04/06/2021 02:59 AM
Bueno, después de varios meses y un parón a mitad del tercer libro, al fin terminé la trilogía.
Lo primero que tengo que decir es que está bien escrito. A pesar de la inmensa cantidad de paja que hay a lo largo de los tres libros, se hace interesante de principio a fin. Muy destacable la evolución de personajes como Luthar, West o Sabueso. Muy detestable la actuación de Bayaz, su manipulación y su frialdad a la hora de conseguir sus ovjetivos. Muy sorprendentes los giros en la vida de Logen, probablemente el personaje más completo de la saga (sigo odiando a Glokta).
Pero veo claro que esta trilogía es la degradación absoluta de la obra de Tolkien. Mientras allí el héroe era alabado por cuantos le rodeaban, aquí coge un día, se le va la pinza y le corta el pescuezo a un amigo. Mientras el mago siempre actuaba con rectitud y sin justificar con el fin los medios, aquí tenemos a uno al que solo le importa la victoria. Y mientras Tolkien concebía la fantasía como una especie de baluarte de la esperanza, las últimas páginas de la Primera Ley solo muestran desolación. No digo que tenga que tener un final feliz, ni que los protagonistas deban actiar bien sirmpre ni nada parecer. Pero, como dijo Chesterton, "Los cuentos de hadas no nos gustan porque nos digan que existen dragones, sino porque nos dicen que pueden ser vencidos."
Y eso es algo que no hace la Primera Ley. Yo no acudo a la fantasía en busca de realismo, sino para huir de él. El libro me ha gustado, pero no sé si volveré a leer a Abercrombie. Por lo menos durante un tiempo.
Lo primero que tengo que decir es que está bien escrito. A pesar de la inmensa cantidad de paja que hay a lo largo de los tres libros, se hace interesante de principio a fin. Muy destacable la evolución de personajes como Luthar, West o Sabueso. Muy detestable la actuación de Bayaz, su manipulación y su frialdad a la hora de conseguir sus ovjetivos. Muy sorprendentes los giros en la vida de Logen, probablemente el personaje más completo de la saga (sigo odiando a Glokta).
Pero veo claro que esta trilogía es la degradación absoluta de la obra de Tolkien. Mientras allí el héroe era alabado por cuantos le rodeaban, aquí coge un día, se le va la pinza y le corta el pescuezo a un amigo. Mientras el mago siempre actuaba con rectitud y sin justificar con el fin los medios, aquí tenemos a uno al que solo le importa la victoria. Y mientras Tolkien concebía la fantasía como una especie de baluarte de la esperanza, las últimas páginas de la Primera Ley solo muestran desolación. No digo que tenga que tener un final feliz, ni que los protagonistas deban actiar bien sirmpre ni nada parecer. Pero, como dijo Chesterton, "Los cuentos de hadas no nos gustan porque nos digan que existen dragones, sino porque nos dicen que pueden ser vencidos."
Y eso es algo que no hace la Primera Ley. Yo no acudo a la fantasía en busca de realismo, sino para huir de él. El libro me ha gustado, pero no sé si volveré a leer a Abercrombie. Por lo menos durante un tiempo.
Adelante, pues. El destino nos aguarda.