John Fante queda anotado en la lista de pendientes.
Acabo de terminar Servidumbre Humana de somerset maugham, un libro que a pesar de presentar altibajos, sobre todo en la segunda mitad, me ha dado mucho. Estoy empezando La defensa, de Nabokov, titulada así en honor a la defensa Lushin, una defensa de ajedrez creada por el protagonista del libro, gran maestro ruso (de ajedrez), que desarrolla una enfermedad mental en los mejores años de su vida.
Le seguirá Resurrección de Tolstoi, o el El nombre de la rosa, que me quedan un par de capítulos. O quizá no, quien sabe.
Acabo de terminar Servidumbre Humana de somerset maugham, un libro que a pesar de presentar altibajos, sobre todo en la segunda mitad, me ha dado mucho. Estoy empezando La defensa, de Nabokov, titulada así en honor a la defensa Lushin, una defensa de ajedrez creada por el protagonista del libro, gran maestro ruso (de ajedrez), que desarrolla una enfermedad mental en los mejores años de su vida.
Le seguirá Resurrección de Tolstoi, o el El nombre de la rosa, que me quedan un par de capítulos. O quizá no, quien sabe.
Esta noche he aprendido tres palabras: Paso de Chicago