18/08/2021 10:33 AM
(This post was last modified: 19/08/2021 08:41 PM by JPQueirozPerez.)
Hace ya dos años hablé del tema de Malpaso, que aunque empezó con una empresa incumpliendo un contrato (concretamente una editorial no pagando lo correspondiente a una traductora), se viralizó por la pésima respuesta del editor; en este caso pasa algo muy parecido.
Como siempre, voy a resumir el asunto (después compartiré diversos tuits, aunque guardaré captura de pantalla para que no ocurra como con Malpaso: que se borren y esa información acabe perdida): una autora que publica en Lektu se quejó en su cuenta personal sin arrobar a Lektu y la cuenta de dicha plataforma fue a contestarle, a partir de ahí y de las quejas vinieron unas disculpas el lunes, más al estilo «siento si te has ofendido» o las que diera en su día el Rey Emérito, que de unas disculpas reales; el martes vino un comunicado hablando de una «campaña de desprestigio» en el que se daba a entender que habían decidido cerrar la plataforma. Finalmente, hoy parece que la amenaza se ha cumplido... a medias, han mandado un comunicado a autores/editores diciendo que el servicio de altas y atención al cliente pasa a estar inactivo hasta nuevo aviso.
Bien, una vez resumido, voy a ver si soy capaz de añadir en el post todo lo que ha ido apareciendo en Twitter, pero antes me gustaría compartir un podcast para quien no conozca Lektu: Entresijos del Mundo Editorial: LEKTU con David Fernández
También añadir que David Fernández fue creador de Cyberdark.net, y entre los socios capitalistas del proyecto está Alejo Cuervo, director de Ediciones Gigamesh y propietario de la librería de mismo nombre; me parece importante señalarlo porque el vender el proyecto como uno con pocos trabajadores da entender que es una cosita pequeña, el hecho de que no se pueda comparar a Amazon no lo convierte en la frutería de la esquina...
El asunto en cuestión (al menos de forma) pública empezó aquí; en dicho tuit la autora avisa a sus seguidores acerca de un error que se produce en la plataforma —por lo comentado, dicho error se resolvió rápido, lo que hace menos coherente todo el lío montado—. Podemos ver que hay dos respuestas al tuit, la más reciente de la autora avisando sobre el cierre de su cuenta (previa desactivación de sus productos), mientras que la otra fue la que dio Lektu el domingo, que si bien no es demasiado problemática al simplemente comentar que eso se explica en los tutoriales (aunque como la autora responde, ella simplemente está avisando a los compradores), se hace rara cuando vuelven a insistir en el tema de los tutoriales, casi pareciendo que se trata de una respuesta automática.
Y lo que verdaderamente hizo explotar el tema fue este tuit de ella y la consecuente respuesta de Lektu. Tras ello, David Fernández entonaría el me culpa (o algo por el estilo); cuando digo algo por el estilo es por que de alguna manera hizo la bola más grande, por una parte admitiendo un incumplimiento de contrato, por la otra, mintiendo acerca de la autora. Más adelante tendríamos el hilo de las mencionadas disculpas; esto logró un cometido importa que fue el de victimizarse y que la gente empatizara con eso porque pobrecitos, solo quieren ayudar a los autores a publicar y ya sabéis: Hitler Lektu Did Nothing Wrong.
Así que tocó pasar a un comunicado oficial por parte del equipo que sirvió para el mismo propósito que en con las disculpas pero a mayor escala, porque ya no eran simples víctimas, sino que por culpa de la autora en cuestión y de los que criticaron la actuación de la plataforma, estaba iba a cerrar dejando a un montón de gente en la estacada. Para finalmente llegar al mencionado comunicado que han enviado por correo. Por cierto, recomiendo leer este último que he pasado entero porque vais a ver joyitas como esta (por si os habéis saltado el resto de enlaces, Cristina Macía es también socia de David Fernández en Lektu); que por otra parte, sin demasiado esfuerzo podréis encontrar en su Facebook, que por algún motivo está abierto para todos.
Ahora, aunque ya he dejado escapar algo de mi propia opinión en la presentación del tema quería acabar de dejarlo claro: creo que Lektu ha hecho todo mal. Incluso aunque ellos tuvieran razón, así no se resuelven las cosas; no porque crea que el cliente siempre tiene la razón, porque he trabajado de cara al público y sé que la frasecita de marras solo sirve para que los clientes crean que un trabajador por estar atendiéndole es su sirviente; sino porque esta situación no habría escalado a estos niveles de haberse hecho por privado, incluso aunque el resultado hubiera sido el mismo.
Por supuesto, incluso obviando eso, creo que están equivocados por dedicarse a buscar críticas en cuentas personales que no les citan (por mucho que tengan una alerta por el tema del pago social) y luego de liarla hablar de teorías de la conspiración y campañas de desprestigio a que critiquen su actitud mientras se dedican a echar balones fuera culpando a otros o a quitar peso en el asunto diciendo que ha sido un mal día.
Evidentemente está claro que buscaban crear un enemigo y lograr que un montón de gente culpe a una chica por equivocarse al usar una plataforma —que no he usado pero por lo que he leído estos días, no es precisamente complicado equivocarte usándola—, dejando correr el hecho no solo de las formas de la empresa sino de como hablan abiertamente de incumplir sus propias cláusulas contractuales.
Igualmente, no han cerrado todavía, y considerando que es agosto y trabajadores propiamente dicho solo hay dos, lo más seguro es que acaben volviendo para septiembre como si estuvieran apiadándose de la comunidad literaria. Y si realmente deciden cerrar, lo más probable ese que sea porque el negocio no da ingresos como ellos mismos admiten y esto simplemente fuera una excusa que les ha venido de perlas.
No por ello deja de parecerme, hablando claro, un putadón, porque en sí el concepto de la plataforma estaba genial, y era una buena alternativa a Amazon dentro de la autopublicación, pero está claro que por eso no podemos tener cosas bonitas.
Por no acabar el tema dejando un sabor de boca amargo: existen multitud de alternativas a Lektu y Amazon como las que aparecen en este ejemplo.
Como siempre, voy a resumir el asunto (después compartiré diversos tuits, aunque guardaré captura de pantalla para que no ocurra como con Malpaso: que se borren y esa información acabe perdida): una autora que publica en Lektu se quejó en su cuenta personal sin arrobar a Lektu y la cuenta de dicha plataforma fue a contestarle, a partir de ahí y de las quejas vinieron unas disculpas el lunes, más al estilo «siento si te has ofendido» o las que diera en su día el Rey Emérito, que de unas disculpas reales; el martes vino un comunicado hablando de una «campaña de desprestigio» en el que se daba a entender que habían decidido cerrar la plataforma. Finalmente, hoy parece que la amenaza se ha cumplido... a medias, han mandado un comunicado a autores/editores diciendo que el servicio de altas y atención al cliente pasa a estar inactivo hasta nuevo aviso.
Bien, una vez resumido, voy a ver si soy capaz de añadir en el post todo lo que ha ido apareciendo en Twitter, pero antes me gustaría compartir un podcast para quien no conozca Lektu: Entresijos del Mundo Editorial: LEKTU con David Fernández
También añadir que David Fernández fue creador de Cyberdark.net, y entre los socios capitalistas del proyecto está Alejo Cuervo, director de Ediciones Gigamesh y propietario de la librería de mismo nombre; me parece importante señalarlo porque el vender el proyecto como uno con pocos trabajadores da entender que es una cosita pequeña, el hecho de que no se pueda comparar a Amazon no lo convierte en la frutería de la esquina...
El asunto en cuestión (al menos de forma) pública empezó aquí; en dicho tuit la autora avisa a sus seguidores acerca de un error que se produce en la plataforma —por lo comentado, dicho error se resolvió rápido, lo que hace menos coherente todo el lío montado—. Podemos ver que hay dos respuestas al tuit, la más reciente de la autora avisando sobre el cierre de su cuenta (previa desactivación de sus productos), mientras que la otra fue la que dio Lektu el domingo, que si bien no es demasiado problemática al simplemente comentar que eso se explica en los tutoriales (aunque como la autora responde, ella simplemente está avisando a los compradores), se hace rara cuando vuelven a insistir en el tema de los tutoriales, casi pareciendo que se trata de una respuesta automática.
Y lo que verdaderamente hizo explotar el tema fue este tuit de ella y la consecuente respuesta de Lektu. Tras ello, David Fernández entonaría el me culpa (o algo por el estilo); cuando digo algo por el estilo es por que de alguna manera hizo la bola más grande, por una parte admitiendo un incumplimiento de contrato, por la otra, mintiendo acerca de la autora. Más adelante tendríamos el hilo de las mencionadas disculpas; esto logró un cometido importa que fue el de victimizarse y que la gente empatizara con eso porque pobrecitos, solo quieren ayudar a los autores a publicar y ya sabéis: Hitler Lektu Did Nothing Wrong.
Así que tocó pasar a un comunicado oficial por parte del equipo que sirvió para el mismo propósito que en con las disculpas pero a mayor escala, porque ya no eran simples víctimas, sino que por culpa de la autora en cuestión y de los que criticaron la actuación de la plataforma, estaba iba a cerrar dejando a un montón de gente en la estacada. Para finalmente llegar al mencionado comunicado que han enviado por correo. Por cierto, recomiendo leer este último que he pasado entero porque vais a ver joyitas como esta (por si os habéis saltado el resto de enlaces, Cristina Macía es también socia de David Fernández en Lektu); que por otra parte, sin demasiado esfuerzo podréis encontrar en su Facebook, que por algún motivo está abierto para todos.
Ahora, aunque ya he dejado escapar algo de mi propia opinión en la presentación del tema quería acabar de dejarlo claro: creo que Lektu ha hecho todo mal. Incluso aunque ellos tuvieran razón, así no se resuelven las cosas; no porque crea que el cliente siempre tiene la razón, porque he trabajado de cara al público y sé que la frasecita de marras solo sirve para que los clientes crean que un trabajador por estar atendiéndole es su sirviente; sino porque esta situación no habría escalado a estos niveles de haberse hecho por privado, incluso aunque el resultado hubiera sido el mismo.
Por supuesto, incluso obviando eso, creo que están equivocados por dedicarse a buscar críticas en cuentas personales que no les citan (por mucho que tengan una alerta por el tema del pago social) y luego de liarla hablar de teorías de la conspiración y campañas de desprestigio a que critiquen su actitud mientras se dedican a echar balones fuera culpando a otros o a quitar peso en el asunto diciendo que ha sido un mal día.
Evidentemente está claro que buscaban crear un enemigo y lograr que un montón de gente culpe a una chica por equivocarse al usar una plataforma —que no he usado pero por lo que he leído estos días, no es precisamente complicado equivocarte usándola—, dejando correr el hecho no solo de las formas de la empresa sino de como hablan abiertamente de incumplir sus propias cláusulas contractuales.
Igualmente, no han cerrado todavía, y considerando que es agosto y trabajadores propiamente dicho solo hay dos, lo más seguro es que acaben volviendo para septiembre como si estuvieran apiadándose de la comunidad literaria. Y si realmente deciden cerrar, lo más probable ese que sea porque el negocio no da ingresos como ellos mismos admiten y esto simplemente fuera una excusa que les ha venido de perlas.
No por ello deja de parecerme, hablando claro, un putadón, porque en sí el concepto de la plataforma estaba genial, y era una buena alternativa a Amazon dentro de la autopublicación, pero está claro que por eso no podemos tener cosas bonitas.
Por no acabar el tema dejando un sabor de boca amargo: existen multitud de alternativas a Lektu y Amazon como las que aparecen en este ejemplo.