09/05/2018 06:56 PM
(09/05/2018 06:13 PM)Baquevory Wrote: No tiene por qué. He insistido en que para que un texto pueda ser tenido por literatura, tiene que ser susceptible de ser leído como tal. No tiene por qué haber un lector concreto que lo lea como literatura para que el texto pueda ser considerado así. Si el texto se presta a ser leído como tal, es cuestión de tiempo que haya lectores que lo lean como fin en sí mismo.
La pregunta sigue siendo por qué esas condiciones te parecen suficientes, frente a otras que no lo son, para considerar la novela automáticamente como literatura, y otro tipo de textos no. Dicho de otra manera, por qué te parecen condiciones suficientes frente a cualquier otra para considerar que algún lector lo leerá como fin en sí mismo.
(09/05/2018 06:13 PM)Baquevory Wrote: Estoy aludiendo a los textos, en tanto que los textos se prestan o no a tener lectores que los lean con ese determinado fin. Da igual que los textos tengan lectores en concreto; mientras que sean susceptibles de tener posibles lectores futuros que en potencia vayan a leerlos como literatura, el texto se puede considerar perfectamente una obra literaria.
De nuevo, estás reduciendo la posibilidad de leer un texto como fin en sí mismo (es decir, a la capacidad del lector de decidir cómo leer un texto, de leerlo de distintas maneras que incluirían la del fin en sí mismo) a una serie de rasgos concretos del texto.
(09/05/2018 06:13 PM)Baquevory Wrote: ¿Cuáles?
La más obvia, siguiendo el juego de tu alusión anterior (aunque optando por el aspecto más restringido de lo poético, jeje), el propio ritmo de la composición. Para ver todos los juegos que se pueden incluir en dicha consideración, o derivarse de la misma, remito a los diccionarios de estilística y métrica, por ejemplo, o a otras obras relacionadas
(09/05/2018 06:13 PM)Baquevory Wrote: ¿Por qué te lo parece tanto?Porque la capacidad de establecer fines, más aún cuando hablamos de fines en sí mismos, alude directamente a la capacidad de otorgar distintas valoraciones a una misma realidad; es esto lo que nos permite hablar de sujetos, y lo que nos exige hablar de subjetividades. Reducir el ámbito de las finalidades a una serie de procedimientos objetivos es destruir el ámbito de las finalidades, en sentido estricto. O bien lo que obtenemos es un cajón de sastre inabarcable porque, dado que los fines no dependen de las realidades en sí, cualquier conjunto de procedimientos sería susceptible de ser enfrentado con la finalidad requerida, lo cual destruye toda capacidad explicativa. Y si jugamos con los conceptos de manera más laxa, acabamos decidiendo que hay subjetividad u objetividad hasta donde nos conviene; ahí es donde veo el salto conceptual: depende del lector, pero no enteramente del lector; no depende del lector, pero sí un poquito. Esto último nos exige definir un baremo, y a la vez nos permite aceptar cualquier baremo, pues descartar los usos estrictos de la terminología ha desdibujado las normas; de modo que podemos seguir apoyando la teoría en el concepto del "fin en sí mismo" y poner un límite, digamos, en los requisitos de novela que comentabas. Resumiendo: me parece un "salto conceptual" porque descarta usos estrictos de los conceptos relativos a la "finalidad".
"Angels can fly because they take themselves lightly."
"To be educated means to be able to play gracefully with ideas."
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