También depende de si esas "trampas" rompen la verosimilitud y coherencia interna que todo relato, por muy fantasioso e imaginario que sea, ha de tener.
En algunos autores la ruptura de esa verosimilitud o coherencia será, simplemente, un error técnico (un fallo que no querían cometer pero que cometieron, por despiste o inexperiencia).
En otros (podría ser el caso de Agatha Christie, toda una profesional de las letras) sí que sería un engaño. Posiblemente, el resultado de forzar demasiado en su intento de despistar al autor para mantenerlo en vilo hasta el momento de desvelar el final y que este resulte sorprendente.
Ahora, la pregunta del millón... ¿Seríais capaces de engañar de esta manera a vuestros lectores con tal de aseguraros una sorpresa final para vuestra historia?
En algunos autores la ruptura de esa verosimilitud o coherencia será, simplemente, un error técnico (un fallo que no querían cometer pero que cometieron, por despiste o inexperiencia).
En otros (podría ser el caso de Agatha Christie, toda una profesional de las letras) sí que sería un engaño. Posiblemente, el resultado de forzar demasiado en su intento de despistar al autor para mantenerlo en vilo hasta el momento de desvelar el final y que este resulte sorprendente.
Ahora, la pregunta del millón... ¿Seríais capaces de engañar de esta manera a vuestros lectores con tal de aseguraros una sorpresa final para vuestra historia?
«La palabra es tiempo y el silencio eternidad». Maurice Maeterlinck