Aún no he terminado el libro, pero lo cierto es que, aunque me gusta el argumento, hay algo que no acaba de cuajar. El principio prometía mucho, pero ha patinado un poco según iba avanzando.
Raoden, por ejemplo, es un personaje muy poco creíble. Apenas se ha lamentado por haberse transformado en elantrino, es como si no le importase haber pasado de heredero al trono a un enfermo muerto en vida. Su decisión de mejorar las cosas en Elantris es muy poco meditada, casi parece que es su propósito vital desde siempre.
Sarene resulta un protagonista pesado, demasiado cristalino en ocasiones y falso en otras, pero nada profundo. Mientras Hrathen (¿Cómo se pronuncia esa h?) parece tener dudas y ser muy complejo, no es así con los otros dos.
Creo que esos son los grandes fallos de Elantris. Aún así, me está gustando. Hecho en falta los temas más profundos que encontré en Mistborn, pero las pugnas de Hrathen, un hombre con conciencia de quien se espera que no la tenga, contra si mismo le dan mucha profundidad a esta historia.
Raoden, por ejemplo, es un personaje muy poco creíble. Apenas se ha lamentado por haberse transformado en elantrino, es como si no le importase haber pasado de heredero al trono a un enfermo muerto en vida. Su decisión de mejorar las cosas en Elantris es muy poco meditada, casi parece que es su propósito vital desde siempre.
Sarene resulta un protagonista pesado, demasiado cristalino en ocasiones y falso en otras, pero nada profundo. Mientras Hrathen (¿Cómo se pronuncia esa h?) parece tener dudas y ser muy complejo, no es así con los otros dos.
Creo que esos son los grandes fallos de Elantris. Aún así, me está gustando. Hecho en falta los temas más profundos que encontré en Mistborn, pero las pugnas de Hrathen, un hombre con conciencia de quien se espera que no la tenga, contra si mismo le dan mucha profundidad a esta historia.
Adelante, pues. El destino nos aguarda.