31/07/2018 03:43 PM
(This post was last modified: 31/07/2018 03:46 PM by Licordemanzana.)
Volvemos a lo mismo. ¿Hay una codificación de lo que debe ser el género? Claro, es lo que permite hablar de un género determinado. Ahora bien, ¿todo lo que escape a dicha codificación suscitará polémica que siempre jugará en contra de la novedad? Solamente si lo que pretende es que se le incluya dentro del género, es decir, se trata de un conflicto tan básico como el de querer que se te considere parte de un grupo ya establecido y con unas señas de identidad bien definidas al mismo tiempo que tu propósito es desmarcarte de dichas señas; la primera pregunta que se plantea aquí es la del sentido de dichos deseos contrapuestos.
De lo que trata la evolución es de que los cambios que tienen lugar en un determinado ámbito sean los suficientes como para responder a las nuevas necesidades sin que lleguen a ser tantos que destruyan el propio ámbito. Si tu innovación lingüística es tal que usas palabras desconocidas por el resto de la gente, nadie te entiende y la comunicación y consecuente propagación de la novedad se extingue, así como caso extremo. Si tu ruptura con la codificación de un género es tan grande que se acerca más a otros géneros que a aquel en el que por alguna razón quieres inscribirte, será lógico que se te considere dentro de otros géneros antes que en aquel, o incluso en tierra de nadie.
Luego puede haber debate acerca de en qué consiste dicha codificación, o intercambio de lo que ésta supone para cada uno, y ahí juega la libertad del lector de leer con las claves que quiera: los ejemplos que pones de la polémica de Star Wars y del feudalismo en fantasía épica señalan que puede haber divergencia en dichas consideraciones, lo cual apunta a una diversidad de lecturas de las mismas obras... y de la existencia de diferentes públicos. Todo esto no juega necesariamente en contra del autor, o de su mensaje, o de su mentalidad; solo en contra de su admisión dentro de un determinado ámbito en un momento dado y por parte de determinadas personas. Otra cosa es que se busque su admisión en todo momento y por parte de todo al mundo, o al menos de una mayoría, y ahí juegas por necesidad con los elementos más comunes, más codificados, los que van a apelar al lector con más que la propia obra, relacionando la misma con todo el trasfondo del género, de las lecturas que puedan tenerse ya del mismo... para conseguir que resuene con más fuerza una obra en un público amplio, la clave son las referencias con las que puede entroncar: si algo te evoca recuerdos de tu propia vida, te llama con más fuerza que algo que simplemente es tan nuevo que tardará en decirte algo; lo mismo ocurre con la literatura y con los géneros y con la comercialización del tema por esos cauces y no tiene nada de malo. Y es precisamente de esta manera como el público está definiendo constantemente el sentido de las distintas corrientes: la oferta tiene que entroncar con todo ese bagaje literario y vital que las personas traen consigo si quiere tener éxito.
Por supuesto, a diferentes bagajes literarios, diferentes tipos de conexión; que el mercado esté principalmente orientado al bagaje literario medio es natural, y de hecho es una ayuda a la hora de servir de colchón a partir de el cual generar ofertas alternativas: el desarrollo de la industria editorial (y de la industria en general a partir de la maximización de clientela y beneficios) termina facilitando las cosas a quienes quieren generar oferta específica a nichos minoritarios, lo cual abre la puerta para una progresiva modificación de las tendencias más generales. ¿Lento ese proceso? Necesariamente lento, aunque cada vez más rápido, y más rápido cuanto más crezca la capacidad de convocar masas más amplias de consumidores (con un poder de consumo mucho mayor que se traduce en un incremento de los beneficios del sector, que puede a partir de estos recursos crecientes aumentar y optimizar su producción), generando en respuesta una evolución de la industria que facilite las cosas para los sectores más reducidos. Esos medios que utiliza la industria para generar éxitos, redundan en medios para las ramas minoritarias. Otra cosa es que el ritmo de esta evolución parezca lento, repito, y que la idea sea que tal o cual tendría que ganar más, o que a la gente tendría que gustarle tal cosa... pero es que si lo que se quiere es contar con grandes masas de consumidores, hay que pasar por el aro de adaptarse a dichas masas; la ilusión de que la industria no se adapta a su clientela no pasa de ser, en mi opinión, un reflejo del deseo de uno de poder pasarse por el forro a dicha clientela y seguir contando con su apoyo, es decir, de minimizar el reto.
¿Pides un momento que sea posible tomar como ejemplo de una influencia del público lo suficientemente poderosa como para definir el sentido de una obra o corriente? Desde el momento en que la evolución de una determinada corriente es lenta, progresiva, y entronca fuertemente con todos sus elementos previos, es señal de que hay una influencia poderosa del público. Las grandes variaciones se producen a menudo en autores liberados de la expectativa de apelar a grandes masas de lectores. Y la asimilación de esas grandes variaciones, cuando se da, es gracias a una infraestructura poderosa generada a partir de la obediencia previa a dicha influencia del público.
Ya siento el tochaco, me he emocionado xD
De lo que trata la evolución es de que los cambios que tienen lugar en un determinado ámbito sean los suficientes como para responder a las nuevas necesidades sin que lleguen a ser tantos que destruyan el propio ámbito. Si tu innovación lingüística es tal que usas palabras desconocidas por el resto de la gente, nadie te entiende y la comunicación y consecuente propagación de la novedad se extingue, así como caso extremo. Si tu ruptura con la codificación de un género es tan grande que se acerca más a otros géneros que a aquel en el que por alguna razón quieres inscribirte, será lógico que se te considere dentro de otros géneros antes que en aquel, o incluso en tierra de nadie.
Luego puede haber debate acerca de en qué consiste dicha codificación, o intercambio de lo que ésta supone para cada uno, y ahí juega la libertad del lector de leer con las claves que quiera: los ejemplos que pones de la polémica de Star Wars y del feudalismo en fantasía épica señalan que puede haber divergencia en dichas consideraciones, lo cual apunta a una diversidad de lecturas de las mismas obras... y de la existencia de diferentes públicos. Todo esto no juega necesariamente en contra del autor, o de su mensaje, o de su mentalidad; solo en contra de su admisión dentro de un determinado ámbito en un momento dado y por parte de determinadas personas. Otra cosa es que se busque su admisión en todo momento y por parte de todo al mundo, o al menos de una mayoría, y ahí juegas por necesidad con los elementos más comunes, más codificados, los que van a apelar al lector con más que la propia obra, relacionando la misma con todo el trasfondo del género, de las lecturas que puedan tenerse ya del mismo... para conseguir que resuene con más fuerza una obra en un público amplio, la clave son las referencias con las que puede entroncar: si algo te evoca recuerdos de tu propia vida, te llama con más fuerza que algo que simplemente es tan nuevo que tardará en decirte algo; lo mismo ocurre con la literatura y con los géneros y con la comercialización del tema por esos cauces y no tiene nada de malo. Y es precisamente de esta manera como el público está definiendo constantemente el sentido de las distintas corrientes: la oferta tiene que entroncar con todo ese bagaje literario y vital que las personas traen consigo si quiere tener éxito.
Por supuesto, a diferentes bagajes literarios, diferentes tipos de conexión; que el mercado esté principalmente orientado al bagaje literario medio es natural, y de hecho es una ayuda a la hora de servir de colchón a partir de el cual generar ofertas alternativas: el desarrollo de la industria editorial (y de la industria en general a partir de la maximización de clientela y beneficios) termina facilitando las cosas a quienes quieren generar oferta específica a nichos minoritarios, lo cual abre la puerta para una progresiva modificación de las tendencias más generales. ¿Lento ese proceso? Necesariamente lento, aunque cada vez más rápido, y más rápido cuanto más crezca la capacidad de convocar masas más amplias de consumidores (con un poder de consumo mucho mayor que se traduce en un incremento de los beneficios del sector, que puede a partir de estos recursos crecientes aumentar y optimizar su producción), generando en respuesta una evolución de la industria que facilite las cosas para los sectores más reducidos. Esos medios que utiliza la industria para generar éxitos, redundan en medios para las ramas minoritarias. Otra cosa es que el ritmo de esta evolución parezca lento, repito, y que la idea sea que tal o cual tendría que ganar más, o que a la gente tendría que gustarle tal cosa... pero es que si lo que se quiere es contar con grandes masas de consumidores, hay que pasar por el aro de adaptarse a dichas masas; la ilusión de que la industria no se adapta a su clientela no pasa de ser, en mi opinión, un reflejo del deseo de uno de poder pasarse por el forro a dicha clientela y seguir contando con su apoyo, es decir, de minimizar el reto.
¿Pides un momento que sea posible tomar como ejemplo de una influencia del público lo suficientemente poderosa como para definir el sentido de una obra o corriente? Desde el momento en que la evolución de una determinada corriente es lenta, progresiva, y entronca fuertemente con todos sus elementos previos, es señal de que hay una influencia poderosa del público. Las grandes variaciones se producen a menudo en autores liberados de la expectativa de apelar a grandes masas de lectores. Y la asimilación de esas grandes variaciones, cuando se da, es gracias a una infraestructura poderosa generada a partir de la obediencia previa a dicha influencia del público.
Ya siento el tochaco, me he emocionado xD
"Angels can fly because they take themselves lightly."
"To be educated means to be able to play gracefully with ideas."
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