14/05/2019 07:33 AM
¿Alguien podría ser tan amable de explicarme cómo citar de la misma forma que lo has hecho tú? Llevo un buen rato peleando con ello y no he logrado aclararme. Mientras, te responderé sin citas, así que igual seré un poco inespecífico.
Antes de nada, me gustaría dejar claro que trataré de argumentar (en la medida de lo posible) ciñéndome a creación literaria, porque aunque compartan ciertos aspectos, redactar historias para ser vistas o redactarlas para ser leídas acaba necesitando de procesos y artimañas tan distintas que no creo que sea posible argumentar teniendo en cuenta ambos procesos a la vez. También querría decir que todo lo que diré lo baso en generalizaciones, por lo tanto intentaré huír de mencionar novelas concretas que rompen con lo establecido en el género, porque ahí sería necesario hablar de cada una de esas novelas por separado, porque suelen triunfar por cosas puntuales.
Sobre la primera parte de lo argumentado, yo creo que lo que comenté no se aleja en absoluto del tema que proponías. Para sorprender al lector es muy importante saber quién es el lector, porque no es lo mismo escribir para alguien acostumbrado al género de terror que a otro aficionado a la novela romántica. Por supuesto que los géneros no son absolutos y vemos casos de romances en historias de terror y otros de terror en novelas románticas, pero el hecho de que a unas se las denomine novelas de terror y a otras novelas románticas es porque hay una diferencia en el estilo general de la obra que hace que un género sea más evidente que los subgéneros que se le puedan atribuír. Un claro ejemplo podría ser la diferencia entre Drácula (cuyo motor son los romances de Drácula y de Jonathan con Mina) y Crepúsculo (que si no voy mal, porque no lo he leído y solo he visto las dos primeras películas, tiene como motor la relación de Bella con Jacob y Edward). Ambas novelas son clasificables dentro del género de Terror y del de Romance, pero creo que la inmensa mayoría las catalogaremos como novela de Terror o de Romance respectivamente (obviemos cualquier otra etiqueta por el bien del ejemplo). Al final, el hecho de que un lector acuda a leer Drácula y no Crepúsculo, es porque la etiqueta de terror atribuíble a Drácula le promete ciertas cosas que anda buscando, mientras que Crepúsculo, una novela catalogable más como Romance que como Terror, propone tratar el asunto de una forma totalmente distinta. Solo con tener esto en cuenta, yo entiendo que los giros de guión capaces de sorprender siempre estarán condicionados a esto: qué espera encontrarse el lector y cómo eres capaz de darle una vuelta. Otra forma de darle más peso a mi argumento creo que sería citar el simple hecho de que al lector lo atrae la etiqueta que vea en la película, y en caso de que esa etiqueta resulte estar equivocada, muy buena tendrá que ser la novela para que no me sienta engañado. Si voy a leerme "la mejor novela de ciencia ficción del año", seguramente me escocerá horrores haberme leído Milenium, por muy buena que sea la trama. El lector tiene unas expectativas, y si no se juega con ellas, no habrá sorpresa posible.
Dicho ésto, los deus ex machina están muy lejos de ser asumibles para gran parte del público (y me incluyo), pero no puedo evitar pensar que la gente se olvida de que hay deus ex machina que son clasificados como obras maestras y han sido consistentes para lectores muy exigentes. ¿Acaso el final de "la Guerra de los Mundos" (todo acaba por la repentina muerte de la especie invasora a causa de un virus), el primer Priori Incantatem de Harry Potter contra Voldemort (otra vez, un recurso impensable por el lector que salva JK porque "es magia y desconoces sus límites"), o incluso podría determinarse como un maravilloso Deus Ex Machina que al final de la Niebla... en fin, las cosas acaben como acaban. Una de las primeras películas que me vi siendo niño fue "el Mago de Oz", y he considerado la forma de morir de la bruja como un deus ex machina hasta que hace poco me leí la novela y me di cuenta del detalle de que con frecuencia aparece la bruja junto a un paraguas. Todo esto lo digo porque incluso los deus ex machina son asumibles con independencia de la exigencia del público, pero iincluso los deus ex hay que saber aceptarlos. Si al final de la Guerra de los Mundos se hubieran marchado los marcianos porque el príncipe alienígena se enamora profundamente de la vicepresidenta de los EEUU y decide que debe llevársela a su planeta, igual nos tiramos de los pelos, pero si este giro argumental lo aplicas en el mundo de Star Wars (ya se que es una película, pero admito que no he consumido mucha novela de ciencia ficción espacial como para poner un ejemplo mejor), hasta te puede parecer algo plausible en un momento determinado.
Respecto al fenómeno de Juego de Tronos he de decir que no puedo ser muy objetivo. Yo leí Canción de Hielo y Fuego en su día y siempre me pareció una saga maravillosa pero no apta para todos los lectores por la tremenda cantidad de información que hay que asimilar entre nombres y sucesos históricos. En contraste, la serie es una simplificación que se ha hecho grande (y esta es mi simple opinión) porque tras las primeras temporadas en las que lo mejor de la trama logró ser bien representado, llega una insufrible cantidad de inconsistencias en el guión (y empiezan en la temporada 3 o la 4, no mucho después) que solo hace perdurar la serie por la calidad de la imagen y el fenómeno social que te inducía a estar dentro y durante momentos era lo suficientemente agresiva como para criticar a cualquiera que sacara a relucir cualquier fallo argumental (y mira ahora, que resulta que lo divertido es ponerla a parir y criticar incluso las cosas coherentes solo porque están rodeadas de varias inconsistencias).
Lo que comentas de trabajar los detalles es algo muy sabido entre los que escriben, y es la famosa "pistola de Chejov" (no escribas sobre cosas que no tengan importancia para la historia, porque estás haciendo promesas al lector que no vas a cumplir). Sin embargo, para un aficionado a las novelas criminales, puede (y recalco el "puede", porque siempre está sujeto a aber darle uso como escritor) ser divertido ver cientos de pistolas de Chejov por la novela para poder jugar a detective descartando unas u otras junto al protagonista.
Perdón si me he explayado mucho, y aunque podría haber seguido, porque me encantan las dicusiones (solo las sanas y productivas, eso sí), creo que voy a cortar aquí para no tener que obligarte a contestar a mil cosas, jajaja. ¡Un saludo!
Antes de nada, me gustaría dejar claro que trataré de argumentar (en la medida de lo posible) ciñéndome a creación literaria, porque aunque compartan ciertos aspectos, redactar historias para ser vistas o redactarlas para ser leídas acaba necesitando de procesos y artimañas tan distintas que no creo que sea posible argumentar teniendo en cuenta ambos procesos a la vez. También querría decir que todo lo que diré lo baso en generalizaciones, por lo tanto intentaré huír de mencionar novelas concretas que rompen con lo establecido en el género, porque ahí sería necesario hablar de cada una de esas novelas por separado, porque suelen triunfar por cosas puntuales.
Sobre la primera parte de lo argumentado, yo creo que lo que comenté no se aleja en absoluto del tema que proponías. Para sorprender al lector es muy importante saber quién es el lector, porque no es lo mismo escribir para alguien acostumbrado al género de terror que a otro aficionado a la novela romántica. Por supuesto que los géneros no son absolutos y vemos casos de romances en historias de terror y otros de terror en novelas románticas, pero el hecho de que a unas se las denomine novelas de terror y a otras novelas románticas es porque hay una diferencia en el estilo general de la obra que hace que un género sea más evidente que los subgéneros que se le puedan atribuír. Un claro ejemplo podría ser la diferencia entre Drácula (cuyo motor son los romances de Drácula y de Jonathan con Mina) y Crepúsculo (que si no voy mal, porque no lo he leído y solo he visto las dos primeras películas, tiene como motor la relación de Bella con Jacob y Edward). Ambas novelas son clasificables dentro del género de Terror y del de Romance, pero creo que la inmensa mayoría las catalogaremos como novela de Terror o de Romance respectivamente (obviemos cualquier otra etiqueta por el bien del ejemplo). Al final, el hecho de que un lector acuda a leer Drácula y no Crepúsculo, es porque la etiqueta de terror atribuíble a Drácula le promete ciertas cosas que anda buscando, mientras que Crepúsculo, una novela catalogable más como Romance que como Terror, propone tratar el asunto de una forma totalmente distinta. Solo con tener esto en cuenta, yo entiendo que los giros de guión capaces de sorprender siempre estarán condicionados a esto: qué espera encontrarse el lector y cómo eres capaz de darle una vuelta. Otra forma de darle más peso a mi argumento creo que sería citar el simple hecho de que al lector lo atrae la etiqueta que vea en la película, y en caso de que esa etiqueta resulte estar equivocada, muy buena tendrá que ser la novela para que no me sienta engañado. Si voy a leerme "la mejor novela de ciencia ficción del año", seguramente me escocerá horrores haberme leído Milenium, por muy buena que sea la trama. El lector tiene unas expectativas, y si no se juega con ellas, no habrá sorpresa posible.
Dicho ésto, los deus ex machina están muy lejos de ser asumibles para gran parte del público (y me incluyo), pero no puedo evitar pensar que la gente se olvida de que hay deus ex machina que son clasificados como obras maestras y han sido consistentes para lectores muy exigentes. ¿Acaso el final de "la Guerra de los Mundos" (todo acaba por la repentina muerte de la especie invasora a causa de un virus), el primer Priori Incantatem de Harry Potter contra Voldemort (otra vez, un recurso impensable por el lector que salva JK porque "es magia y desconoces sus límites"), o incluso podría determinarse como un maravilloso Deus Ex Machina que al final de la Niebla... en fin, las cosas acaben como acaban. Una de las primeras películas que me vi siendo niño fue "el Mago de Oz", y he considerado la forma de morir de la bruja como un deus ex machina hasta que hace poco me leí la novela y me di cuenta del detalle de que con frecuencia aparece la bruja junto a un paraguas. Todo esto lo digo porque incluso los deus ex machina son asumibles con independencia de la exigencia del público, pero iincluso los deus ex hay que saber aceptarlos. Si al final de la Guerra de los Mundos se hubieran marchado los marcianos porque el príncipe alienígena se enamora profundamente de la vicepresidenta de los EEUU y decide que debe llevársela a su planeta, igual nos tiramos de los pelos, pero si este giro argumental lo aplicas en el mundo de Star Wars (ya se que es una película, pero admito que no he consumido mucha novela de ciencia ficción espacial como para poner un ejemplo mejor), hasta te puede parecer algo plausible en un momento determinado.
Respecto al fenómeno de Juego de Tronos he de decir que no puedo ser muy objetivo. Yo leí Canción de Hielo y Fuego en su día y siempre me pareció una saga maravillosa pero no apta para todos los lectores por la tremenda cantidad de información que hay que asimilar entre nombres y sucesos históricos. En contraste, la serie es una simplificación que se ha hecho grande (y esta es mi simple opinión) porque tras las primeras temporadas en las que lo mejor de la trama logró ser bien representado, llega una insufrible cantidad de inconsistencias en el guión (y empiezan en la temporada 3 o la 4, no mucho después) que solo hace perdurar la serie por la calidad de la imagen y el fenómeno social que te inducía a estar dentro y durante momentos era lo suficientemente agresiva como para criticar a cualquiera que sacara a relucir cualquier fallo argumental (y mira ahora, que resulta que lo divertido es ponerla a parir y criticar incluso las cosas coherentes solo porque están rodeadas de varias inconsistencias).
Lo que comentas de trabajar los detalles es algo muy sabido entre los que escriben, y es la famosa "pistola de Chejov" (no escribas sobre cosas que no tengan importancia para la historia, porque estás haciendo promesas al lector que no vas a cumplir). Sin embargo, para un aficionado a las novelas criminales, puede (y recalco el "puede", porque siempre está sujeto a aber darle uso como escritor) ser divertido ver cientos de pistolas de Chejov por la novela para poder jugar a detective descartando unas u otras junto al protagonista.
Perdón si me he explayado mucho, y aunque podría haber seguido, porque me encantan las dicusiones (solo las sanas y productivas, eso sí), creo que voy a cortar aquí para no tener que obligarte a contestar a mil cosas, jajaja. ¡Un saludo!
Firmado queda.