02/05/2018 08:38 AM
Baquevory Wrote:¿tiene que ser necesario que las emociones sean positivas para que una obra nos resulte enriquecedora?Bueno, como comento, es mi perspectiva, pero sí, para que una obra me resulte más enriquecedora y constructiva que destructiva el resultado tiene que aportar un mensaje positivo. La desesperación, tristeza o melancolía son normalmente positivas, son emociones humanas del todo realistas y, mientras sean usadas en un marco humano lo suficientemente creíble para mí y con una dosis aceptable, no provocan malestar, al contrario, conectas más, hay más inmersión. En cambio, cuando una obra me provoca malestar, desconecto. Por ejemplo, algunas obras surrealistas, de terror o demasiado absurdas para mí, incluso muy bien hechas —tipo las «historias de cronopios y de famas» de Cortázar en menor medida, «El extranjero» de Camus, «L'écume des jours» de Boris Vian, el cortometraje de «Un perro andaluz» de Dalí o pinturas tipo «Saturno devorando a su hijo» de Goya— pues pueden impactarme, pero no considero que me hayan hecho sentir nada que me apeteciera sentir. Seguramente otros habrán conseguido sacar de esas obras algún mensaje que no sea negativo, y no me molestaría escuchar ese mensaje, pero no examinar la obra en sí cuando el mensaje global que yo percibo de esta me da para atrás. Y, no digo, me parece excelente que existan corrientes como el surrealismo y habrá gente cuyas almas se hayan enriquecido con ellas y me parece estupendo. Pero yo jamás he conseguido aprovechar nada que me provoque malestar, sean obras mal hechas o bien hechas —de ahí que tampoco me gusten las películas de terror o los juegos de lucha demasiado realistas donde a veces aparece sangre por todas partes tipo God of War. Cada uno es como es
Licordemanzana Wrote:Para mí el "reto del alma" (y de la literatura quizás, como derivada) consistiría en encontrar el sentido de la gama más amplia de emociones/realidades posible, encontrando a cada una en su lugar justo o bien construyéndoles un nuevo lugar.Es verdad; sólo que luego hay ciertas emociones que uno acepta mejor que otras según si al individuo le resulten enriquecedoras o no y las mete en lugares más o menos abiertos. Hay que tener en cuenta que el cerebro es muy moldeable y que, si le envían constantemente emociones de tristeza sin esperanza por ejemplo, pues dependiendo del individuo el resultado puede ser negativo. En mi caso, prefiero sentir emociones que sean bien humanas y realistas, tendiendo más para el optimismo que para el pesimismo, pues partiendo del principio que, si todos hacen como tú, el mundo iría mejor, más vale ser optimista que pesimista ^^
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