09/05/2018 09:38 AM
Del todo de acuerdo, obviamente los personajes no se crean solos, pero lo que el autor resiente al contar lo que hacen, piensan y sienten no es que los está creando sino que los está descubriendo. Vamos, es como meterse en un mundo de mirón, revolotear descubriendo sitios y según lo que encuentras, según la situación, te topas con tal o tal personaje, te parece interesante, conoces a los personajes que este conoce y te detienes a curiosear como un niño A eso se suma por supuesto el juego de las palabras que hay que teclear, pero incluso eso lo moldeas al espíritu del protagonista. Por eso hace falta bastante concentración e inmersión de la parte del autor y, al estar así metido, olvida por un momento que es un ser pensante —sigue sintiendo y tecleando, eso sí, pero ahora lo que premia es el protagonista y lo que él ve, piensa y percibe. No es que el autor se identifique completamente con el protagonista, es que se echa a un lado para permitir que este viva a su antojo —o casi, según las restricciones que uno se impone por salvaguardar un estilo (acción, equilibrio de la trama, traducibilidad, …).
Buah, viva la escritura
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