07/11/2016 10:22 AM
(05/11/2016 11:13 AM)Cuervo Blanco Wrote: Por la mitad de La sombra del viento de Ruiz Zafón.
Uno de mis libros favoritos. La segunda parte, "El juego del ángel", es excelente también; con la tercera, "El prisionero del cielo", la verdad es que al saga pierde unos cuantos enteros.
Sobre el segundo libro justamente recuerdo haber escrito una breve reflexión en mi facebook hace un par de meses cuando se me dio por releerlo:
«"El juego del ángel" es a "La sombra del viento" lo que las sombras mortecinas de la noche son a la luces de un crepúsculo que agoniza. Pero aún así, y a pesar de que en ambas novelas la pluma, la prosa, el estilo y los personajes rozan la perfección, tengo que admitir que el segundo volumen de la trilogía del Cementerio de los Libros Olvidados ha calado mucho más profundamente en mi corazón que su antecesor, volviendo corta esta larga espera por un colectivo que parece no querer llegar. Y resulta curioso, sobre todo teniendo en cuenta que el mensaje inspirador y esperanzador de "La Sombra..." contrasta fuertemente con la atmósfera oscura, lóbrega, derrotista y opresiva de "El Juego...". O quizás no. Quizás, justamente, la metáfora de las sombras y las luces haya sido mucho más acertada de lo que en un principio pensaba, y deba, por tanto, buscar las razones de mi extraña predilección por este libro en los mismos motivos que llevan a las tinieblas a engullir con sus fauces voraces los retazos del día, y que permiten, además, que tarde o temprano todas las formas posibles de la alegría y la felicidad sean consumidas por la angustia, la pena y el hastío, trocando en sonoros fracasos las esperanzas que uno pudo haber concebido, haciendo agonizar, así, al brillo de las promesas futuras bajo una densa y impenetrable neblina de sórdida melancolía que, por si esto fuera poco, se regodea en la nostálgica derrota de un pasado que nunca fue tal. Chapeau, Zafon, por un libro capaz de aniquilar los sueños y las quimeras de cualquiera. Chapeau, en fin, por una novela que rezuma el sufrido y doliente encanto de los malditos y los olvidados.»