(18/06/2019 03:19 PM)Vikken Wrote: Es bien fácil engañar al lector, Helkion.
Plantea cosas y tomate todo el tiempo profundizando en ellas, o comienza a mencionar muchos elementos... y luego déjalos alli, tirados. Que el público se quede con la sensación de "me lo leí para nada".
Entonces habrás engañado al lector. Fácil. Decepcionante, muy bajo, pero fácil.
En cuanto a "engañar al lector", yo lo he interpretado en el "buen sentido", en el que se produce en el marco de esa especie de contrato tácito que se establece entre creador y espectador/lector cuando el último "entra" en el "mundo" que el primero le ofrece. De entrada ambos saben que es un juego, que todo es fingido. Vamos, que es mentira. Ahí no hay engaño como tal ("la verdad", en este momento, queda en suspenso o se deja a un lado). Y dentro de este juego donde se ofrece (y se acepta) un mundo ficticio puede (y, para mayor disfrute de la experiencia, "debe") producirse un engaño en el que el lector no sea capaz de anticipar "todo" lo que el autor le vaya a contar. Un final con sorpresa es un buen engaño, y al espectador, en líneas generales, le proporciona mayor placer que un final esperado. Ese es un "buen" engaño, y forma parte de las reglas del juego.
El otro, el que podríamos llamar "mal engaño", que es al que imagino que te refieres con "me lo leí para nada", forma parte del aprendizaje que todo creador debe llevar a cabo (si quiere llegar a escribir "bien" o, simplemente, mejorar). Creo que todos estamos de acuerdo en que cuando uno empieza en esto de "juntar letras", al principio es un pequeño desastre, y la mayor parte de las veces ese "mal engaño" por parte del autor no se debe a mala fe para con el espectador, sino a su falta de tablas a la hora de crear personajes, tramas e historias.
«La palabra es tiempo y el silencio eternidad». Maurice Maeterlinck