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[Fantasía] Meldoried y Dalamar/Caethdal: Caminos Separados. Un relato por entregas - Printable Version

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[Fantasía] Meldoried y Dalamar/Caethdal: Caminos Separados. Un relato por entregas - Isfegar - 11/07/2020

Hola a todos, intentando aprender más, aquí os dejo el inicio de una serie de relatos que tengo rodando por la cabeza:

Calor, inclemente, asesino, calor. Sólo quedaba él, avanzando sobre la ardiente arena. Los ojos entrecerrados, medio cegado por los implacables soles de la Balanza. La mente fija en una sola idea: moverse, andar, sobrevivir.
—Mientras me mueva seguiré vivo.
Primero un pie, luego otro. Sobreponiéndose al dolor del roce de los grilletes de sus muñecas, al agotamiento, al imposible calor.

—No me cogerán. No se han atrevido a seguirme aquí.

Una débil sonrisa de triunfo asoma a sus labios abrasados. La arena cede bajo sus pies. Otra duna. A medias a gatas, a medias andando, culmina la ascensión. Otro triunfo. Días atrás habría alzado los brazos y mostrado sus cadenas al furibundo ojo de Heimad. Ya no, pero en su fuero interior se regocija en su victoria, como un avaro que guarda una moneda más en su bolsa. Y continua su camino, arrastrando las cadenas por la arena, con su túnica de legionario reducida a andrajos y su calzado hecho de trapos.

—Mientras me mueva seguiré vivo.

……….

Ruido de gaviotas, olor de salitre, la brisa marina, amable y generosa, refresca el ambiente y vivifica los espíritus de la cosmopolita Rasaol. Puerto libre de Alrus. Baluarte de la Balanza. La ciudad de los mil minaretes. El fértil oasis del desierto, zoco de nómadas y caravaneros. El tesoro largamente codiciado por sus vecinos. La perla amurallada.

Desde la terraza de su mansión fortificada, Meldoried respira con ansia el aire del mar. Sus manos firmes y delicadas se aferran a la exquisita balaustrada de mármol de Arras. Su espeso cabello del color de la miel cae suelto, cubriendo el escote de su espalda, mientras su vestido color perla se ciñe con corte experto desde su cuello de cisne hasta su cintura, dejando libre su pierna izquierda por la abertura de su falda asimétrica. Púrpuras sandalias de caprichoso entrelazado y un cinturón a juego con sus ojos aportan un toque de color a su estilo, envidiado e imitado desde su llegada a la capital.

Se presentó como una refinada y rica orfebre. Exiliada de su patria como tantos otros de los suyos. La Joyera, le dicen. La Dama de los Diamantes, le llaman. Y así es en verdad, aunque pocos saben cuan en lo cierto están. Pues es la hermana del Rey Sin Reino de los Diantari. 
Fue fruto de sus esfuerzos que las naciones del Libro se fijaran en Rasaol y persiguiendo las leyendas del Antiguo Reino dirigieran allí sus ejércitos.

—Todo iba tan bien, Áureo —Suspira apenada. —Todo Itnor Occidental se había volcado en la búsqueda la antigua Cantrei. Martogo, Enquiol, Omn, Arras, Radock, Pallanthia, Malvan… unidos de nuevo en un propósito común.
—Así fue. —Admite su interlocutor, cómodamente recostado en un diván lo bastante amplio para albergar a cuatro personas con holgura —Pero has de admitir, que no fuiste del todo sincera con ellos.
—¿Tan malvada fui? —Musita la bella diantari, al tiempo que agacha la cabeza y aparta un cremoso mechón color miel de sus ojos. En contra de su nombre y reputación, ninguna joya la adorna, ahora está con alguien de plena confianza, los artificios y oropeles de la corte y la diplomacia están fuera de lugar. —Les ofrecí un ideal, un objetivo compartido…
—Con la esperanza de dirigirlos a Anquei y recuperar tu hogar ancestral de las zarpas de los dragones blancos. —La interrumpe Áureo, al tiempo que se incorpora y se acerca a ella.

Aún en su forma humanoide, Áureo exuda poder. Ella ronda los dos metros y no le llega a los hombros. Allí donde ella es pálida esbeltez y agilidad, él es broncineo músculo y fuerza. 

—Mi protector. —Con una sonrisa triste, apoya su espalda en el fornido pecho, cubierto con una túnica verde esmeralda, del draktar dorado y gira su cabeza para acomodarla en su hombro. —¿Que vamos a hacer ahora? La cruzada perdió su impulso. El príncipe de Rasaol gobierna Suttim en contra de la voluntad de su padre. Bólmir y sus seguidores se revuelven inquietos…
—Y luego está el lokithari del desierto y sus delirios acerca de zigurats y hombres lagarto. —La obliga a volver al asunto principal de su reunión, mientras con una delicadeza inusitada toma la delicada mano de ella en su enorme manaza y la conduce como si fuera una niña al diván.
—Delirios, ojalá fueran delirios. Ese hombre es uno de los legionarios de Adormar el Retornado. —Suspira ella, en lo que toma asiento y vuelve a recostarse contra Aureo. —Son la élite del Rey de Osknum, si un hombre así dice que ha visto a las criaturas de la Tirana Azul desarrollar inteligencia… Ha sido una suerte que los nómadas que le encontraron se lo entregarán a los pallanthios de Harlan y no a Bólmir.
—Nuevos seres inteligentes. ¿Era eso lo que buscaba la Azul? ¿Por eso se desentendió de todo y dejó a sus caballeros de Thalis al frente de su imperio? —Sonriente, con sus ambarinos ojos brillando de emoción exclamó el draktar de cabello plateado.
—Eres igual que un niño. —Contagiada por el entusiasmo de su amigo, protestó sonriendo Meldoried. —He vivido mucho, visto demasiados sueños marchitarse, necesito tu juventud a mi lado para no perderme en la melancolía. Si Dálamar siguiera con nosotros sería más fácil…
—Dalamar escogió su propio camino. —Serio de golpe, atajó Aureo esa línea de pensamiento. —Cuando quiera volver a nosotros, volverá. Es él quien mora en las sombras, buscando poder en ellas.
—No seas tan duro con mi hijo. —Susurra ella para apaciguarle. —No deja de llevar en las venas también la sangre de su padre. Pero volverá a nosotros, a la luz. —Y cerrando los ojos añade con un suspiro. —Pero ahora préstame tu fuerza y permíteme descansar de los pesares del mundo.
—Sabes que siempre estaré a tu lado. — Y mientras ella asiente y reposa confiada junto a él, piensa —Dálamar, Dálamar. ¿Sabes siquiera el dolor que la has causado?

……….

Las paredes rezuman humedad, pero lo que gotea, espeso, sobre un caldero, hiede a metal.
Unos candiles iluminan el centro de la estancia. En los márgenes de la luz, un roedor olisquea esperanzado, antes de escabullirse al oir como abren la pesada cerradura de la puerta del sótano.
Dos hombres cargan con un bulto voluminoso metido en un saco de esparto. Lo hacen con desgana, pero con seguridad, están habituados a estos encargos. Sin remilgos. Sin preguntas. Aquellos habitantes de Esgembrer que carecen de oficio, del paraguas de un gremio o de un patrón generoso, no pueden permitirse lujos tales como tener conciencia. 
Un tercer hombre, que porta una lucerna de apestoso aceite de ballena, les va dando instrucciones.

—Muy bien caballeros. Muy bien. Todo un hallazgo el suyo. Un hallazgo les digo. Aquí, sobre la mesa, aquí. Cuidado con el instrumental. Cuidado les digo. —Y cogiendo con mano experta y pulso firme una hoja fina y afilada procede a cortar el saco.

Evitando mirar su contenido, los sucios hombrones retroceden asqueados. Ayer era un reputado zapatero de los barrios medios de la ciudad. Hoy es una masa viscosa de piel verduzca y lengua bífida.

—Fascinante caballeros. Fascinante digo. Mi patrón estará encantado. —Continúa con su soliloquio el frenético hombrecillo, mientras le práctica una incisión todo a lo largo del tórax  —Encantado les digo.
—Ya tiene ussia lo suyo —Con un carraspeo toma la palabra el mayor de los dos, entrecano y sin casi dientes. —¿Que hay de lo nuestro?
—¿Qué? —Molesto por la interrupción, levanta la cabeza de su macabro trofeo. —¡Ah, es verdad! Les acompaño a la salida y les pago. Es verdad, les digo…

Con evidente alivio, la pareja se hace a un lado y le permite subir primero. Más por precaución, que por deferencia. Y salen tras él.
Una vez abandonan el sótano, una sombra adquiere volumen, sustancia y movimiento. La luz de los candiles parpadea y un rostro lupino, enmarcado en unos cabellos negros como el azabache sale a la luz. 
Dálamar, vestido a la moda local, con botas de media caña, calzas y jubón negro sobre camisa blanca, abullonada y arremangada, se acerca al espécimen descubierto por sus artes y capturado por sus agentes.
Pone exquisito cuidado en retirar el saco de esparto. En cierta medida, comparte el entusiasmo de su experto anatomista Fabián, pero no sus procedimientos.

Entonces es cierto. Hombres serpiente escondidos entre los humanos. ¿Pero desde cuándo? ¿Y con qué intención? Y más importante aún ¿Que puedo sacar de ello?


RE: [Fantasía] Meldoried y Dalamar: Caminos Separados 1 - Iramesoj - 12/07/2020

No lo he leido entero, pero puedo decir que esto me ha parecido enormemente inexpresivo:

Quote:—Todo iba tan bien, Áureo —Suspira apenada. —Todo Itnor Occidental se había volcado en la búsqueda la antigua Cantrei. Martogo, Enquiol, Omn, Arras, Radock, Pallanthia, Malvan… unidos de nuevo en un propósito común.

Aunque pone que está apenada, parece que el personaje sea un robot o una marioneta, pues no hay gestos, ni signos de exclamación, ni un lenguaje propio de un ser humano. Parece como si recitara. Mira, dentro de que yo soy otro novato y dar lecciones me viene grande, lo haría así:

—¡Todo iba tan bien, Áureo! —exclamó llevándose una mano a la frente. —Todo Itnor Occidental se había volcado en la búsqueda la antigua Cantrei...

El resto lo eliminaría porque parece una alumna recitando las provincias como quien recita las preposiciones, y entiendo que su interlocutor ya tiene esos conocimientos geográficos.

Otra cosa, me resulta extraña la narración en presente, pero eso quizá sea algo muy personal. Literatura juvenil en primera persona suele usar ese tiempo verbal, pero en una narración en tercera persona se me hace raro. No digo que esté mal, solo lo dejo caer por ver qué opinan otros foreros.

Te recomiendo cambiarle el nombre a Dalamar. Canta mucho para los que sabemos de dónde has sacado ese nombre.

Por último, te recomiendo unirte al Dragón Lector:

http://clasico.fantasitura.com/thread-17.html


RE: [Fantasía] Meldoried y Dalamar: Caminos Separados 1 - Isfegar - 12/07/2020

Tienes razón en la falta de emoción de Meldoried. Tengo que añadir los signos de exclamación fijo, aunque también es cierto que le quería dar ese toque frío, cerebral y un tanto derrotado al personaje. El lamento era maquinal al ser un lamento repetido más veces entre los personajes, como un chicle gastado que ha perdido su sabor (emoción en este caso) pero que es incapaz de escupirlo de una vez. Tengo que enfatizar ese aspecto también.

La narración en presente es algo que me sale sin pensar. Supongo que fueron muchos años dirigiendo partidas de rol. La narración en pasado me cuesta más. Tengo que trabajar en ello.

Lo de Dalamar me has matado. Hace más de 20 años que leí la Dragonlance y no me acordaba. Por algo le casaba tan bien el nombre al PNJ. Epic fail  anguished

Pues que sea... Caethdal. Sin resultados evidentes en una búsqueda superficial en google  sweat

Volvemos a la labor. Gracias por tu ayuda!

Aquí os dejo otro ejercicio para intentar recuperar la sintonía con el teclado. La parte del combate no me convence, se me antoja estática. ¿Algún consejo?

EEl untuoso hedor a cadáver inundaba las fosas nasales de Caethdal. Las horas pasadas en compañía de Fabián y su trofeo habían reportado resultados, pero no por ello resultaban menos desagradables.

Con paso decidido caminaba el diantari, envuelto en su capote de viaje, pesado y resistente, de más de un tajo asesino le había protegido. Su ensortijado pelo negro cubierto con un sombrero de ala ancha, que al tiempo cancelaba sus afiladas facciones. Sus manos, de largos y diestros dedos, enfundadas en sendos guantes de suave cuero, prestas a desenvainar su florete de duelo.

No pecaba de afectación al portar un arma tal con él. Larga había sido su vida, muchas las disciplinas a las que dedicó su atención en tiempos más ociosos. Era consciente de no poder competir con verdaderos expertos duelistas, ni con veteranos curtidos en batalla. Tampoco  era esa su intención, sino ganar tiempo y espacio para recurrir a sus verdaderas armas.

Y en los sórdidos callejones portuarios donde encontró a Fabián vendiendo sus habilidades a matones y rufianes, remendando su carne maltratada, proporcionando pociones y venenos a aquellas que buscaban una solución rápida a sus problemas conyugales, era prudente dar muestra de aplomo y entereza, enseñando los dientes y escarmentado de ser necesario a sus nativos.

La peste a pescado podrido, apenas enmascarado por la brisa nocturna, se unía al hedor a cadáver de su ropa, pero Caethdal  no se dejaba distraer con facilidad. Le seguían.

Los callejones sinuosos y estrechos de la barriada eran un desafío para los ajenos a la marginal sociedad que en ellos vivía y moría. Plazoletas y patios interiores recibían el nombre de los negocios que allí se acordaban. "El Patio de los Cuchillos", "La Fuente del Ahogado" o "El Jardín de los Enamorados" eran nombres de doble significado. Los viejos muros se combaban, compartiendo confidencias. Los tendales iban de una pared a otra limitando el campo de visión. Y las escasas luces prendidas sembraban anzuelos listos para capturar a los incautos.

Sin embargo, Caethdal llevaba frecuentando el Barrio Bajo suficiente tiempo para interpretar las señales, los ecos huidizos, las ausencias, sobre todo las ausencias. Ni un habitual en su camino, mendigo, pilluelo, prostituta, descuidero o carterista.


—Alguien ha enviado a un degollador tras de mí —Pensó el elfo esbozando una sonrisa lupina, al tiempo que modificaba el curso de sus pasos.


Al poco, pudo comprobar que su perseguidor no estaba dispuesto a cejar en su empeño, y con resolución renovada se dirigió a uno de sus rincones predilectos. El patio interior de un caserón largo tiempo abandonado y ruinoso. "El Pozo del Carnicero" le decían, motivado por el gran pozo levantado en su centro. Una vetusta, carcomida y maciza rueda de carro fijada con herrumbrosos clavos tapaba su boca y calmaba habladurías y conciencias inquietas.

Con decisión caminó el mago elfo hasta el fondo del patio. Interponiendo el pozo entre su perseguidor y la salida.


—¿Y bien? —Con un deje de desdén interpeló a las sombras, mientras desenvainaba su florete y desentumecía los músculos de sus brazos.


Tal y como esperaba, un individuo menudo y furtivo, encapuchado, embozado y cubierto de pies a cabeza con ropajes de tonos oscuros, verdes, marrones y negros entró cauteloso en el patio. Sus ojos duros e inquisitivos examinaban el campo de batalla elegido por su presa. Cimitarra en la diestra y cuchillo en la siniestra, medía la distancia que los separaba.

El arma de Caethdal le otorgaba la ventaja de su mayor alcance, el pozo jugaba también en beneficio del mago.

Mientras se evaluaban el uno al otro, rodeaban el pozo. Si el florete lanzaba una estocada, el encapuchado lo desviaba con su hoja. Si la cimitarra, arma más pesada, atacaba, Caethdal retiraba la suya, más frágil y retrocedía.

Dos combatientes expertos esperando el error ajeno. Entonces, un lance imprevisto, el florete hace sangre en la mejilla, un rasguño a cambio de acortar la distancia que los separa. El cuchillo surca el aire, la pesada capa de viaje, convenientemente enrollado en el brazo libre, lo intercepta. Cae sobre la rueda que cubre el pozo. Caethdal ha dejado una abertura en su guardia. El embozado la aprovecha, corriendo tras lanzar su hoja, le toma la posición y golpea al elfo en el pecho con su mano libre, la cimitarra gira, al mago le falta momentáneamente el aire, pero la esquiva. Su sombrero cae al suelo.

En ese momento, una idea lo asalta. Su adversario no está usando fuerza letal. Tampoco parece preparado para enfrentarse a su magia. Recupera la distancia entre ellos. El pozo los separa otra vez.


—¿A qué viene todo esto? —Murmura, sin obtener respuesta.


Entonces se sorprende de nuevo. Su rival se lleva un tubo a la boca, instintivamente, él se cubre con su pesada capa. Una nube de empalagoso polvo le irrita los ojos, pero evita inhalar lo peor. El retrocede tosiendo, su atacante salta sobre la rueda que cubre el pozo, recoge su cuchillo…


—Jaula de Espinas —Con férrea autoridad da forma a su verdadero poder.


Las sombras en torno al encapuchado se solidifican, como zarzas de afiladas espinas se aferran a brazos y piernas buscando sangre, inmovilizando a su presa.


—Luna Negra —Habla por vez primera su asaltante, debatiéndose por liberarse, sin dejar de vigilar sus movimientos.

—Si. —Con sencillez se encoge de hombros. —Y tú estás muy lejos de casa. Si no me equivoco.


Espera en respuesta en vano, en lo que recoge su sombrero y le sacude el polvo.


—No, no te equivocas. Venyagozar está a un mar y medio continente de distancia —Le contesta una voz femenina.

—¿Quién…?

—Es una pena lo que los humanos han hecho con este lugar. ¿No te parece Caethdal?

—Ya te veo —Mintió al reconocer la voz —¿Y a ti te parece mejor perseguirme así, Drinlar? —La contestó él obsequiando con una mueca a los aparentemente vacíos soportales.

—No sabíamos que eras tú el que nos arrebató al zapatero. —Reconoció ella con calma, una vez canceladas las disciplinas que la mantenían oculta, en lo que entraba en el patio.


Ahora sí la veía. Vestida para el trabajo, como su compañero, ropajes de colores apagados y oscuros, encapuchada, pero no embozada, lucía una sonrisa triste y una mirada de nostalgia en sus ojos grises.


—Y ahora que lo sabes, ¿qué vas a hacer? —Divertido por el vuelco de la situación se regodeó él.

—Pedirte que liberes a Selid, para empezar —Mås sería respondió ella —Y luego tratar de intercambiar información en un lugar civilizado.

—Sea —Aceptó el, disipando su conjuro —Yo tampoco sabía que estabais tras la pista de estas criaturas.

—¿No pretenderás que colaboremos con un luna negra? —Una vez liberado, protestó el enjuto venagozariano.

—Esto es más importante que tus rencores —Le amonestó Drinlar —Ademås, a Meldoried le agradará que colabores con "este" luna negra.


Y ante la mirada de perplejidad de Selid, Caethdal se caló su sombrero y suspiró con gesto cansino añadiendo:


—Lo mismo es a mi al que menos convence está asociación…


Pero salieron juntos de los callejones.


RE: [Fantasía] Meldoried y Dalamar/Caethdal: Caminos Separados 1 y 2 - Isfegar - 08/10/2020

Bueno, en este tiempo algo más he escrito. Sigo con los ejercicios para retomar la escritura, a ver que os parece esto:

Ruido de pasos, de zapatos, de botas, de tacones, de botellas, de jarras, de bullicio, de cånticos y de jarana. Olor a humanidad, a comida caliente, a perfumes fuertes, a humo, a cuero sudado y a madera. Omnipresente madera, hasta donde la vista alcanza. Desde el serrín que cubre el suelo, hasta las vigas del techo: madera. Tal era el empeño del propietario del local en reproducir su perdido navío en su nueva ocupación, que incluso una vela latina izaba en la terraza superior los días de fiesta o de bonanza. Y como no, la rueda de un timón adornaba la larga barra de su siempre concurrida taberna: "La Sirena Varada"
—No lo entiendo Drinlar —Estaba él protestando, la espalda inclinada, los musculosos brazos posados en todo lo largo de la barra, las peludas manos agarradas al borde como si fuera a arrancar un listón en cualquier momento —¿Para qué le has dicho nada?
—¿Y qué otra cosa iba a hacer, Adrastos? —Se defendió la esbelta elfa de las ciudades, mientras, pensativa, jugueteaba con un rebelde mechón castaño que se negaba a someterse a su recogido peinado —Llevábamos menos de una semana vigilando al zapatero y tomando nota de sus clientes, cuando, de repente, salen de la nada un par de matones y le secuestran.
—No, si eso lo entiendo. Los seguisteis, me parece correcto —Adoptando un tono conciliador y una postura más relajada, enderezándose, apartándose de la barra y mesándose la pulcra y corta barba gris, concedió el viejo capitán.
—Si hubiésemos sabido que era Caethdal, nos habríamos ido sin más. —Lo interrumpió ella, ansiosa —pero tenías que haberlo visto, vestido como un petimetre de la corte —Con un mohín gesticula moviendo sus manos imitando el contorno del ala de un sombrero —Hasta que Selid no le golpeó y se le cayó ese estúpido sombrero no lo reconocí —resignada, cogiendo su copa de vino de Donjou, añade antes de tomar un sorbo —Y entonces ya era tarde para irnos sin más. No me quedó otra alternativa para salir del paso —Zanjó la discusión con un gesto de la mano seguido por el tintineo de sus delicadas pulseras de plata, a juego con sus almendrados ojos grises.
—No, si eso lo entiendo —Paciente, repite él, permitiendo que una sonrisa socarrona asome a su rostro castigado por años de enfrentarse a los elementos —Lo que no entiendo es que estés aquí, ahora, arreglada como para un baile.

Sonrojándose, ella esquiva la mirada afectuosa que Adrastos le dedica.

—¿Tanto se me nota? —Mordiéndose el labio inferior, con una punzada de dolor asomándose a sus vivaces ojos, replica ella.
—Los mocasines y los pantalones de cuero marrón tienen un pase —Socarrón la zahirió, tras dar un sorbo a su vaso de blanco licor —La blusa blanca, larga, de cuello alto, ceñida con el cinturón, la chaqueta verde entallada y sin mangas y las pulseras de plata… vaya.
—¿Entonces por qué me haces de rabiar así? —Protestó ella alzando la barbilla.
—Por el peinado recogido que te permite lucir ese juego asimétrico de pendientes que tan bien queda en esas lindas orejas puntiagudas tuyas.
—Todavía te acuerdas —Suavizó Drinlar el tono. 
—Tres prismas ambarinos a la derecha y dos a la izquierda —Asintió él.
—¿Crees que conservará el suyo? —Con un suspiro dejó escapar ella su esperanza.
—Eso tendrás que preguntárselo tú cuando llegue —Alzando sus callosas palmas de marinero zanjó el tema Adrastos.
—¿De veras piensas que vendrá?
—¡Oh sí! ¡Claro que vendrá! —Exclamó él recuperando el humor —Pero tarde, como siempre hace, tarde.



Y una pregunta de armas de filo. Quiero dotar a Caethal de un arma de filo, digamos, defensiva y con aire aristocrático: florete, espada ropera, rapier o estoque... ¿Cuál sería la mas correcta?


RE: [Fantasía] Meldoried y Dalamar/Caethdal: Caminos Separados 1 y 2 - JPQueirozPerez - 08/10/2020

Depende de qué quieras decir con defensiva, porque eso depende mas de la escuela de esgrima del usuario que del arma en sí. Por otro lado, los ejemplos que pones son espadas con orígenes muy dispares en cuanto a la temporalidad refiere, por tanto si en tu mundo pueden convivir todas sin problemas (y puesto que de forma general su uso es similar) deberías elegir la que más te convenza (tal vez buscando modelos reales de dichas armas o usuarios famosos).

P.D.: Rapier y espada ropera es lo mismo (así como hoy a las espadas roperas se les llama estoques).


RE: [Fantasía] Meldoried y Dalamar/Caethdal: Caminos Separados 1 y 2 - Isfegar - 10/10/2020

Perdón por demorarme en contestar. Unos días complicados.

El caso es que quería dar al relato un aire a mediterráneo fantástico del siglo XVI, por lo que espada ropera, era la opción que más me convencía. Pero me preocupaba que fuera un término demasiado alejado del vocabulario del lector contemporáneo y diese lugar a choteo (me ha pasado o lo he visto con otras expresiones: "charada", tropa "bisoña") por eso me plantee el uso del anglicismo "rapier". Algunos lectores, cuando se topan con una palabra que no conocen, pero suena extranjera, la aceptan con mayor naturalidad que cuando oyen o leen un arcaísmo (hay quien tiene muy poco cariño por nuestro idioma)

Mira, no sabía que el estoque era el mismo arma, pensaba que era una evolución del arma, mas corta y ligera. Bueno, el caso es que me quedaré con espada ropera, trasmite las sensaciones y el ambiente que quiero trasladar.

Muchas gracias por ayudarme a tomar una decisión.


RE: [Fantasía] Meldoried y Dalamar/Caethdal: Caminos Separados 1 y 2 - Isfegar - 26/12/2020

Os comento, poco a poco he ido avanzando con el relato por entregas. Os pongo los enlaces a las entradas, por si tenéis curiosidad:

https://laitarca.blogspot.com/2020/10/caminos-separados-5-cornelia-y-szim.html
https://laitarca.blogspot.com/2020/11/ital-el-jdrhm-caminos-separados-6-szim.html
https://laitarca.blogspot.com/2020/11/ital-el-jdrhm-caminos-separados-7.html
https://laitarca.blogspot.com/2020/11/ital-el-jdrhm-caminos-separados-8.html
https://laitarca.blogspot.com/2020/11/ital-el-jdrhm-caminos-separados-9.html
https://laitarca.blogspot.com/2020/12/ital-el-jdrhm-caminos-separados-10-szim.html
https://laitarca.blogspot.com/2020/12/ital-el-jdrhm-caminos-separados-11.html

Si os resulta más cómodo, también lo estoy publicando en wattpad:

https://www.wattpad.com/user/Isfegar

La idea es probar cosas.

Felices fiestas a todos.


RE: [Fantasía] Meldoried y Dalamar/Caethdal: Caminos Separados. Un relato por entregas - Isfegar - 05/05/2021

Hola a todos, no me había dado cuenta de todo el tiempo que ha pasado desde la última vez que postee. Espero que todos sigáis bien. Prometo escribir más a menudo, que con el móvil solo em asomo a leer. El caso es que el proyecto de relato por entregas continúa, creo que voy mejorando, al menos el número de lecturas en el blog eso indica. Voy por la entrega 22, pronto subiré la 23, esta a medio cocinar, así que me haya divertido más escribiendo serían:

https://laitarca.blogspot.com/2020/12/ital-el-jdrhm-caminos-separados-10-szim.html como homenaje a los videojuegos de Capcom
https://laitarca.blogspot.com/2021/01/ital-el-jdrhm-caminos-separados-13-szim.html como homenaje a las novelas de R. A. Salvatore

    El caso es que, en vez de atosigaros cada vez que avance con la historia, como hago en Facebook, pero claro, allí ya sabéis que las publicaciones son "como lágrimas en la lluvia", he pensado que tal vez sea mejor escribir aquí un solo post al mes con las actualizaciones, si no hay objeciones.

    Por otra parte, tengo una duda: ¿los nombres de barcos y posadas, cómo es correcto escribirlos: normal, en cursiva, entre comillas inglesas, o entre comillas españolas? leyendo diferentes obras, veo diferentes maneras, y no comprendo el criterio que siguen.

    Gracias por vuestro tiempo. nos leemos.


RE: [Fantasía] Meldoried y Dalamar/Caethdal: Caminos Separados. Un relato por entregas - Cabromagno - 05/05/2021

(05/05/2021 01:01 PM)Isfegar Wrote: Por otra parte, tengo una duda: ¿los nombres de barcos y posadas, cómo es correcto escribirlos: normal, en cursiva, entre comillas inglesas, o entre comillas españolas? leyendo diferentes obras, veo diferentes maneras, y no comprendo el criterio que siguen.

Como cualquier otro nombre propio.

Las cursivas y comillas, deberian ser para otras cosas.


RE: [Fantasía] Caminos Separados: La Amenaza bajo Esgembrer. Relato por entregas - Isfegar - 05/05/2021

(05/05/2021 01:32 PM)Cabromagno Wrote:
(05/05/2021 01:01 PM)Isfegar Wrote: Por otra parte, tengo una duda: ¿los nombres de barcos y posadas, cómo es correcto escribirlos: normal, en cursiva, entre comillas inglesas, o entre comillas españolas? leyendo diferentes obras, veo diferentes maneras, y no comprendo el criterio que siguen.

Como cualquier otro nombre propio.

Las cursivas y comillas, deberian ser para otras cosas.
Y yo buscándole los tres pies al gato XD. Muchas gracias, un quebradero de cabeza menos gracias a vosotros, y ya van varios  Cheers