10/10/2019 01:20 PM
A tu texto solamente le sobra una coma:
Un débil brillo se reflejaba en ese yelmo abollado que estaba ahí tirado, a pocos centímetros de su cara. Podía sentir el férreo sabor de la tierra mezclada con sangre. Apenas distinguía borrosas figuras que le daban una vaga idea de lo que estaba pasando a su alrededor. Pero una cosa era evidente, y era que había caído. La hinchazón en su ojo izquierdo era todo lo que necesitaba para saberlo, y la sensación de humanidad que lo rodeaba terminaba de confirmarlo.
Como pudo intentó incorporarse, pero el intenso dolor que recorrió su espalda, (quita la coma) y el agobiante peso de la armadura que ahora cargaba lo impidieron. Quedó anclado a una posición intermedia y humillante. Este conjunto de sensaciones que hasta ahora le habían sido ajenas e inimaginables, ahora lo abrumaban casi al punto del arrepentimiento.
Un golpe seco y contundente arremetió contra su costado, justo arriba de la cintura. Y aunque contuvo un grito de dolor, el espasmo se impuso y nuevamente cayó tendido. Alzó la vista con dificultad, solo para entender que este golpe había sido propinado por la maza de un simple humano.
"Simple" y "humano", serían dos conceptos que jamás volvería a combinar de esa manera.
Todo lo demás está muy bien. Felicidades...
Un débil brillo se reflejaba en ese yelmo abollado que estaba ahí tirado, a pocos centímetros de su cara. Podía sentir el férreo sabor de la tierra mezclada con sangre. Apenas distinguía borrosas figuras que le daban una vaga idea de lo que estaba pasando a su alrededor. Pero una cosa era evidente, y era que había caído. La hinchazón en su ojo izquierdo era todo lo que necesitaba para saberlo, y la sensación de humanidad que lo rodeaba terminaba de confirmarlo.
Como pudo intentó incorporarse, pero el intenso dolor que recorrió su espalda, (quita la coma) y el agobiante peso de la armadura que ahora cargaba lo impidieron. Quedó anclado a una posición intermedia y humillante. Este conjunto de sensaciones que hasta ahora le habían sido ajenas e inimaginables, ahora lo abrumaban casi al punto del arrepentimiento.
Un golpe seco y contundente arremetió contra su costado, justo arriba de la cintura. Y aunque contuvo un grito de dolor, el espasmo se impuso y nuevamente cayó tendido. Alzó la vista con dificultad, solo para entender que este golpe había sido propinado por la maza de un simple humano.
"Simple" y "humano", serían dos conceptos que jamás volvería a combinar de esa manera.
Todo lo demás está muy bien. Felicidades...
La Pluma Mata más que la Espada...