29/08/2016 10:07 AM
Como en todo, hay que sopesar el riesgo con el beneficio. Sí, es cierto que el dinero es el motor, pero no siempre. Recordemos las vidas de científicos que han dedicado a curar males, cobrando infinitamente menos que cualquier actor, cantante o futbolista famoso, simplemente por salvar vidas. Y recordemos que esas enfermedades que las vacunas evitan muchas veces eran, si no letales, sí con fatales consecuencias. Yo tengo un cuñado que tuvo polio de pequeño, y en consecuencia siempre ha ido con muletas y hierros en las piernas: la enfermedad condicionó su vida. E incluso enfermedades que parecen inocuas, como la varicela o sarampión, también pueden tener consecuencias en casos aislados, como la sordera. Recordemos que antes de existir las vacunas la mortandad infantil era altísima. Así que, en mi caso, lo tuve muy claro a la hora de decidir.






