12/10/2020 09:52 PM
(This post was last modified: 12/10/2020 09:53 PM by Tholdeneir.)
"—Éstos hombres que derrotamos anoche, tramaban un dominio oligárquico en sus ciudades —habló la mujer—, La secta de su nobleza estaba convencida de que la grandeza solo puede provenir de una alteza espiritual y mágica que deriva en la bienaventuranza material y económica. Querían que gobernaran los más ricos, porque estaban convencidos que eran los más ascendidos.
Estaban en una terraza en la cima de la torre de la muralla de la ciudad elevada y flotante. Ambos estaban de pie en la orilla observando el atardecer y las nubes más abajo, que moviéndose lentamente cubrían de manera majestuosa los paisajes verdes a lo lejos.
—Supimos que los Iósiros se estaban mezclando con la corte de los gobernantes, de manera sigilosa y con su plan de antaño de no dejar a nadie con vida —respondió el joven sirio.
—En parte es su ideología. Desde tiempos inmemorables, el antiquísimo Belmor se ha nombrado maestro de los Hombres incautos. Él sigue con su milenaria vida, por lo cual no está de más estar alerta a las estrategias de los de su casta.
El sol ya empezaba a esconderse entre las montañas. Y el cielo se pintaba en colores vívidos de amarillo y rojo, con las nubes formando figuras sobre el siempre inalcanzable horizonte".
Diálogo final, El Viaje del Sirio.
Estaban en una terraza en la cima de la torre de la muralla de la ciudad elevada y flotante. Ambos estaban de pie en la orilla observando el atardecer y las nubes más abajo, que moviéndose lentamente cubrían de manera majestuosa los paisajes verdes a lo lejos.
—Supimos que los Iósiros se estaban mezclando con la corte de los gobernantes, de manera sigilosa y con su plan de antaño de no dejar a nadie con vida —respondió el joven sirio.
—En parte es su ideología. Desde tiempos inmemorables, el antiquísimo Belmor se ha nombrado maestro de los Hombres incautos. Él sigue con su milenaria vida, por lo cual no está de más estar alerta a las estrategias de los de su casta.
El sol ya empezaba a esconderse entre las montañas. Y el cielo se pintaba en colores vívidos de amarillo y rojo, con las nubes formando figuras sobre el siempre inalcanzable horizonte".
Diálogo final, El Viaje del Sirio.