21/03/2018 12:40 PM
Si nos atenemos a esa división, la verdad es que a partir de 1980 el mercado editorial se vuelve algo muchísimo más industrializado. Se buscan todo tipo de artimañas para obtener todo el dinero posible, y eso suele perjudicar mucho a la calidad del texto. Gran parte de la literatura fantástica que se publica actualmente se hace en libracos gordísimos que podrían reducirse un montón, pero que no conviene, porque a más páginas tenga el libro más dinero se saca. Por esa misma razón, muchas historias que apenas dan para una novela acaban convertidas en sagas. Y de esas sagas la mayor parte es relleno, lo cual puede resultar muy insatisfactorio para un lector exigente.
Por otro lado, creo que cada vez es más difícil encontrar variedad, no porque no la haya, sino porque las editoriales son más de apostar a piñón fijo. Prefieren centrarse en unos pocos libros muy concretos a los que se les da muchísima publicidad, y uno se los encuentra hasta en la sopa, pero si intentas ir más allá de lo extremadamente conocido empiezas a tener dificultades para encontrar los libros. No se distribuyen bien y casi siempre están descatalogados. Antes creo que ningún libro alcanzaba las cifras de venta que a día de hoy alcanzan los grandes best-sellers, pero me parece que al menos el lector tenía más donde elegir.
Así es, al menos, la mayoría de la literatura fantástica actual que llega al público. Hay muchísima más, pero los criterios de las editoriales hacen que solo se conozca una pequeña parte de lo que hay. Y lo que se da a conocer, lamentablemente, suele estar bastante deteriorado a causa de esa obsesión por sacar el máximo beneficio. Una lástima
Por otro lado, creo que cada vez es más difícil encontrar variedad, no porque no la haya, sino porque las editoriales son más de apostar a piñón fijo. Prefieren centrarse en unos pocos libros muy concretos a los que se les da muchísima publicidad, y uno se los encuentra hasta en la sopa, pero si intentas ir más allá de lo extremadamente conocido empiezas a tener dificultades para encontrar los libros. No se distribuyen bien y casi siempre están descatalogados. Antes creo que ningún libro alcanzaba las cifras de venta que a día de hoy alcanzan los grandes best-sellers, pero me parece que al menos el lector tenía más donde elegir.
Así es, al menos, la mayoría de la literatura fantástica actual que llega al público. Hay muchísima más, pero los criterios de las editoriales hacen que solo se conozca una pequeña parte de lo que hay. Y lo que se da a conocer, lamentablemente, suele estar bastante deteriorado a causa de esa obsesión por sacar el máximo beneficio. Una lástima
"¡Que la vida se tome la pena de matarme
ya que yo no me tomo la pena de vivir!"