19/07/2019 03:26 PM
Para quien no sepa lo que es el término flanderización, se refiere a convertir un personaje en una caricatura plana de sí mismo a base de coger una única característica y convertirla en lo que es el personaje. De hecho el nombre viene por Ned Flanders, y cómo pasó de ser un padre y vecino amable a un fanático religioso.
La cuestión es que hace un par de años, Iris Chin de la universidad de Connecticut hizo un estudio para averiguar en qué momento se flanderizó Homer, o sea, cuando pasó de ser un padre torpe a un completo retrasado.
Resumiendo lo que hizo, fue usar los guiones de los capítulos para analizar diferentes aspectos lingüísticos (por ejemplo, promedio de sílabas por palabra o de longitud de palabras) de Homer y compararlo con el resto de miembros de la familia. Lo cierto es que los resultados no parecen destacables, aunque ella afirma no creer que ello implique que tal fenómeno no se haya dado en este personaje.
Podéis leer la entrada de su blog donde habla de ello aquí y acceder a GitHub para ver el código y los datos extraídos.
Más allá de la curiosidad que resulta un análisis científico a este nivel para saber si un personaje, en definitiva, es plano o no, cre que sirve para plantearnos cosas como escritores: los resultados parecen dar a entender que no hay tal flanderización ya que, al menos en el habla, Homer no es más atrasado que el resto de su familia, sin embargo la propia autora admite que eso no implica que no exista; por tanto hace que debamos considerar no sólo un aspecto (ya sea en la construcción de personajes o de la propia historia) que haya que arreglar, sino el conjunto.
La cuestión es que hace un par de años, Iris Chin de la universidad de Connecticut hizo un estudio para averiguar en qué momento se flanderizó Homer, o sea, cuando pasó de ser un padre torpe a un completo retrasado.
Resumiendo lo que hizo, fue usar los guiones de los capítulos para analizar diferentes aspectos lingüísticos (por ejemplo, promedio de sílabas por palabra o de longitud de palabras) de Homer y compararlo con el resto de miembros de la familia. Lo cierto es que los resultados no parecen destacables, aunque ella afirma no creer que ello implique que tal fenómeno no se haya dado en este personaje.
Podéis leer la entrada de su blog donde habla de ello aquí y acceder a GitHub para ver el código y los datos extraídos.
Más allá de la curiosidad que resulta un análisis científico a este nivel para saber si un personaje, en definitiva, es plano o no, cre que sirve para plantearnos cosas como escritores: los resultados parecen dar a entender que no hay tal flanderización ya que, al menos en el habla, Homer no es más atrasado que el resto de su familia, sin embargo la propia autora admite que eso no implica que no exista; por tanto hace que debamos considerar no sólo un aspecto (ya sea en la construcción de personajes o de la propia historia) que haya que arreglar, sino el conjunto.