Lo de las "venus gordotas" y "la Tierra cribando" no me ha encajado demasiado bien, pero por lo demás me ha gustado mucho. La esperanza de vida de una hormiga puede resultarnos tan insignificante a nosotros, como a cualquier estrella le resultará la nuestra, pero al final todos tenemos fecha de caducidad. Independientemente de eso, tu descripción me recuerda a esas noches veraniegas, tan próximas, en las que me tumbo en la hierba con el único objeto de admirar el cielo cubierto de estrellas, algunas ya muertas, mientras las Perseidas se lucen entre ellas. Hasta que saltan los aspersores y tengo que salir corriendo.
Te equivocaste, brujo. Confundiste el cielo con las estrellas reflejadas en la superficie de un estanque.