03/04/2015 03:54 PM
Buenas!!
Primero los sartenazos
(seguro que alguno me lo llevo yo, jeje)
No podía respirar, tenía los ojos abiertos como platos y la mandíbula suelta y medio desencajada, mas Varsuf por su parte tartamudeaba inconexamente mientras contemplaba la escena con el rostro empapado en sangre.
Contuvo la respiración durante largos segundos, mientras su atención pasaba de los cadáveres a Kumar sucesivamente con incredulidad, hasta que volvió a retomar (¿tomar?) aire de nuevo.
―¿Se encuentra bien señor? ―Le preguntó este tanteándolo con aquellos insondables ojos suyos; igual de oscuros como (¿que? igual...que / tan...como) dos pozos. ―¿Puedo hacer algo más por usted?
Aunque quisiera describir con palabras qué era lo que acababa de suceder, no tenía ni la más remota idea de cómo comenzar a hilarlo ¿Cómo se afronta un hecho como este? Resultaba demasiado bizarro para digerirlo así sin más.
¿Qué reacción cabía esperar de un tipo que charlaba así de distendido al lado de los cuerpos que acababa de desmembrar (¿decapitar? creo que desmembrar no es del todo correcto)?
‹‹Viejo›› ¿De quién podrá tratarse? Se preguntó. Más importante aún si cabe ¿Por qué querría alguien acabar precisamente con nosotros? (no soy muy ducho en esos temas, pero creo que los pensamientos se ponen entre ‹‹ y ››)
No tenía ni la más mínima idea de qué habían podido hacer para molestar a cualquiera de aquellos dos, o al hombre que los había contratado, pero si de una cosa estaba totalmente seguro, es que querían que no volviesen a respirar al siguiente día.
Si se abstuvo de reír como un majadero, era simplemente porque no le quedaba estomago para hacerlo. Curiosamente no pudo evitar pensar en cómo había logrado Kumar localizarlos a estas (¿esas?) alturas de la noche. ... Era demasiado perturbador para sacar una conclusión precipitada, demasiado confuso; y extraordinariamente inverosímil.
Pero por mucho que intento encontrar una razón lógica que los haya impulsado a obrar así, aún no he dado con ella.
Ahora fue su turno de mirarlo con las cejas arqueadas, aunque Kumar no añadió nada más a aquella espontánea declaración; muy a pesar de lo confiada que había sonado su respuesta. La verdad es que nunca sabía si Kumar hablaba en serio o, por el contrario le estaba tomando el pelo. Observó cómo este se dedicaba a limpiar el filo de sus espadas en la ropa de sus asaltantes, con una frugalidad que lo inquietó. No parecía afectarle en demasía la truculenta escena que acababa de protagonizar; era como si estuviese acostumbrado a decapitar y destripar por oficio.
No sabía ni por qué se molestaba en preguntarle si pretendía obtener respuestas claras.
tan solo empañado por el intermitente castañeteo de los dientes de Varsuf que rompía la quietud general. ... Quizás hasta se quede a observar el espectáculo con una sonrisa de oreja a oreja.
¿Podrías decirnos quién diablos eran estos dos tipos y qué es lo querían de nosotros? Quizás si logramos identificarlos, podamos atar cabos y así conseguir averiguar quién los ha enviado a por nosotros. ¿Ves por dónde quiero ir Kumar?
—Sí Varsuf —dijo mirándolo directamente a los ojos. —, los (puntuación) dos.
Volvió a enfocar su atención en Kumar, pues era quien debía de tener las respuestas a todo aquel sinsentido, y pensaba sacárselas a golpes si eso era necesario.
—¿Piensas contarme lo que sabes o no?
No sé quiénes (no estoy seguro, pero creo que se me ha pasado marcarte alguno similar antes ) eran estos tipos ―dijo señalándolos con indiferencia ―, ni conozco las razones por la que pretendían haceros daño.
Lo miró reprimiendo las enormes ganas que tenía de abofetearlo, si tuviese las fuerzas necesarias como para realizar dicha acción, seguramente se lanzaría a su pescuezo sin pensárselo dos veces. Estaba completamente seguro de que Kumar omitía una información vital, solo los dioses sabían qué razones le impulsaban a ocultarla. También estaba el pequeño detalle del extraño y oscuro humo que había brotado de las gargantas de aquel par de infelices. Juraría haber visto cómo este se arremolinaba alrededor de las espadas de Kumar durante unos segundos, y luego seguido ser absorbido por las hojas de las mismas.
Entonces ¿Por qué tengo la extraña sensación que sabías que esto iba a ocurrir y por eso te has presentado en este callejón en el momento justo?
―No sé qué le ha llevado a esa conclusión, señor. Es cierto que llevo toda la noche detrás de usted, pero es lo que suelo hacer habitualmente. ―le confesó a bocajarro.
Definitivamente seguían estando en el mismo punto que al principio, sin saber qué había llevado a aquel par de enajenados a atentar contra ellos.
―¿Qué hacemos ahora entonces? ―Preguntó Varsuf, sacándolo del profundo ensimismamiento donde estaba hundido. A pesar de que parecía haber recuperado en cierto modo el color de piel, seguía teniendo las pintas de alguien salido recién (¿recién salido?) del matadero.
―¿Quizás deberíamos avisar a la guardia de lo que ha sucedido aquí? ―preguntó más que afirmó. ―Seguramente ellos sabrán qué hacer.
Tenía muy claro que si se presentaban a la guardia relatando lo ocurrido, tal y como lo veía tras contemplar la escena por enésima vez, los encerraban de por vida en el agujero más oscuro que pudiesen encontrar.
La realidad era que les había rebanado sus cabezas como a melones. ¿Por qué diablos habría actuado así? Si los hubiese herido, desarmado o incapacitado de alguna forma no letal, tendrían una justificación razonable para poder usar en su defensa, pero ahora, como estaban las cosas….
―¿Qué os parece si nos vamos a casa y ya está? ―saltó Kumar de pronto. ―Pienso que sería lo más sensato dadas las circunstancias.
―¿Sensato kumar? Dime ¡¿Qué parte de la maldita matanza que has organizado, es la que ves más sensata?! ―Estalló sorprendiendo tanto a Varsuf como a Kumar por el inesperado arrebato. ―Has matado a dos personas en mitad de la calle, decapitados in situ, y por lo que afirmas, con una premeditación sorprendente ¿Te has parado siquiera a pensar en las consecuencia de tus actos? ―le preguntó mientras una cantidad nada desdeñable de efluvios salían (¿salía? no lo tengo claro, pero "una cantidad" es singular) despedidos de su boca. ―Ahora debemos pensar cómo explicarles a las autoridades qué razones han llevado a provocar que tengan dos cadáveres en sus calles. ¿A casa y ya está? ¡¿Pero en qué puñetero mundo vives tú?!
―Comprendo sus reticencias, señor, pero piense que lo más seguro para vuestra integridad sería abandonar las calles lo más pronto como (¿que?tan...como / más...que) le fuera posible.
―¡Vaya, pero si piensas en mi seguridad después de todo! ¿Ahora me dirás que esperas que estos dos se levanten de nuevo? ―Retrucó molesto.
Mientras se devanaba los sesos intentando encontrarle una salida a aquella lunática situación, notó cómo Kumar los contemplaba impasible como una estatua. ...Ahora, en aquellos momentos de tribulación, era innegable que empezara a verlo con otros ojos y que por ende, lo asaltara (¿asaltaba?) un sinfín de preguntas con respecto a él.
De pronto escuchó cómo alguien venía por el callejón colindante al que se encontraban; aproximándose irremediablemente a ellos. Una voz acartonada iba cantando embriagado de alegría, destripando la tonada con más bien con escaso talento e indescifrable pronunciación. ... Él los miró con detenimiento, intentando discernir de quiénes podría tratarse; ellos por su parte miraron hacia los cuerpos mutilados desangrándose a sus pies; con la boca abierta y los ojos desorbitados de par en par.
Sus gritos desgarrados pudieron oírse a tres manzanas de allí, quebrando el silencio nocturno que previamente había reinado en la zona, haciendo que temiera la posibilidad de que un numeroso grupo de gente se reuniera en el lugar
Costaba creer que alguien tuviese tan mala suerte. ... Tragó saliva en vano. Si aún no habían tenido la oportunidad de encontrar un explicación razonablemente cuerda para relatar a las autoridades lo acontecido
Contempló a Varsuf, pues hacía un buen rato que no se pronunciaba; este negaba con la cabeza con la visión perdida en algún punto inconcreto de la fachada que tenía enfrente, mientras murmuraba.
Sopesó todas las posibilidades que tenía, pero ninguna de ellas lo convenció lo más mínimo.
Lo primero sería relatare qué inconsciencia lo había llevado a decidir que era una buena idea transitar por los Distritos de madrugada. Si llegado a ese punto no lo mataba de inmediato, puede que de alguna forma lograse explicar por qué sus asaltantes, (inevitablemente), habían sido reducidos a dos mitades.
―Es una decisión muy juiciosa por su parte, señor. Síganme y les llevaré sanos y salvos a casa.
Puso los ojos en blanco antes de desistir de intentar razonar con ninguno de aquellos dos. Varsuf tan siquiera parecía ni haberse percatado que estaban hablando en aquellos instantes de él, seguía a la suya, contemplando la fachada con la vista perdida más allá de ella, perdido en el mundo del trastorno mental.
Pues creo que después de esto el pedo que llevaban se les habrá pasado del tirón XD
Menudo prenda está hecho Kumar... la mayoría de lo que sabe se lo guarda, y la mayoría de lo que dice es para darle un mamporro... y Armen mientras tanto desesperando sin saber qué hacer y cómo salvar la papeleta... porque desde luego con el amigo mejor que no intente contar...
Como siempre hay que destacar la narración decorada y pulida, con muchos detalles y vericuetos, pero sin hacerse para nada pesada. Te felicito
Creo que sobran las especulaciones... hay tantas incógnitas pendientes, más aún conociendo el futuro del consejo... que no sabría por dónde empezar... Así que tocará esperar hasta que las musas te dediquen su tiempo.
Ánimo y a seguir!!!
Iep!
Primero los sartenazos
(seguro que alguno me lo llevo yo, jeje)
No podía respirar, tenía los ojos abiertos como platos y la mandíbula suelta y medio desencajada, mas Varsuf por su parte tartamudeaba inconexamente mientras contemplaba la escena con el rostro empapado en sangre.
Contuvo la respiración durante largos segundos, mientras su atención pasaba de los cadáveres a Kumar sucesivamente con incredulidad, hasta que volvió a retomar (¿tomar?) aire de nuevo.
―¿Se encuentra bien señor? ―Le preguntó este tanteándolo con aquellos insondables ojos suyos; igual de oscuros como (¿que? igual...que / tan...como) dos pozos. ―¿Puedo hacer algo más por usted?
Aunque quisiera describir con palabras qué era lo que acababa de suceder, no tenía ni la más remota idea de cómo comenzar a hilarlo ¿Cómo se afronta un hecho como este? Resultaba demasiado bizarro para digerirlo así sin más.
¿Qué reacción cabía esperar de un tipo que charlaba así de distendido al lado de los cuerpos que acababa de desmembrar (¿decapitar? creo que desmembrar no es del todo correcto)?
‹‹Viejo›› ¿De quién podrá tratarse? Se preguntó. Más importante aún si cabe ¿Por qué querría alguien acabar precisamente con nosotros? (no soy muy ducho en esos temas, pero creo que los pensamientos se ponen entre ‹‹ y ››)
No tenía ni la más mínima idea de qué habían podido hacer para molestar a cualquiera de aquellos dos, o al hombre que los había contratado, pero si de una cosa estaba totalmente seguro, es que querían que no volviesen a respirar al siguiente día.
Si se abstuvo de reír como un majadero, era simplemente porque no le quedaba estomago para hacerlo. Curiosamente no pudo evitar pensar en cómo había logrado Kumar localizarlos a estas (¿esas?) alturas de la noche. ... Era demasiado perturbador para sacar una conclusión precipitada, demasiado confuso; y extraordinariamente inverosímil.
Pero por mucho que intento encontrar una razón lógica que los haya impulsado a obrar así, aún no he dado con ella.
Ahora fue su turno de mirarlo con las cejas arqueadas, aunque Kumar no añadió nada más a aquella espontánea declaración; muy a pesar de lo confiada que había sonado su respuesta. La verdad es que nunca sabía si Kumar hablaba en serio o, por el contrario le estaba tomando el pelo. Observó cómo este se dedicaba a limpiar el filo de sus espadas en la ropa de sus asaltantes, con una frugalidad que lo inquietó. No parecía afectarle en demasía la truculenta escena que acababa de protagonizar; era como si estuviese acostumbrado a decapitar y destripar por oficio.
No sabía ni por qué se molestaba en preguntarle si pretendía obtener respuestas claras.
tan solo empañado por el intermitente castañeteo de los dientes de Varsuf que rompía la quietud general. ... Quizás hasta se quede a observar el espectáculo con una sonrisa de oreja a oreja.
¿Podrías decirnos quién diablos eran estos dos tipos y qué es lo querían de nosotros? Quizás si logramos identificarlos, podamos atar cabos y así conseguir averiguar quién los ha enviado a por nosotros. ¿Ves por dónde quiero ir Kumar?
—Sí Varsuf —dijo mirándolo directamente a los ojos. —, los (puntuación) dos.
Volvió a enfocar su atención en Kumar, pues era quien debía de tener las respuestas a todo aquel sinsentido, y pensaba sacárselas a golpes si eso era necesario.
—¿Piensas contarme lo que sabes o no?
No sé quiénes (no estoy seguro, pero creo que se me ha pasado marcarte alguno similar antes ) eran estos tipos ―dijo señalándolos con indiferencia ―, ni conozco las razones por la que pretendían haceros daño.
Lo miró reprimiendo las enormes ganas que tenía de abofetearlo, si tuviese las fuerzas necesarias como para realizar dicha acción, seguramente se lanzaría a su pescuezo sin pensárselo dos veces. Estaba completamente seguro de que Kumar omitía una información vital, solo los dioses sabían qué razones le impulsaban a ocultarla. También estaba el pequeño detalle del extraño y oscuro humo que había brotado de las gargantas de aquel par de infelices. Juraría haber visto cómo este se arremolinaba alrededor de las espadas de Kumar durante unos segundos, y luego seguido ser absorbido por las hojas de las mismas.
Entonces ¿Por qué tengo la extraña sensación que sabías que esto iba a ocurrir y por eso te has presentado en este callejón en el momento justo?
―No sé qué le ha llevado a esa conclusión, señor. Es cierto que llevo toda la noche detrás de usted, pero es lo que suelo hacer habitualmente. ―le confesó a bocajarro.
Definitivamente seguían estando en el mismo punto que al principio, sin saber qué había llevado a aquel par de enajenados a atentar contra ellos.
―¿Qué hacemos ahora entonces? ―Preguntó Varsuf, sacándolo del profundo ensimismamiento donde estaba hundido. A pesar de que parecía haber recuperado en cierto modo el color de piel, seguía teniendo las pintas de alguien salido recién (¿recién salido?) del matadero.
―¿Quizás deberíamos avisar a la guardia de lo que ha sucedido aquí? ―preguntó más que afirmó. ―Seguramente ellos sabrán qué hacer.
Tenía muy claro que si se presentaban a la guardia relatando lo ocurrido, tal y como lo veía tras contemplar la escena por enésima vez, los encerraban de por vida en el agujero más oscuro que pudiesen encontrar.
La realidad era que les había rebanado sus cabezas como a melones. ¿Por qué diablos habría actuado así? Si los hubiese herido, desarmado o incapacitado de alguna forma no letal, tendrían una justificación razonable para poder usar en su defensa, pero ahora, como estaban las cosas….
―¿Qué os parece si nos vamos a casa y ya está? ―saltó Kumar de pronto. ―Pienso que sería lo más sensato dadas las circunstancias.
―¿Sensato kumar? Dime ¡¿Qué parte de la maldita matanza que has organizado, es la que ves más sensata?! ―Estalló sorprendiendo tanto a Varsuf como a Kumar por el inesperado arrebato. ―Has matado a dos personas en mitad de la calle, decapitados in situ, y por lo que afirmas, con una premeditación sorprendente ¿Te has parado siquiera a pensar en las consecuencia de tus actos? ―le preguntó mientras una cantidad nada desdeñable de efluvios salían (¿salía? no lo tengo claro, pero "una cantidad" es singular) despedidos de su boca. ―Ahora debemos pensar cómo explicarles a las autoridades qué razones han llevado a provocar que tengan dos cadáveres en sus calles. ¿A casa y ya está? ¡¿Pero en qué puñetero mundo vives tú?!
―Comprendo sus reticencias, señor, pero piense que lo más seguro para vuestra integridad sería abandonar las calles lo más pronto como (¿que?tan...como / más...que) le fuera posible.
―¡Vaya, pero si piensas en mi seguridad después de todo! ¿Ahora me dirás que esperas que estos dos se levanten de nuevo? ―Retrucó molesto.
Mientras se devanaba los sesos intentando encontrarle una salida a aquella lunática situación, notó cómo Kumar los contemplaba impasible como una estatua. ...Ahora, en aquellos momentos de tribulación, era innegable que empezara a verlo con otros ojos y que por ende, lo asaltara (¿asaltaba?) un sinfín de preguntas con respecto a él.
De pronto escuchó cómo alguien venía por el callejón colindante al que se encontraban; aproximándose irremediablemente a ellos. Una voz acartonada iba cantando embriagado de alegría, destripando la tonada con más bien con escaso talento e indescifrable pronunciación. ... Él los miró con detenimiento, intentando discernir de quiénes podría tratarse; ellos por su parte miraron hacia los cuerpos mutilados desangrándose a sus pies; con la boca abierta y los ojos desorbitados de par en par.
Sus gritos desgarrados pudieron oírse a tres manzanas de allí, quebrando el silencio nocturno que previamente había reinado en la zona, haciendo que temiera la posibilidad de que un numeroso grupo de gente se reuniera en el lugar
Costaba creer que alguien tuviese tan mala suerte. ... Tragó saliva en vano. Si aún no habían tenido la oportunidad de encontrar un explicación razonablemente cuerda para relatar a las autoridades lo acontecido
Contempló a Varsuf, pues hacía un buen rato que no se pronunciaba; este negaba con la cabeza con la visión perdida en algún punto inconcreto de la fachada que tenía enfrente, mientras murmuraba.
Sopesó todas las posibilidades que tenía, pero ninguna de ellas lo convenció lo más mínimo.
Lo primero sería relatare qué inconsciencia lo había llevado a decidir que era una buena idea transitar por los Distritos de madrugada. Si llegado a ese punto no lo mataba de inmediato, puede que de alguna forma lograse explicar por qué sus asaltantes, (inevitablemente), habían sido reducidos a dos mitades.
―Es una decisión muy juiciosa por su parte, señor. Síganme y les llevaré sanos y salvos a casa.
Puso los ojos en blanco antes de desistir de intentar razonar con ninguno de aquellos dos. Varsuf tan siquiera parecía ni haberse percatado que estaban hablando en aquellos instantes de él, seguía a la suya, contemplando la fachada con la vista perdida más allá de ella, perdido en el mundo del trastorno mental.
Pues creo que después de esto el pedo que llevaban se les habrá pasado del tirón XD
Menudo prenda está hecho Kumar... la mayoría de lo que sabe se lo guarda, y la mayoría de lo que dice es para darle un mamporro... y Armen mientras tanto desesperando sin saber qué hacer y cómo salvar la papeleta... porque desde luego con el amigo mejor que no intente contar...
Como siempre hay que destacar la narración decorada y pulida, con muchos detalles y vericuetos, pero sin hacerse para nada pesada. Te felicito
Creo que sobran las especulaciones... hay tantas incógnitas pendientes, más aún conociendo el futuro del consejo... que no sabría por dónde empezar... Así que tocará esperar hasta que las musas te dediquen su tiempo.
Ánimo y a seguir!!!
Iep!