09/05/2016 03:55 PM
Bueno, yo también quería profundizar en el culto a los ángeles según mi visión y he escrito esto, el problema es que me he dejado llevar y me ha quedado bastante distinto a lo que Haradrim había escrito (no me mates, jaja). La cosa está en si me podéis ayudar a ver alguna manera en que podríamos unir lo que hizo Haradrim y lo que he hecho yo, a ver que os parece.
Título del ensayo: Traducción e interpretación de los manuscritos conocidos popularmente como 'profanos' a la lengua común.
Autor: Jahevé, erudito de la gran biblioteca.
El segundo volumen de los Pergaminos del Cielo escrito por el historiador Yemal deja de lado la definición, cronología y estructura de los ángeles para profundizar en la huella que estos seres todopoderosos han dejado en nuestro mundo terrenal. Para ello, nos habla de forma detallada de los autodenominados Coros Celestiales y Diablos, dos órdenes religiosas (hoy en día consideradas como sectas) que se fundaron tras la División entre Ángeles Eternos y Caídos (correspondientemente) y que prosperaron en la época en que estos pergaminos fueron escritos y que en mayor o menor gloria han logrado perdurar hasta nuestros días.
Primero realizaré un análisis de los Coros Celestiales, secta a la que pertenecen aquellos humanos que veneran con fe ciega a los Ángeles Eternos. Se estructuran en tres jerarquías primordiales que a su vez están divididas cada una en tres coros; creando de este modo un esquema ordenado de categorías para saber de forma clara cuál es la función del individuo y qué se espera de él dentro de la organización a la que pertenece.
Primera Jerarquía:
Estos escasos individuos son los más importantes dentro de la organización de los Coros Celestiales y están por encima a nivel espiritual y moral de los miembros de la segunda o tercera jerarquía y tan solo rinden cuentas ante los mismísimos ángeles a los que sirven devotamente. Esto se debe a que los miembros pertenecientes a la primera jerarquía se dividen de todos los demás porque han vivido una experiencia excepcional y única: han visto con sus propios ojos desde una distancia próxima a un ángel Eterno o ha sufrido un sueño o revelación mística en la que ha entrado en contacto directo con uno de ellos. Está claro que esta experiencia tan trascendental ha cambiado por completo la vida del afortunado y se dice que su alma ha sufrido una transmutación y se ha convertido en algo más que un simple humano, otorgándole dones como la hermosura física, la androginia, la pureza espiritual, la precognición o una longevidad sobrenatural.
Custodes:
Se dice que en las contadas ocasiones en que un ángel desciende al plano existencial o terrenal a veces escoge a algunos humanos de corazón puro y les toca con su dedo índice en la frente para convertirlos en una élite espiritual que ayude al ángel a realizar las tareas que le han llevado hasta la tierra. A veces sirven también como guardia de honor o protectores del ángel frente a alguna amenaza. Se dice de ellos que pueden volar ya que tienen alas y que son excepcionales conjuradores. Sin embargo, no se cree que quede ninguno con vida en nuestro mundo, y de hecho se sospecha que nunca ha existido ningún Custodes, ya que, ¿qué ser humano estaría lo suficientemente libre de pecado como para ser considerado como “puro” por parte de un ser divino como un ángel?
Querubines:
Un querubín es un humano que ha perdido la visión pero es capaz de comunicarse mediante algún método mental (comúnmente sueños o visiones) con el ángel al que sirve directamente y del cual recibe órdenes o instrucciones. Obviamente, entender la voluntad de un ángel puede ser confuso, y es por ello que los querubines dedican la mayor parte de su existencia a la meditación. Algunas veces ha habido casos de querubines mudos en lugar de ciegos que se cree que son guardianes de increíbles secretos existenciales y que muchas veces han enloquecido intentando buscar la forma de comunicar o desvelar dichos secretos. Además, tienen el privilegio de ser los encargados de enterrar en tumbas sagradas y proteger de la corrupción las carcasas materiales de los ángeles que han mudado de cuerpo físico por una u otra razón.
Serafines:
Coro al que sin duda alguna pertenecía Yemal (posiblemente el primer serafín de la orden) y que está formado por un solo miembro que ocupa el cargo hasta su muerte. Los serafines son eruditos e historiadores cuya misión es llevar un registro exhaustivo de las acciones perpetuadas por los miembros pertenecientes a los Coros Celestiales y de narrar cualquier hecho conocido o acción realizada en la tierra por parte de un ángel. El serafín es considerado el líder de la orden y por tanto se encarga también de la dirección y de buscar y seleccionar adeptos que sean dignos de formar parte de la segunda jerarquía.
Segunda Jerarquía:
Los humanos pertenecientes a la segunda jerarquía también son escasos, y aunque disponen de grandes dones no pueden pertenecer a la primera jerarquía ya que no han sido escogidos directamente por un ángel para que sea su vasallo, si no que ha sido seleccionado para pertenecer a un coro por parte de un serafín, lo cual se considera de todos modos un gran honor.
Dominadores:
Estos líderes excepcionales escogidos por su perseverancia, carisma y don de gentes se encargan de supervisar la vida de los miembros de la tercera jerarquía y efectúan las acciones habituales que cualquier jefe de un taller lleva a cabo con sus trabajadores. Solo hay tres dominadores en la orden, y cada uno de ellos se encarga de dominar a un coro de la tercera jerarquía. Si se da el caso de que la orden se encuentra en algún momento sin serafín un dominador, que debe tener la aprobación de los otros dos dominadores, llevará a cabo las tareas que normalmente realiza el serafín. No se les permite tener ambiciones personales, pertenencias materiales ni descendencia o cónyuge para que nada se interponga en su deber, que es el de mantener el orden en el universo y hacer prosperar a los coros.
Virtudes:
Se dedican a dar muestras de virtud y cada uno de ellos ha sido seleccionado para la causa de guiar a los demás hacia la excelencia del alma de modo que cualquier adepto pueda entender a través de su ejemplo todas aquellas virtudes que componen a un ángel. La mayoría ellos de pequeños vieron a un ángel de forma inconsciente o accidental y eso bendijo su alma inocente que se imbuyó de un don. El número máximo de Virtudes que puede haber en la orden es de 10, aunque muchas veces hay menos a falta de encontrar nuevos candidatos que ocupen el puesto, y nunca hay a la vez dos representantes de una misma virtud. Las nueve virtudes conocidas son: la prudencia, la justicia, la fortaleza, la templanza, la modestia, la sensatez, la fe, la esperanza y la caridad. Existe una décima virtud, pero por desgracia la parte del pergamino de Yemal donde estaba escrita ha sido borrada y lo único que se puede observar analizando el borrón de tinta es que estaba compuesta por cuatro letras.
A veces se puede ver a un Virtudes como consejero de élites burocráticas o de un regente y alguno ha llegado incluso a ser rey filósofo de alguna nación. Sus enseñanzas son muy valoradas ya que existe la creencia popular de que la unión de estas virtudes da forma al ciudadano relevante, útil y perfecto. Existen múltiples obras de texto escritas desde la antigüedad por distintos Virtudes, sobretodo del más famoso de ellos y al que por supuesto cualquier lector de mi obra conocerá sin duda, el prestigioso Nótalp.
Potestades:
Los miembros de este coro se encargan de predicar la creencia por toda la población del planeta de que los ángeles existen y son la prueba fehaciente de que el alma humana es inmortal y prevalece tras la muerte en un plano no terrenal. Su número no está restringido y viajan por el mundo como peregrinos para purificar su alma y prepararla para el viaje que deberá hacer ésta tras la muerte. Su función básica dentro de la organización es la de buscar a nuevos miembros que quieran unirse al culto formando parte de uno de los coros de la tercera jerarquía.
Tercera Jerarquía:
Cualquiera puede formar parte de la tercera jerarquía voluntariamente si realiza un voto de obediencia y de servidumbre vitalicio ante un miembro de la segunda jerarquía (habitualmente un dominador). Por tanto, la tercera jerarquía es la base piramidal de la organización sobre la que se sostiene todo lo demás y aquella que tiene más miembros. Normalmente los individuos que desean entrar a formar parte de uno de estos tres coros lo hace para expiar un crimen, porque ha perdido a su familia o porque busca hacer del mundo un lugar mejor.
Principados:
Es el brazo armado de la organización y sus devotos guerreros harán lo que haga falta para preservar el orden, acabar con el mal o castigar a los corruptos. En la antigüedad el ejército formado por los Principados llegó a ser muy poderoso y ejecutó acciones militares de dudosa legitimidad por todo el planeta.
Arcángeles:
Simplemente son personas que se esfuerzan por ayudar a los más desgraciados llevando a cabo acciones como la construcción de hogares para los más desfavorecidos, adopción de niños huérfanos, ayudar a la población de un lugar en caso de catástrofe natural o repartir alimentos. Hoy en día la mayor parte de los miembros de los Coros Celestiales pertenece a este coro y la sociedad cree equivocadamente con frecuencia que los Arcángeles son una organización en sí misma y no uno de los nueve coros de los Coros Celestiales.
Operadores:
Médicos, constructores, granjeros, tejedores, cocineros, mercaderes… Todos ellos y muchos más son necesarios para que los coros puedan operar. Sin ellos, sería imposible que la organización saliera adelante.
Título del ensayo: Traducción e interpretación de los manuscritos conocidos popularmente como 'profanos' a la lengua común.
Autor: Jahevé, erudito de la gran biblioteca.
El segundo volumen de los Pergaminos del Cielo escrito por el historiador Yemal deja de lado la definición, cronología y estructura de los ángeles para profundizar en la huella que estos seres todopoderosos han dejado en nuestro mundo terrenal. Para ello, nos habla de forma detallada de los autodenominados Coros Celestiales y Diablos, dos órdenes religiosas (hoy en día consideradas como sectas) que se fundaron tras la División entre Ángeles Eternos y Caídos (correspondientemente) y que prosperaron en la época en que estos pergaminos fueron escritos y que en mayor o menor gloria han logrado perdurar hasta nuestros días.
Primero realizaré un análisis de los Coros Celestiales, secta a la que pertenecen aquellos humanos que veneran con fe ciega a los Ángeles Eternos. Se estructuran en tres jerarquías primordiales que a su vez están divididas cada una en tres coros; creando de este modo un esquema ordenado de categorías para saber de forma clara cuál es la función del individuo y qué se espera de él dentro de la organización a la que pertenece.
Primera Jerarquía:
Estos escasos individuos son los más importantes dentro de la organización de los Coros Celestiales y están por encima a nivel espiritual y moral de los miembros de la segunda o tercera jerarquía y tan solo rinden cuentas ante los mismísimos ángeles a los que sirven devotamente. Esto se debe a que los miembros pertenecientes a la primera jerarquía se dividen de todos los demás porque han vivido una experiencia excepcional y única: han visto con sus propios ojos desde una distancia próxima a un ángel Eterno o ha sufrido un sueño o revelación mística en la que ha entrado en contacto directo con uno de ellos. Está claro que esta experiencia tan trascendental ha cambiado por completo la vida del afortunado y se dice que su alma ha sufrido una transmutación y se ha convertido en algo más que un simple humano, otorgándole dones como la hermosura física, la androginia, la pureza espiritual, la precognición o una longevidad sobrenatural.
Custodes:
Se dice que en las contadas ocasiones en que un ángel desciende al plano existencial o terrenal a veces escoge a algunos humanos de corazón puro y les toca con su dedo índice en la frente para convertirlos en una élite espiritual que ayude al ángel a realizar las tareas que le han llevado hasta la tierra. A veces sirven también como guardia de honor o protectores del ángel frente a alguna amenaza. Se dice de ellos que pueden volar ya que tienen alas y que son excepcionales conjuradores. Sin embargo, no se cree que quede ninguno con vida en nuestro mundo, y de hecho se sospecha que nunca ha existido ningún Custodes, ya que, ¿qué ser humano estaría lo suficientemente libre de pecado como para ser considerado como “puro” por parte de un ser divino como un ángel?
Querubines:
Un querubín es un humano que ha perdido la visión pero es capaz de comunicarse mediante algún método mental (comúnmente sueños o visiones) con el ángel al que sirve directamente y del cual recibe órdenes o instrucciones. Obviamente, entender la voluntad de un ángel puede ser confuso, y es por ello que los querubines dedican la mayor parte de su existencia a la meditación. Algunas veces ha habido casos de querubines mudos en lugar de ciegos que se cree que son guardianes de increíbles secretos existenciales y que muchas veces han enloquecido intentando buscar la forma de comunicar o desvelar dichos secretos. Además, tienen el privilegio de ser los encargados de enterrar en tumbas sagradas y proteger de la corrupción las carcasas materiales de los ángeles que han mudado de cuerpo físico por una u otra razón.
Serafines:
Coro al que sin duda alguna pertenecía Yemal (posiblemente el primer serafín de la orden) y que está formado por un solo miembro que ocupa el cargo hasta su muerte. Los serafines son eruditos e historiadores cuya misión es llevar un registro exhaustivo de las acciones perpetuadas por los miembros pertenecientes a los Coros Celestiales y de narrar cualquier hecho conocido o acción realizada en la tierra por parte de un ángel. El serafín es considerado el líder de la orden y por tanto se encarga también de la dirección y de buscar y seleccionar adeptos que sean dignos de formar parte de la segunda jerarquía.
Segunda Jerarquía:
Los humanos pertenecientes a la segunda jerarquía también son escasos, y aunque disponen de grandes dones no pueden pertenecer a la primera jerarquía ya que no han sido escogidos directamente por un ángel para que sea su vasallo, si no que ha sido seleccionado para pertenecer a un coro por parte de un serafín, lo cual se considera de todos modos un gran honor.
Dominadores:
Estos líderes excepcionales escogidos por su perseverancia, carisma y don de gentes se encargan de supervisar la vida de los miembros de la tercera jerarquía y efectúan las acciones habituales que cualquier jefe de un taller lleva a cabo con sus trabajadores. Solo hay tres dominadores en la orden, y cada uno de ellos se encarga de dominar a un coro de la tercera jerarquía. Si se da el caso de que la orden se encuentra en algún momento sin serafín un dominador, que debe tener la aprobación de los otros dos dominadores, llevará a cabo las tareas que normalmente realiza el serafín. No se les permite tener ambiciones personales, pertenencias materiales ni descendencia o cónyuge para que nada se interponga en su deber, que es el de mantener el orden en el universo y hacer prosperar a los coros.
Virtudes:
Se dedican a dar muestras de virtud y cada uno de ellos ha sido seleccionado para la causa de guiar a los demás hacia la excelencia del alma de modo que cualquier adepto pueda entender a través de su ejemplo todas aquellas virtudes que componen a un ángel. La mayoría ellos de pequeños vieron a un ángel de forma inconsciente o accidental y eso bendijo su alma inocente que se imbuyó de un don. El número máximo de Virtudes que puede haber en la orden es de 10, aunque muchas veces hay menos a falta de encontrar nuevos candidatos que ocupen el puesto, y nunca hay a la vez dos representantes de una misma virtud. Las nueve virtudes conocidas son: la prudencia, la justicia, la fortaleza, la templanza, la modestia, la sensatez, la fe, la esperanza y la caridad. Existe una décima virtud, pero por desgracia la parte del pergamino de Yemal donde estaba escrita ha sido borrada y lo único que se puede observar analizando el borrón de tinta es que estaba compuesta por cuatro letras.
A veces se puede ver a un Virtudes como consejero de élites burocráticas o de un regente y alguno ha llegado incluso a ser rey filósofo de alguna nación. Sus enseñanzas son muy valoradas ya que existe la creencia popular de que la unión de estas virtudes da forma al ciudadano relevante, útil y perfecto. Existen múltiples obras de texto escritas desde la antigüedad por distintos Virtudes, sobretodo del más famoso de ellos y al que por supuesto cualquier lector de mi obra conocerá sin duda, el prestigioso Nótalp.
Potestades:
Los miembros de este coro se encargan de predicar la creencia por toda la población del planeta de que los ángeles existen y son la prueba fehaciente de que el alma humana es inmortal y prevalece tras la muerte en un plano no terrenal. Su número no está restringido y viajan por el mundo como peregrinos para purificar su alma y prepararla para el viaje que deberá hacer ésta tras la muerte. Su función básica dentro de la organización es la de buscar a nuevos miembros que quieran unirse al culto formando parte de uno de los coros de la tercera jerarquía.
Tercera Jerarquía:
Cualquiera puede formar parte de la tercera jerarquía voluntariamente si realiza un voto de obediencia y de servidumbre vitalicio ante un miembro de la segunda jerarquía (habitualmente un dominador). Por tanto, la tercera jerarquía es la base piramidal de la organización sobre la que se sostiene todo lo demás y aquella que tiene más miembros. Normalmente los individuos que desean entrar a formar parte de uno de estos tres coros lo hace para expiar un crimen, porque ha perdido a su familia o porque busca hacer del mundo un lugar mejor.
Principados:
Es el brazo armado de la organización y sus devotos guerreros harán lo que haga falta para preservar el orden, acabar con el mal o castigar a los corruptos. En la antigüedad el ejército formado por los Principados llegó a ser muy poderoso y ejecutó acciones militares de dudosa legitimidad por todo el planeta.
Arcángeles:
Simplemente son personas que se esfuerzan por ayudar a los más desgraciados llevando a cabo acciones como la construcción de hogares para los más desfavorecidos, adopción de niños huérfanos, ayudar a la población de un lugar en caso de catástrofe natural o repartir alimentos. Hoy en día la mayor parte de los miembros de los Coros Celestiales pertenece a este coro y la sociedad cree equivocadamente con frecuencia que los Arcángeles son una organización en sí misma y no uno de los nueve coros de los Coros Celestiales.
Operadores:
Médicos, constructores, granjeros, tejedores, cocineros, mercaderes… Todos ellos y muchos más son necesarios para que los coros puedan operar. Sin ellos, sería imposible que la organización saliera adelante.
"El pasado nunca deja de perseguirnos."