15/10/2016 02:47 PM
Bueno, es una cuestión que atañe a todos los autores que tienen la suerte de tener a beta-readers y otros lectores. Obviamente una persona, por muy entrenada que esté en la escritura, cometerá fallos, y a veces es necesario que se los señale otra persona.
Personalmente, yo tengo en casa a unos críticos que no dejan títere con cabeza así que más me vale tener una buena capacidad para oír críticas xD Lo mejor es que las críticas cubren aspectos distintos: el enfoque «realista» —que hace que todos los personajes actúen acorde con su carácter y que el mundo siga las reglas establecidas (al usar un mismo mundo para escribir mis sagas, es algo que no puedo pasar por alto)—; el enfoque como lector normal —que se centra en cazar los párrafos o escenas donde se pierde atención y se asegura de que el contenido resulte entretenido y equilibrado—; y el enfoque «lógico» —que caza los bugs tontos, como descripciones erróneas, eventos que no cuadran…
En lo relativo a lo explícito que sea la crítica tampoco me molesta mucho. Lo esencial es que la crítica transmita las impresiones que le ha dejado cada escena, unas frases del estilo: «No sé por qué, pero en este trozo he perdido la atención» o «Este trozo no me parece como el resto, podría estar mejor». No hace realmente falta que se explique por qué, mientras se sea sincero: a fin de cuentas la tarea de arreglar las cosas me incumbe a mí.
Por otro lado, también hay que tener bastante cuidado con las críticas: hay que aprender a interpretarlas. Siempre hay que tener presente que, cuando no se trata de errores «objetivos», lo que te están dando son opiniones y a veces el escritor puede llegar a interpretarlas mal y cambiar algo que estaba bien y empeorar el resultado. Más de una vez me ha pasado que cambiando algún detalle toda la impresión que se daba al lector cambiase positivamente cuando a primera vista el error parecía ser de mayor magnitud. También es útil cuando recibes varias críticas encontradas sobre un mismo trozo, algunas diciendo que les gusta, otras diciendo que se podría mejorar: muy probablemente en esas circunstancias se trate de algún detalle —una frase o incluso simplemente una palabra— que haga surgir ese divergencia de opiniones. Y, al contrario, otras veces, al recibir una pequeña crítica en algún pasaje, se te enciende la linterna y cambias toda una conversación —claro que hay que asegurarse luego de que realmente es mejor, pero por ahora siempre lo ha sido.
Aun así, he descubierto que prefiero escribir un libro completo antes de enseñarlo a nadie, porque sé, mientras escribo, que habrá escenas que retocaré sobre la marcha y no quiero tampoco que las críticas se vean afectadas por tanto cambio. Tampoco es que haya estado para nada mal que tuviese a lectores leyendo sobre la marcha mis primeras novelas, pero resultaba un poco apremiante
Resulta siempre motivante recibir críticas, tanto de gente que conozco como de gente que no conozco y, en cualquier caso, estoy segura de que todas ellas me han enseñado mucho. Cambia considerablemente la manera de escribir el saber que escribes no sólo para ti sino para otras personas, algo que de pequeña no tomaba tanto en consideración.
Con respecto a lo que dices, Válrrez, sobre las críticas constructivas y no constructivas, siempre me han gustado estos versos que escribió un poeta del siglo XIX:
El que tema la crítica, que viva
siempre en la oscuridad y que no escriba;
pero si escribe con razón, que tenga
fe en ella; que a la luz su libro arroje
y a soportar la crítica se avenga
del que juzgar su libro se le antoje.
Al que tiene talento verdadero
no le ahoga la crítica: le venga
de la mordacidad, de la malicia,
de la envidia de un Zoilo el mundo entero:
y la posteridad le hace justicia.
Si se funda la crítica en razones,
corríjase juicioso y reconozca
la exactitud de tales correcciones.
Ninguno es infalible; mas si al paso
le salen con mezquinas objeciones
o con indecorosas invectivas,
ni de éstas ni de aquéllas haga caso.
La sátira mordaz, las diatribas
prueban claro que aquel que las escribe,
las hace con rencor o con envidia;
y quien con odio o con envidia vive,
él la pena mayor es quien recibe,
pues con sus viles sentimientos lidia;
y el que de nimiedades se apercibe,
muestra, a más de que al público fastidia,
su mezquindad y sus instintos bajos,
y que, en su instinto ruin, mordiendo, vive,
a los que van delante, los zancajos;
gozque que, con risible impertinencia,
sale audaz a ladrar la diligencia.
(Álbum de un loco, introducción y prospecto, III, José Zorrilla)
Afortunadamente lo he acortado para que esto no parezca un libro de ciencia de la crítica ^^
Un tema interesante, en todo caso,
Saludos!
Personalmente, yo tengo en casa a unos críticos que no dejan títere con cabeza así que más me vale tener una buena capacidad para oír críticas xD Lo mejor es que las críticas cubren aspectos distintos: el enfoque «realista» —que hace que todos los personajes actúen acorde con su carácter y que el mundo siga las reglas establecidas (al usar un mismo mundo para escribir mis sagas, es algo que no puedo pasar por alto)—; el enfoque como lector normal —que se centra en cazar los párrafos o escenas donde se pierde atención y se asegura de que el contenido resulte entretenido y equilibrado—; y el enfoque «lógico» —que caza los bugs tontos, como descripciones erróneas, eventos que no cuadran…
En lo relativo a lo explícito que sea la crítica tampoco me molesta mucho. Lo esencial es que la crítica transmita las impresiones que le ha dejado cada escena, unas frases del estilo: «No sé por qué, pero en este trozo he perdido la atención» o «Este trozo no me parece como el resto, podría estar mejor». No hace realmente falta que se explique por qué, mientras se sea sincero: a fin de cuentas la tarea de arreglar las cosas me incumbe a mí.
Por otro lado, también hay que tener bastante cuidado con las críticas: hay que aprender a interpretarlas. Siempre hay que tener presente que, cuando no se trata de errores «objetivos», lo que te están dando son opiniones y a veces el escritor puede llegar a interpretarlas mal y cambiar algo que estaba bien y empeorar el resultado. Más de una vez me ha pasado que cambiando algún detalle toda la impresión que se daba al lector cambiase positivamente cuando a primera vista el error parecía ser de mayor magnitud. También es útil cuando recibes varias críticas encontradas sobre un mismo trozo, algunas diciendo que les gusta, otras diciendo que se podría mejorar: muy probablemente en esas circunstancias se trate de algún detalle —una frase o incluso simplemente una palabra— que haga surgir ese divergencia de opiniones. Y, al contrario, otras veces, al recibir una pequeña crítica en algún pasaje, se te enciende la linterna y cambias toda una conversación —claro que hay que asegurarse luego de que realmente es mejor, pero por ahora siempre lo ha sido.
Aun así, he descubierto que prefiero escribir un libro completo antes de enseñarlo a nadie, porque sé, mientras escribo, que habrá escenas que retocaré sobre la marcha y no quiero tampoco que las críticas se vean afectadas por tanto cambio. Tampoco es que haya estado para nada mal que tuviese a lectores leyendo sobre la marcha mis primeras novelas, pero resultaba un poco apremiante
Resulta siempre motivante recibir críticas, tanto de gente que conozco como de gente que no conozco y, en cualquier caso, estoy segura de que todas ellas me han enseñado mucho. Cambia considerablemente la manera de escribir el saber que escribes no sólo para ti sino para otras personas, algo que de pequeña no tomaba tanto en consideración.
Con respecto a lo que dices, Válrrez, sobre las críticas constructivas y no constructivas, siempre me han gustado estos versos que escribió un poeta del siglo XIX:
El que tema la crítica, que viva
siempre en la oscuridad y que no escriba;
pero si escribe con razón, que tenga
fe en ella; que a la luz su libro arroje
y a soportar la crítica se avenga
del que juzgar su libro se le antoje.
Al que tiene talento verdadero
no le ahoga la crítica: le venga
de la mordacidad, de la malicia,
de la envidia de un Zoilo el mundo entero:
y la posteridad le hace justicia.
Si se funda la crítica en razones,
corríjase juicioso y reconozca
la exactitud de tales correcciones.
Ninguno es infalible; mas si al paso
le salen con mezquinas objeciones
o con indecorosas invectivas,
ni de éstas ni de aquéllas haga caso.
La sátira mordaz, las diatribas
prueban claro que aquel que las escribe,
las hace con rencor o con envidia;
y quien con odio o con envidia vive,
él la pena mayor es quien recibe,
pues con sus viles sentimientos lidia;
y el que de nimiedades se apercibe,
muestra, a más de que al público fastidia,
su mezquindad y sus instintos bajos,
y que, en su instinto ruin, mordiendo, vive,
a los que van delante, los zancajos;
gozque que, con risible impertinencia,
sale audaz a ladrar la diligencia.
(Álbum de un loco, introducción y prospecto, III, José Zorrilla)
Afortunadamente lo he acortado para que esto no parezca un libro de ciencia de la crítica ^^
Un tema interesante, en todo caso,
Saludos!
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