(23/05/2018 12:23 PM)Licordemanzana Wrote: La diferencia es que en Harry Potter te dicen que ser "bueno" es chungo, la balanza se inclina hacia ese lado solo con dificultad; tú lo ves como lo "fácil", lo que hace que las cosas se resuelvan "sin hacer nada"... yo hago otra lectura. Y me parece mucho más realista que llegar a ser bueno por "saturación" como Bastian... pero bueno
¿Bastian bueno por saturación? ¿Poco realista? Antes de valorar esto, repasemos la trayectoria del personaje hasta llegar a su redención final. Su evolución, de forma muy resumida, sigue las siguientes etapas:
- Nos encontramos, al inicio de la novela, a Bastian huérfano de madre, increíblemente gordo, sin amigos y sufriendo bullying a diario; un Bastian que no tiene nadie que le comprenda, al que solo la literatura le aporta algo de interés en su vida.
- La situación original le lleva a hacer los actos que dan inicio a toda la acción novelesca: Bastian se refugia en una librería huyendo de los abusones, allí roba un libro y después se salta las clases para leer lo que acaba de robar. Hasta el momento, todo parece bastante verosímil. Su reacción es lógica, teniendo en cuenta su situación inicial.
- Leyendo el libro robado, Bastian se da cuenta de que se encuentra ante un artefacto sobrenatural que lo está comunicando con otro mundo: Fantasía. Ese otro mundo está en peligro y necesita un salvador: el propio Bastian, que acaba transportándose a Fantasía. Allí recibe el artefacto más poderoso de esa realidad, el AURYN, y con él logra restaurar una realidad que estaba increíblemente deteriorada. Pasa de ser un gordo al que nadie quiere a convertirse en un héroe aclamado por todos.
- De no tener a nadie que lo comprendan, en el mundo de Fantasía logra encontrarse con quienes serán sus mejores amigos hasta la fecha: Atreyu y Fujur.
- Ser "el salvador" y estar rodeado de gente que lo admira, lo comprende y lo ama se le acaba subiendo demasiado a la cabeza. Seguir poseyendo el artefacto más poderoso de esa realidad y estar siendo adulado constantemente por una de las hechiceras más formidables de Fantasía son los motivos que acaban dilapidándolo en el más absoluto delirio megalómano. Se propone, a partir de ese momento, conquistar el mundo al que acaba de salvar, del cual se cree legítimo gobernante.
- Su delirio megalómano alcanza tal fuerza que acaba priorizando su vanidad personal frente a las relaciones con las personas a las que ama. No le importa, por ello, destruir su amistad con Atreyu y Fujur y atentar contra los intereses de los que eran sus mejores amigos. Logra, de esa forma, sembrar una destrucción importante en toda Fantasía y someterla de una forma bastante cruel.
- El artefacto mágico que le proporcionaba todo su poder, el AURYN, se le empieza a ir por completo de las manos. Descubre que su poder es ilimitado, pero su coste es excesivo: por cada deseo que le concede, un recuerdo suyo se pierde por completo. De tanto utilizarlo, henchido de soberbia, acaba olvidando todos sus recuerdos. Su megalomanía le lleva a la destrucción de su propia identidad: obsesionado únicamente con el poder, acaba olvidando siquiera quién es él.
"¡Que la vida se tome la pena de matarme
ya que yo no me tomo la pena de vivir!"