22/05/2016 09:54 AM
Buenas, Aljamar,
me acabo de leer la continuación, y me ha parecido tan buena como la primera parte del capítulo II.
Vamos, que el estilo con el que cuentas no me deja en absoluto distanciada del personaje. Cierto, se nota que hay muchas cosas que no se saben de Galed, y se va simplemente adivinando que ha recibido cierta educación allá al norte y que probablemente sepa leer y escribir, pero, en mi opinión, el no conocer con exactitud su pasado aguijonea la curiosidad y no distancia realmente al lector.
Por otro lado, será tal vez una manía mía pero siempre me gusta cuando aparecen las reacciones de los personajes en medio de un diálogo («puso los ojos en blanco», «se puso serio», etc.). Yo las utilizo todo el tiempo y creo que le dan mucha vida a las escenas (y carácter a los personajes, pues se ve cómo reaccionan).
Como únicas erratas vi estas:
- y hacía allí se dirigían -> hacia (y hay una repetición de «allí»)
- El esclavista les observó -> los (creo que es un leísmo, pero, como siempre, sigo sin tenerlo del todo claro)
Para lo de los insultos, te entiendo perfectamente. Yo misma no suelo poner nunca, sólo cuando me parece que crea un real efecto. Por lo demás, me contento con los «diablos» y «demonios» e imprecaciones inventadas. Aun así, por ejemplo en la Saga del Brujo la mayoría de los insultos vienen con naturalidad, claro que a veces se pasa yo creo: parece que todos los personajes son unos malhablados xD En cualquier caso, si Galed tiene por costumbre soltar imprecaciones, yo creo que estaría bien que varíe un poco y tenga un inventario de insultos más amplio; también valdrían expresiones groseras inventadas o incluso algún insulto típico en el idioma del protagonista (muchas veces sólo hace falta poner el insulto inventado acompañado con un «juró» o «blasfemó» para que se entienda).
Únicamente comentaría que lo de los sueños premonitorios que tiene Shäl podría tener sus desventajas dependiendo de hasta qué punto realmente esos sueños se basan en la realidad. Puede que Shäl tenga instintos, sueños extraños, o puede que sea un iluminado… en cualquier caso, lo de leer el futuro siempre me pareció una herramienta que hay que manejar con mucha precaución. Así y todo, como está contado, parece que los sueños de Shäl no son muy precisos —otra cosa es que Shäl confíe en que su interpretación sea la buena, lo cual ciertamente puede dar lugar a situaciones graciosas si resulta que Shäl no siempre acierta
En fin, tanto si Shäl acierta como si no, veamos cómo Galed se las apaña por Puerto de Fares!
Ah, sí, otro apunte sin mucha relevancia: ¿es esta la primera vez en que Galed ve el mar? Porque en tal caso ¿no debería quedarse un poco suspenso al menos?
Bueno, que yo sí que me alargo, jeje. Por el momento la historia va bien, a ver cómo continúa.
Un saludo!
me acabo de leer la continuación, y me ha parecido tan buena como la primera parte del capítulo II.
Quote:¿Es un poco radical? ¿Se echa de menos mucho saber lo que piensan los personajes?Verás, con respecto a lo de los pensamientos de los personajes, en este capítulo II sí que me da la impresión de que sigues los de Galad. No los escribes expresamente del todo (muchas veces no hace ni falta), pero sí que te metes en la cabeza del protagonista, simplemente con expresiones tipo «Galed no tenía mucho apetito y se dedicó a observar a sus compañeros». Sigues la cronología de lo que hace (observa) y luego describes lo que ve. También añades adjetivos subjetivos que hacen comprender el estado de ánimo y la opinión de Galed (como «el mismo paisaje monótono» por poner un ejemplo). Eso, para mí, es meterse en la cabeza del protagonista.
Vamos, que el estilo con el que cuentas no me deja en absoluto distanciada del personaje. Cierto, se nota que hay muchas cosas que no se saben de Galed, y se va simplemente adivinando que ha recibido cierta educación allá al norte y que probablemente sepa leer y escribir, pero, en mi opinión, el no conocer con exactitud su pasado aguijonea la curiosidad y no distancia realmente al lector.
Por otro lado, será tal vez una manía mía pero siempre me gusta cuando aparecen las reacciones de los personajes en medio de un diálogo («puso los ojos en blanco», «se puso serio», etc.). Yo las utilizo todo el tiempo y creo que le dan mucha vida a las escenas (y carácter a los personajes, pues se ve cómo reaccionan).
Como únicas erratas vi estas:
- y hacía allí se dirigían -> hacia (y hay una repetición de «allí»)
- El esclavista les observó -> los (creo que es un leísmo, pero, como siempre, sigo sin tenerlo del todo claro)
Quote:¿De verdad resulta tan extraño? Intento fijarme mucho en esos detalles que le quitan todo el realismo de golpe.Bueno, todo depende de si el Gran Kezhel se acaba de instalar en ese palacio o no, pero no parece ser el caso. Yo creo que una de las cosas que se hace cuando se es una persona influyente es asegurarse de que el lugar donde vive tiene todas las entradas y salidas bien protegidas, incluidas las secretas, como simple medida contra posibles asesinatos o robos (sobre todo si se está desarrollando una fiesta). Por supuesto, todo depende de lo precavido que es el Gran Kezhel y del buen consejo de sus súbditos.
Para lo de los insultos, te entiendo perfectamente. Yo misma no suelo poner nunca, sólo cuando me parece que crea un real efecto. Por lo demás, me contento con los «diablos» y «demonios» e imprecaciones inventadas. Aun así, por ejemplo en la Saga del Brujo la mayoría de los insultos vienen con naturalidad, claro que a veces se pasa yo creo: parece que todos los personajes son unos malhablados xD En cualquier caso, si Galed tiene por costumbre soltar imprecaciones, yo creo que estaría bien que varíe un poco y tenga un inventario de insultos más amplio; también valdrían expresiones groseras inventadas o incluso algún insulto típico en el idioma del protagonista (muchas veces sólo hace falta poner el insulto inventado acompañado con un «juró» o «blasfemó» para que se entienda).
Quote:Quiero transmitir que Galed es bastante impulsivo y que a veces se la va la pelota un pocoJeje, sí, en esta última parte se ve que se exalta, aunque no es nada extraño, cualquiera no se queda tan tranquilo como Shäl si lo meten en una jaula
Únicamente comentaría que lo de los sueños premonitorios que tiene Shäl podría tener sus desventajas dependiendo de hasta qué punto realmente esos sueños se basan en la realidad. Puede que Shäl tenga instintos, sueños extraños, o puede que sea un iluminado… en cualquier caso, lo de leer el futuro siempre me pareció una herramienta que hay que manejar con mucha precaución. Así y todo, como está contado, parece que los sueños de Shäl no son muy precisos —otra cosa es que Shäl confíe en que su interpretación sea la buena, lo cual ciertamente puede dar lugar a situaciones graciosas si resulta que Shäl no siempre acierta
En fin, tanto si Shäl acierta como si no, veamos cómo Galed se las apaña por Puerto de Fares!
Ah, sí, otro apunte sin mucha relevancia: ¿es esta la primera vez en que Galed ve el mar? Porque en tal caso ¿no debería quedarse un poco suspenso al menos?
Bueno, que yo sí que me alargo, jeje. Por el momento la historia va bien, a ver cómo continúa.
Un saludo!
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