16/04/2020 12:18 PM
Crimen se escribe con A de Irene Ferb. Es del género Chick lit, así que es de esperar que su calidad no esté muy allá, pero fue mucho peor de lo que pudiera haber esperado. He de decir que la sinopsis me llamó la atención cuando lo vi en la biblioteca:
Un nuevo caso cae en manos de la inspectora de homicidios Aridane: el extraño asesinato de una joven llamada Rebeca.
Tres sospechosos. Tres hombres que se citaron con Rebeca mediante Wonderful Love, una agencia de contactos de alto standing.
Tres citas. De incógnito, se citará con ellos y deberá estudiar todos sus gestos, sus palabras y sus vidas en busca de pistas que hagan avanzar la investigación.
Tres coartadas sólidas, pero uno de ellos tendrá que dar con sus huesos en la cárcel. Nuestra chica no dudará en hacer «lo que sea necesario» para descubrirle.
Su vida se complicará con cada cita y no será nada fácil señalar al asesino. Unas veces parecerá que nadie es culpable, otras veces lo parecerán los tres.
En una disparatada semana de infarto, tensión, pasión, dudas y mentiras, tendrá que apartar sus emociones y ser capaz de cerrar el caso.
No esperaba que fuera a ser un gran thriller, porque estaba claro que iba a centrarse más en el romance, pero esperaba que aunque el asesino fuera a ser fácil de descubrir, no lo sería el interés romántico y habría una especie de grafo romántico en el que la protagonista tendría que elegir entre los tres hombres mencionados; me sonaba bien, en casi todas las obras románticas el interés amoroso es único, y cuando no lo es, está claro con quién se queda, parecía que aquí no iba a hacer e iba a estar cambiando de parecer entre los tres. No es así, de hecho es evidente con cual se va a quedar desde su primer encuentro, a punto que es más evidente eso que quién es el asesino (¡en una novela donde el romance es más importante!), lo cual no estaría mal incluso cuando te meten un intento de triángulo romántico con calzador para que alguna cría que lea la obra no vea el final evidente (porque cualquier adulta, y más si suele leer este tipo de obras, sabe que eso es un mal intento de red herring).
Pero lo peor de todo es su protagonista, la he nombrado como el peor personaje policíaco que he visto nunca en cualquier medio. Todo porque en un determinado momento en el que ese (más que evidente) futuro novio es el sospechoso principal, ella pasa de todo para ayudarle; así explicado tal vez no se vea tan frustante e incluso suena como un buen personaje, ¡pero no! ¡Es horrible! ¡Peor que asesinos como Dexter, polis corruptos, lo que sea! ¡EL PEOR PERSONAJE POLICÍACO DE LA FICCIÓN!
Y por supuesto, ¿cómo obviar el hecho de que la protagonista sea un self-insert de la autora? Solo hay que leer la descripción que hace de Ariadne y ver la foto de la autora que hay en la solapa del libro...
¿El punto bueno? Es fácil de leer debido al género donde se engloba, así que aunque la trama y los personajes sean horribles, al final uno puede acabar de leerla sin demasiados problemas.
Un nuevo caso cae en manos de la inspectora de homicidios Aridane: el extraño asesinato de una joven llamada Rebeca.
Tres sospechosos. Tres hombres que se citaron con Rebeca mediante Wonderful Love, una agencia de contactos de alto standing.
Tres citas. De incógnito, se citará con ellos y deberá estudiar todos sus gestos, sus palabras y sus vidas en busca de pistas que hagan avanzar la investigación.
Tres coartadas sólidas, pero uno de ellos tendrá que dar con sus huesos en la cárcel. Nuestra chica no dudará en hacer «lo que sea necesario» para descubrirle.
Su vida se complicará con cada cita y no será nada fácil señalar al asesino. Unas veces parecerá que nadie es culpable, otras veces lo parecerán los tres.
En una disparatada semana de infarto, tensión, pasión, dudas y mentiras, tendrá que apartar sus emociones y ser capaz de cerrar el caso.
No esperaba que fuera a ser un gran thriller, porque estaba claro que iba a centrarse más en el romance, pero esperaba que aunque el asesino fuera a ser fácil de descubrir, no lo sería el interés romántico y habría una especie de grafo romántico en el que la protagonista tendría que elegir entre los tres hombres mencionados; me sonaba bien, en casi todas las obras románticas el interés amoroso es único, y cuando no lo es, está claro con quién se queda, parecía que aquí no iba a hacer e iba a estar cambiando de parecer entre los tres. No es así, de hecho es evidente con cual se va a quedar desde su primer encuentro, a punto que es más evidente eso que quién es el asesino (¡en una novela donde el romance es más importante!), lo cual no estaría mal incluso cuando te meten un intento de triángulo romántico con calzador para que alguna cría que lea la obra no vea el final evidente (porque cualquier adulta, y más si suele leer este tipo de obras, sabe que eso es un mal intento de red herring).
Pero lo peor de todo es su protagonista, la he nombrado como el peor personaje policíaco que he visto nunca en cualquier medio. Todo porque en un determinado momento en el que ese (más que evidente) futuro novio es el sospechoso principal, ella pasa de todo para ayudarle; así explicado tal vez no se vea tan frustante e incluso suena como un buen personaje, ¡pero no! ¡Es horrible! ¡Peor que asesinos como Dexter, polis corruptos, lo que sea! ¡EL PEOR PERSONAJE POLICÍACO DE LA FICCIÓN!
Y por supuesto, ¿cómo obviar el hecho de que la protagonista sea un self-insert de la autora? Solo hay que leer la descripción que hace de Ariadne y ver la foto de la autora que hay en la solapa del libro...
¿El punto bueno? Es fácil de leer debido al género donde se engloba, así que aunque la trama y los personajes sean horribles, al final uno puede acabar de leerla sin demasiados problemas.