentado. Con otras no tanto, como suele pasar. Sí que creo que es bueno fijarse metas difíciles (que uno considere que le será difícil conseguir, ya que por supuesto eso puede diferir de unos a otros). De hecho creo que no hacerlo es contraproducente. No creo que la ambición tenga que ver con la extensión, sobre todo si esa extensión se consigue a base de interminables descripciones del todo innecesarias (como ocurre con La Rueda del Tiempo, por poner un ejemplo). Se puede ser muy ambicioso con una novela de cien páginas, si en ella pretendes mostrar una idea compleja y bien trabajada, a la par que original, o si en esas páginas logras desarrollar un personaje de forma magistral, creando uno de esos personajes de los que los lectores nos enamoramos y no olvidamos jamás.
Respecto al comentario de Licordemanzana sobre Nolan… muy de acuerdo. Su tándem con Hans Zimmer en sus películas me parece brutal.
También estoy de acuerdo al cien por cien con Baquevory con respecto a Dragonlance (de los que mencionas los únicos que no he leído son La Nueva Generación). Añadiría también la tetralogía Forja de un Túnica Negro y el último relato del primer libro de los Cuentos de la Dragonlance, un relato llamado El Legado, escrito por Margaret Weis, que para los fans de Raistlin (como yo mismo) recomiendo encarecidamente leer. Para los que quieran leer algo de esta franquicia sin equivocarse, que elijan algo de Margaret Weis y Tracy Hickman, los autores originales de la saga, y no se equivocará jamás (eso sí, que se asegure de leerlos en el orden adecuado). He leído cinco o seis libros de otros autores y… nada que ver.
Como dijo Michael A. Stackpole en una ocasión, “si en algún momento (se refería a mientas escribimos nuestra novela) no tienes la sensación de haber mordido más de lo que puedes masticar, es que no estás haciendo bien tu trabajo”. Y estoy totalmente de acuerdo con eso.
Michael Douglas interpretando a Gordon Gekko en Wall Street decía: “La ambición, a falta de una palabra mejor, es buena, es necesaria y funciona”. También lo suscribo al cien por cien.
Respecto a lo de conocerse a sí mismo y demás… bueno, los límites se descubren al ponerlos a prueba. La ambición es una buena vara de medir, aunque cuando demos con nuestro techo nos duela.
Estoy muy de acuerdo con algunas de las cosas que los compañer@s ya han comentado. Con otras no tanto, como suele pasar. Sí que creo que es bueno fijarse metas difíciles (que uno considere que le será difícil conseguir, ya que por supuesto eso puede diferir de unos a otros). De hecho creo que no hacerlo es contraproducente. No creo que la ambición tenga que ver con la extensión, sobre todo si esa extensión se consigue a base de interminables descripciones del todo innecesarias (como ocurre con La Rueda del Tiempo, por poner un ejemplo). Se puede ser muy ambicioso con una novela de cien páginas, si en ella pretendes mostrar una idea compleja y bien trabajada, a la par que original, o si en esas páginas logras desarrollar un personaje de forma magistral, creando uno de esos personajes de los que los lectores nos enamoramos y no olvidamos jamás.
Respecto al comentario de Licordemanzana sobre Nolan… muy de acuerdo. Su tándem con Hans Zimmer en sus películas me parece brutal.
También estoy de acuerdo al cien por cien con Baquevory con respecto a Dragonlance (de los que mencionas los únicos que no he leído son La Nueva Generación). Añadiría también la tetralogía Forja de un Túnica Negro y el último relato del primer libro de los Cuentos de la Dragonlance, un relato llamado El Legado, escrito por Margaret Weis, que para los fans de Raistlin (como yo mismo) recomiendo encarecidamente leer. Para los que quieran leer algo de esta franquicia sin equivocarse, que elijan algo de Margaret Weis y Tracy Hickman, los autores originales de la saga, y no se equivocará jamás (eso sí, que se asegure de leerlos en el orden adecuado). He leído cinco o seis libros de otros autores y… nada que ver.
Como dijo Michael A. Stackpole en una ocasión, “si en algún momento (se refería a mientas escribimos nuestra novela) no tienes la sensación de haber mordido más de lo que puedes masticar, es que no estás haciendo bien tu trabajo”. Y estoy totalmente de acuerdo con eso.
Michael Douglas interpretando a Gordon Gekko en Wall Street decía: “La ambición, a falta de una palabra mejor, es buena, es necesaria y funciona”. También lo suscribo al cien por cien.
Respecto a lo de conocerse a sí mismo y demás… bueno, los límites se descubren al ponerlos a prueba. La ambición es una buena vara de medir, aunque cuando demos con nuestro techo nos duela.
La lealtad debe estar por encima de todo excepto del honor.