12/06/2016 07:23 PM
Qué interesante pregunta ^ ^ Voy a animarme a inaugurar las respuestas
En mi caso... la verdad es que cada vez que escribo suele ser impelido por una cosa diferente. El desencadenante siempre es como un vahído xD, un boom de creatividad esporádico, y supongo que las formas más corrientes en que se me suele presentar este estallido suelen ser: una imagen, así como una escena de película, que a mí me resulta muy "potente"; ò un sentimiento, una emoción... algo que me apetece imprimirle a uno de mis personajes en una situación determinada, como cuando piensas... «qué interesante sería que se diese X conflicto en X hipotético mundo...». A veces han surgido así de la nada, otras inspiradas en letras de canciones, música clásica, sueños, cuadros, conversaciones...
Mi problema es que a partir de ese "boom", a pesar de recrear la idea que está en mi cabeza y quedar más o menos satisfecho con el resultado, me cuesta horrores insertarlo en una historia más extensa (muchas veces termino teniendo la sensación de que el resto del argumento es una mera justificación de esa idea primigenia que me vino a la mente u.u). De hecho, en el ordenador tengo una carpeta guardada con unas cuantas escenas puntuales e inconexas que se me ocurren de vez en cuando y siento la urgencia de escribir. Para intentar sacarles el máximo partido, tengo una aberrante obsesión a la hora de revisar cada fragmento del texto millones de veces, leyéndolo para mí mismo y tratar de sentir cómo suena, qué sensaciones causa... Como ya dije, en el mejor de los casos quedo "más o menos satisfecho con el resultado", casi nunca releo algo escrito y siento que se ajusta al 100% a la idea que quería transmitir (y esta idea me da cierto pesar pero es una de mis principales motivaciones a la hora de escribir, no alcanzar ese listón supone un reto muy estimulante )
Por último... generalmente no sé qué va a pasar en mi historia mientras escribo, apenas tengo un par de puntos pensados de la trama (las ya mencionadas escenas, y algún giro argumental —-no puedo evitar usar giros argumentales-— que se me ocurra en el momento) y el desarrollo va fluyendo según voy redactando.
Ni qué decir en los retos del foro, cuando además de hacer todo esto toca ceñirse al odioso pero necesario límite de palabras. Aún así me gusta participar: leer, comentar, dar y recibir comentarios... siento que he aprendido mucho las pocas veces que he participado, y son una buena excusa para desoxidar los engranajes literarios ^ ^
Un saludo! (y nos dejas con la intriga sobre tu respuesta, gatuño).
En mi caso... la verdad es que cada vez que escribo suele ser impelido por una cosa diferente. El desencadenante siempre es como un vahído xD, un boom de creatividad esporádico, y supongo que las formas más corrientes en que se me suele presentar este estallido suelen ser: una imagen, así como una escena de película, que a mí me resulta muy "potente"; ò un sentimiento, una emoción... algo que me apetece imprimirle a uno de mis personajes en una situación determinada, como cuando piensas... «qué interesante sería que se diese X conflicto en X hipotético mundo...». A veces han surgido así de la nada, otras inspiradas en letras de canciones, música clásica, sueños, cuadros, conversaciones...
Mi problema es que a partir de ese "boom", a pesar de recrear la idea que está en mi cabeza y quedar más o menos satisfecho con el resultado, me cuesta horrores insertarlo en una historia más extensa (muchas veces termino teniendo la sensación de que el resto del argumento es una mera justificación de esa idea primigenia que me vino a la mente u.u). De hecho, en el ordenador tengo una carpeta guardada con unas cuantas escenas puntuales e inconexas que se me ocurren de vez en cuando y siento la urgencia de escribir. Para intentar sacarles el máximo partido, tengo una aberrante obsesión a la hora de revisar cada fragmento del texto millones de veces, leyéndolo para mí mismo y tratar de sentir cómo suena, qué sensaciones causa... Como ya dije, en el mejor de los casos quedo "más o menos satisfecho con el resultado", casi nunca releo algo escrito y siento que se ajusta al 100% a la idea que quería transmitir (y esta idea me da cierto pesar pero es una de mis principales motivaciones a la hora de escribir, no alcanzar ese listón supone un reto muy estimulante )
Por último... generalmente no sé qué va a pasar en mi historia mientras escribo, apenas tengo un par de puntos pensados de la trama (las ya mencionadas escenas, y algún giro argumental —-no puedo evitar usar giros argumentales-— que se me ocurra en el momento) y el desarrollo va fluyendo según voy redactando.
Ni qué decir en los retos del foro, cuando además de hacer todo esto toca ceñirse al odioso pero necesario límite de palabras. Aún así me gusta participar: leer, comentar, dar y recibir comentarios... siento que he aprendido mucho las pocas veces que he participado, y son una buena excusa para desoxidar los engranajes literarios ^ ^
Un saludo! (y nos dejas con la intriga sobre tu respuesta, gatuño).
Ob-la-di Ob-la-da