23/02/2018 01:35 PM
Hay una regla de oro en la escritura: debes escribir para ti mismo. Tu tienes que ser tu primer lector y tu primer critico. Y es a ti al primero al que debe gustarle tu propia obra.
A partir de ahi, si decides darla a conocer en vez de guardarla en un oscuro cajon, debes estar preparado para recibir cualquier clase de critica, desde alabanzas y peloteo hasta insultos y faltas de respeto. Pasando logicamente por cualquier critica negativa pero constructiva. Las faltas de respeto simplemente hay que ignorarlas, pero a aquellas personas que te critiquen con educacion, lo primero es agradecerles el tiempo que te han dedicado a leerte y comentarte sus impresiones.
Ya luego es trabajo tuyo evaluar si llevan razon o no, o si indistintamente de que tengan razon tu quieres tu libro asi por alguna razon estetica o personal. Pero aqui ya entramos en el campo de las prioridades. Hay quien prefiere escribir algo para si mismo aunque luego pueda no gustar al gran publico y solo se lo compren cuatro gatos, y hay quien prefiere escribir para el gran publico ignorando el propio criterio para ser mas 'comercial'.
En definitiva, pensar que el lector siempre lleva la razon y la culpa es siempre del autor, es como lo de "el cliente siempre tiene la razon" en las tiendas. Es una falacia bien gorda.
A partir de ahi, si decides darla a conocer en vez de guardarla en un oscuro cajon, debes estar preparado para recibir cualquier clase de critica, desde alabanzas y peloteo hasta insultos y faltas de respeto. Pasando logicamente por cualquier critica negativa pero constructiva. Las faltas de respeto simplemente hay que ignorarlas, pero a aquellas personas que te critiquen con educacion, lo primero es agradecerles el tiempo que te han dedicado a leerte y comentarte sus impresiones.
Ya luego es trabajo tuyo evaluar si llevan razon o no, o si indistintamente de que tengan razon tu quieres tu libro asi por alguna razon estetica o personal. Pero aqui ya entramos en el campo de las prioridades. Hay quien prefiere escribir algo para si mismo aunque luego pueda no gustar al gran publico y solo se lo compren cuatro gatos, y hay quien prefiere escribir para el gran publico ignorando el propio criterio para ser mas 'comercial'.
En definitiva, pensar que el lector siempre lleva la razon y la culpa es siempre del autor, es como lo de "el cliente siempre tiene la razon" en las tiendas. Es una falacia bien gorda.
Emperador de las Montesas, Gran Kan de los Markhor, Duce de los Ibices y Lord Protector de Ovejas, Corderos y Otros Sucedáneos de Cabra