Quote:Dicho esto, a mi entender las emociones no están para ser positivas, están para ser y enriquecer desde toda su posibilidad; si se cae en un monotema, si se desequilibra todo hacia un polo determinado, la cosa queda muerta. Para mí el "reto del alma" (y de la literatura quizás, como derivada) consistiría en encontrar el sentido de la gama más amplia de emociones/realidades posible, encontrando a cada una en su lugar justo o bien construyéndoles un nuevo lugar.
Estoy muy de acuerdo con Licordemanzana.
Si la novela está bien tratada desde la psicología humana, provoque emociones y sentimientos positivos o negativos, tendrá algo que aportar. Recuerdo haber leído un libro llamado Samurai, no recuerdo el nombre de la autora. Fue un libro tenso y triste, con un final desesperanzador, pero tan bien escrito que era una delicia. La autora solo quería graficar una época específica japonesa, en que un hombre en la ruina, rígido con su filosofía y su sentido del honor, arrastra la vida de su hija llevándola a la infelicidad. Quedé mal, en verdad, pero luego me vino toda la reflexión de lo ganado desde esa época hasta hoy, y la libertad que tengo de escoger mi camino. Entonces, de un texto desesperanzador, se pueden sacar grandes reflexiones o epifanías. Pienso que depende mucho tanto de la pericia del escritor como de la madurez o recepción del lector.