17/05/2019 08:43 AM
Podrías escribir una novela erótica desde el punto de vista de una persona asexual, diría que no se ha hecho nunca...
Por otro lado, si quieres escribir una novela erótica normal, pues tienes varias opciones, siendo un foro de fantasía, te recomiendo, Mitos eróticos de todo el mundo de Shahrukh Husain, que como dice el título, es una antología de relatos eróticos basados en mitos de diferentes pueblos.
También puedes leer obras como Diario de una ninfómana y su secuela Diario de una mujer pública de Valérie Tasso o Los cien golpes de Melissa P., pues son obras basadas en la vida de las autoras.
Por aquí tengo Las cinco mil maneras de Laura Eive, otro conjunto de relatos eróticos que en su día financié en la campaña de crowdfunding pero que, como tantos otros libros que tengo, está ahí pendiente de leer; si acaso puedo actualizar la recomendación cuando lo haya leído.
Lo cierto es que literatura erótica (al menos en lo que a novelas se refieren) he leído poca cosa más, literalmente, una cosa más: Mira lo que tengo de José María Valtueña, que me llamó la atención por tratar un tema como el de la zoofilia, pero que más allá de narrar algo tan escabroso resulta en general mediocre, en parte porque es un señor escribiendo sobre una adolescente, así que se nota que no queda natural del todo —tampoco ayuda que el autor se haga, y aprovecharé la temática para el símil, una autofelación hablando de lo buena que es otra obra suya, a través de la protagonista—, aunque creo que puede valer al ser una obra en primera persona.
Sino siempre están los clásicos: Lolita, Madame Bovary, Historia de O, La filosofía en el tocador y otras obras de Sade...
Como última recomendación, tienes Las crónicas de Gor, saga de fantasía con elementos sobre dominación y sumisión que tiene puntos en común con las prácticas BDSM.
Por otro lado, si quieres escribir una novela erótica normal, pues tienes varias opciones, siendo un foro de fantasía, te recomiendo, Mitos eróticos de todo el mundo de Shahrukh Husain, que como dice el título, es una antología de relatos eróticos basados en mitos de diferentes pueblos.
También puedes leer obras como Diario de una ninfómana y su secuela Diario de una mujer pública de Valérie Tasso o Los cien golpes de Melissa P., pues son obras basadas en la vida de las autoras.
Por aquí tengo Las cinco mil maneras de Laura Eive, otro conjunto de relatos eróticos que en su día financié en la campaña de crowdfunding pero que, como tantos otros libros que tengo, está ahí pendiente de leer; si acaso puedo actualizar la recomendación cuando lo haya leído.
Lo cierto es que literatura erótica (al menos en lo que a novelas se refieren) he leído poca cosa más, literalmente, una cosa más: Mira lo que tengo de José María Valtueña, que me llamó la atención por tratar un tema como el de la zoofilia, pero que más allá de narrar algo tan escabroso resulta en general mediocre, en parte porque es un señor escribiendo sobre una adolescente, así que se nota que no queda natural del todo —tampoco ayuda que el autor se haga, y aprovecharé la temática para el símil, una autofelación hablando de lo buena que es otra obra suya, a través de la protagonista—, aunque creo que puede valer al ser una obra en primera persona.
Sino siempre están los clásicos: Lolita, Madame Bovary, Historia de O, La filosofía en el tocador y otras obras de Sade...
Como última recomendación, tienes Las crónicas de Gor, saga de fantasía con elementos sobre dominación y sumisión que tiene puntos en común con las prácticas BDSM.