Te voy a dar mi experiencia en el año y medio que llevo escribiendo en serio. Espero que algo te ayude.
Primero de todo, yo seguiría los consejos que te han dado: lee y escribe sobre lo que quieras, pero no te presiones demasiado por querer recorrer mucho camino en poco tiempo o terminarás bloqueándote como escritor. A veces tendemos a confundir disciplina con obsesión.
Corregir faltas, lleva tiempo; Aprender a interiorizar todo lo que significa ser escritor, lleva tiempo. En parte, funciona como todo en la vida, practicamos y entrenamos repitiendo hasta que nuestro cerebro hace «click» y, de repente, todo tiene sentido.
Aparte de lo dicho, también puedes ir a talleres o buscar recursos en internet. En mi caso, no tenía tiempo de asistir presencialmente y me topé con las clases de Brandon Sanderson en youtube. Por el foro he visto que hay un hilo donde las han puesto. Para mi fueron un descubrimiento.
Llega un momento en el que empezamos a leer con ojo de escritor y nos centramos más en qué hace el autor y cómo lo hace, que en disfrutar la historia que te cuenta. Eso vale tanto para la ortografía o para cómo construye el mundo/personajes y te lo muestra.
Los relatos cortos me sirvieron para practicar cosas aisladas y poder abrir mi mente a esas conexiones que comentaba antes, pero esto, como bien te han dicho antes, si no te gusta puede terminar siendo contraproducente, y siempre podrías conseguir el mismo fin escribiendo escenas independientes del mundo de tu novela.
La regla de oro es que necesitas practicar todo lo que aprendas, es la única manera de que tu escritor interno sea capaz de usar esa herramienta. De ahí el famoso consejo que todos los escritores suelen dar: escribe y escribe.
Y de eso no te librarás por mucho que escribas. Un constante reciclaje.
Lo que te voy a decir ahora es muy subjetivo y dependerá mucho de tu contexto personal: No cometas el mismo error que cometí yo y permitas que los aires de grandeza te quemen con una historia demasiado grande. Eso déjalo para más adelante. Si tienes un mundo chulo en mente, redúcelo a una esquina y centra la historia ahí. Siempre tendrás tiempo de contar el resto en otro libro mientras dejas caer pistas y detalles sobre lo grande que es aquello que no cuentas. Para mi, un solo personaje principal es suficiente.
Parece fácil de decir y de interpretar, pero yo llegué a entenderlo cuando fui bajando niveles en mis expectativas y reduje el mundo, pero conservé a los tres personajes principales.
Apunta tu motivación hacia una novela conclusiva, es la mejor forma de practicar y aprovechar el tiempo. Ver un trabajo terminado es el mejor combustible que puedes obtener siendo escritor. No te preocupes por el resultado, disfruta escribiendo y luego deslígate de la novela para que no te afecte, descansa y empieza otra.
El otro camino está lleno de presiones y miedo añadidos. No digo que con una novela conclusiva no existan sino que mientras más largo el camino, más vas a tener. Puede ser porque un día alguien te haga una crítica demasiado dura o quizás porque tu mismo te des cuenta que llevas miles de palabras y son una mierda; tal vez te des cuenta que esto es duro y que cada día es una lucha por sentarte a escribir… Si es lo que quieres, adelante. Nosotros escogemos el camino que queremos, pero piensa que, cuando empiezas, careces de tu propia voz y eso se traduce en que necesitarás aprender cuál es tu estructura de trabajo y cuál es tu forma de organizar esa estructura. ¿Descubres el mundo al escribir? ¿Planeas toda la historia antes de ponerte a escribir? ¿Un punto en medio? Por mucho que te imagines cuál eres, solo el sentimiento que extraigas de practicar diferentes métodos, puede afirmar que esa es tu forma.
Cuando vengan los bloqueos o los miedos, intenta darles un sentido. Pregúntate cuáles son las presiones que te están afectando. Por ejemplo: a lo mejor no tienes tiempo y te exiges una meta que, antes con más tiempo, no podías cumplir. Obsérvate a ti mismo como harías con un autor y te darás cuenta de que todo responde a un porqué, aunque sea muy difícil descubrir dónde empieza y dónde acaba.
No te rindas si esto es lo que quieres. Hay momentos en los que la satisfacción de escribir supera cualquier problema que tenemos por culpa de nuestras carencias. Busca la manera de disfrutar, escribe para ti y luego, cuándo estés en el segundo o tercer borrador, edita para los demás.
Mucho ánimo y suerte.
Primero de todo, yo seguiría los consejos que te han dado: lee y escribe sobre lo que quieras, pero no te presiones demasiado por querer recorrer mucho camino en poco tiempo o terminarás bloqueándote como escritor. A veces tendemos a confundir disciplina con obsesión.
Corregir faltas, lleva tiempo; Aprender a interiorizar todo lo que significa ser escritor, lleva tiempo. En parte, funciona como todo en la vida, practicamos y entrenamos repitiendo hasta que nuestro cerebro hace «click» y, de repente, todo tiene sentido.
Aparte de lo dicho, también puedes ir a talleres o buscar recursos en internet. En mi caso, no tenía tiempo de asistir presencialmente y me topé con las clases de Brandon Sanderson en youtube. Por el foro he visto que hay un hilo donde las han puesto. Para mi fueron un descubrimiento.
Llega un momento en el que empezamos a leer con ojo de escritor y nos centramos más en qué hace el autor y cómo lo hace, que en disfrutar la historia que te cuenta. Eso vale tanto para la ortografía o para cómo construye el mundo/personajes y te lo muestra.
Los relatos cortos me sirvieron para practicar cosas aisladas y poder abrir mi mente a esas conexiones que comentaba antes, pero esto, como bien te han dicho antes, si no te gusta puede terminar siendo contraproducente, y siempre podrías conseguir el mismo fin escribiendo escenas independientes del mundo de tu novela.
La regla de oro es que necesitas practicar todo lo que aprendas, es la única manera de que tu escritor interno sea capaz de usar esa herramienta. De ahí el famoso consejo que todos los escritores suelen dar: escribe y escribe.
Y de eso no te librarás por mucho que escribas. Un constante reciclaje.
Lo que te voy a decir ahora es muy subjetivo y dependerá mucho de tu contexto personal: No cometas el mismo error que cometí yo y permitas que los aires de grandeza te quemen con una historia demasiado grande. Eso déjalo para más adelante. Si tienes un mundo chulo en mente, redúcelo a una esquina y centra la historia ahí. Siempre tendrás tiempo de contar el resto en otro libro mientras dejas caer pistas y detalles sobre lo grande que es aquello que no cuentas. Para mi, un solo personaje principal es suficiente.
Parece fácil de decir y de interpretar, pero yo llegué a entenderlo cuando fui bajando niveles en mis expectativas y reduje el mundo, pero conservé a los tres personajes principales.
Apunta tu motivación hacia una novela conclusiva, es la mejor forma de practicar y aprovechar el tiempo. Ver un trabajo terminado es el mejor combustible que puedes obtener siendo escritor. No te preocupes por el resultado, disfruta escribiendo y luego deslígate de la novela para que no te afecte, descansa y empieza otra.
El otro camino está lleno de presiones y miedo añadidos. No digo que con una novela conclusiva no existan sino que mientras más largo el camino, más vas a tener. Puede ser porque un día alguien te haga una crítica demasiado dura o quizás porque tu mismo te des cuenta que llevas miles de palabras y son una mierda; tal vez te des cuenta que esto es duro y que cada día es una lucha por sentarte a escribir… Si es lo que quieres, adelante. Nosotros escogemos el camino que queremos, pero piensa que, cuando empiezas, careces de tu propia voz y eso se traduce en que necesitarás aprender cuál es tu estructura de trabajo y cuál es tu forma de organizar esa estructura. ¿Descubres el mundo al escribir? ¿Planeas toda la historia antes de ponerte a escribir? ¿Un punto en medio? Por mucho que te imagines cuál eres, solo el sentimiento que extraigas de practicar diferentes métodos, puede afirmar que esa es tu forma.
Cuando vengan los bloqueos o los miedos, intenta darles un sentido. Pregúntate cuáles son las presiones que te están afectando. Por ejemplo: a lo mejor no tienes tiempo y te exiges una meta que, antes con más tiempo, no podías cumplir. Obsérvate a ti mismo como harías con un autor y te darás cuenta de que todo responde a un porqué, aunque sea muy difícil descubrir dónde empieza y dónde acaba.
No te rindas si esto es lo que quieres. Hay momentos en los que la satisfacción de escribir supera cualquier problema que tenemos por culpa de nuestras carencias. Busca la manera de disfrutar, escribe para ti y luego, cuándo estés en el segundo o tercer borrador, edita para los demás.
Mucho ánimo y suerte.