18/04/2019 04:36 PM
¡¿Qué tal?!
Vengo dándome cuenta desde hace cosa de un año de algo que me trae quebraderos de cabeza.
Veréis, fue en abril del año pasado cuando autopubliqué mi novela. Desde entonces, he oído de todo sobre ella (en general para bien, ¿vale? XD), pero uno de los apuntes más recurrentes ha sido el de... «He encontrado faltas de ortografía».
La cosa es esta: las hay, obviamente. Le dediqué cinco meses de correcciones ortotipográficas y, en menor medida, estilísticas por mi cuenta, ya que un profesional podía bien salir por mil euros dado que son 167000 palabras, pero siguen encontrándose faltas. Poquísimas. No he visto más de cinco, en realidad. No soy un profesional pero, conociendo las normas y prestando atención, todo esto se puede solventar en las revisiones. Y cuando alguien me dice que las ha visto, tampoco sabe decirme más de las cinco que ya se conocen... Por lo que no es, para nada, un mal resultado.
Aun así, sigo sintiéndome mal cuando veo esas faltas ahí y estoy trabajando en una reedición de cara a cuando se agoten los ejemplares que faltan de la segunda tirada (ya son menos de 10, debería ponerme las pilas...).
¡Pero! Y hay un pero... La cosa es que últimamente, como vengo diciendo al inicio del texto, he leído libros editados por las mejores editoriales españolas que, con diferencia, tienen muchísimas más faltas de ortografía que mi novela. Hablo de Minotauro, Alamut, Insólita, Alfaguara... Casi siempre son errores de puntuación, eso sí, nada grave. Sobre todo a partir de la mitad del libro. Quizás la persona encargada de corregir se cansa pronto de su labor...
Al margen de compartir esto con vosotros, lo que quiero decir, si es que quiero decir algo al final, que tampoco lo sé muy bien... Es que cuando vayáis a presentar vuestro relato o novela a un concurso o editorial, no os dejéis la vida en arreglar todas esas normas de puntuación y ortografía. ¡O sí, qué sé yo! Presentad algo respetable, pero sabes que autores ganadores del premio Minotauro, por ejemplo, cometen los mismos errores al escribir que la mayoría de nosotros (remarco lo de la ortografía, nuevamente, ¿eh? Quizás en calidad narrativa y originalidad todavía nos puedan llevar alguna ventaja, no sé).
Otra cosa es que querías autoeditar vuestros trabajos. En ese caso... ¡por Hércules! Una buena maquetación y presentación del mismo.
Vengo dándome cuenta desde hace cosa de un año de algo que me trae quebraderos de cabeza.
Veréis, fue en abril del año pasado cuando autopubliqué mi novela. Desde entonces, he oído de todo sobre ella (en general para bien, ¿vale? XD), pero uno de los apuntes más recurrentes ha sido el de... «He encontrado faltas de ortografía».
La cosa es esta: las hay, obviamente. Le dediqué cinco meses de correcciones ortotipográficas y, en menor medida, estilísticas por mi cuenta, ya que un profesional podía bien salir por mil euros dado que son 167000 palabras, pero siguen encontrándose faltas. Poquísimas. No he visto más de cinco, en realidad. No soy un profesional pero, conociendo las normas y prestando atención, todo esto se puede solventar en las revisiones. Y cuando alguien me dice que las ha visto, tampoco sabe decirme más de las cinco que ya se conocen... Por lo que no es, para nada, un mal resultado.
Aun así, sigo sintiéndome mal cuando veo esas faltas ahí y estoy trabajando en una reedición de cara a cuando se agoten los ejemplares que faltan de la segunda tirada (ya son menos de 10, debería ponerme las pilas...).
¡Pero! Y hay un pero... La cosa es que últimamente, como vengo diciendo al inicio del texto, he leído libros editados por las mejores editoriales españolas que, con diferencia, tienen muchísimas más faltas de ortografía que mi novela. Hablo de Minotauro, Alamut, Insólita, Alfaguara... Casi siempre son errores de puntuación, eso sí, nada grave. Sobre todo a partir de la mitad del libro. Quizás la persona encargada de corregir se cansa pronto de su labor...
Al margen de compartir esto con vosotros, lo que quiero decir, si es que quiero decir algo al final, que tampoco lo sé muy bien... Es que cuando vayáis a presentar vuestro relato o novela a un concurso o editorial, no os dejéis la vida en arreglar todas esas normas de puntuación y ortografía. ¡O sí, qué sé yo! Presentad algo respetable, pero sabes que autores ganadores del premio Minotauro, por ejemplo, cometen los mismos errores al escribir que la mayoría de nosotros (remarco lo de la ortografía, nuevamente, ¿eh? Quizás en calidad narrativa y originalidad todavía nos puedan llevar alguna ventaja, no sé).
Otra cosa es que querías autoeditar vuestros trabajos. En ese caso... ¡por Hércules! Una buena maquetación y presentación del mismo.