18/03/2015 04:25 PM
(This post was last modified: 23/08/2021 08:29 AM by Nem0.
Edit Reason: Colorear en azul el simil.
)
Este hilo toca dos problemas de los peorcitos, puesto que no tienen solución (o muy mala).
[1] El problema del carácter "guión largo".
La mayoría de los ordenadores trabajan con un paquete básico de 255 signos (en argot, la codificación). En distintas partes del planeta se usan distintos paquetes. Por suerte para el ESPAÑOL, tanto sus letras acentuadas como la eÑe están incluidas en el paquete OCCIDENTAL (en argot, UTF-8, u otros paquetes previos ya casi obsoletos). Pero, por MALA suerte para la narrativa estilo RAE, el guión largo NO LO ESTÁ.
Claro que siempre se pueden hacer apaños, y podremos incluir dicho guión largo en nuestros textos. De hecho, por poder, podemos hasta incluir carácteres chinos si queremos.... pero que os quede claro, ESO es un favor especial de programa editor o del propio sistema operativo (si así lo ha asumido, como hace Windows). Pero cuando el documento abandone vuestras manos y viaje a través de la red a otros prados bien puede suceder que allí "no hay favor que valga" y solo aceptan los 255 previstos. En ese caso, si hay suerte, el guión largo se convierte en corto, y si no la hay, simplemente desaparece.
Y no es asunto de legislaciones, es un hecho implacable, inexorable como las matemáticas: en 1 byte solo se pueden almacenar 255 caracteres. Si se desea manejar más caracteres pues o bien extiende la cantidad de bytes por letra, o bien hace malabarismos sustituyendo caracteres poco usados. En cualquier caso eso es un "favor especial".
La única solución universal (en el sentido que se pueda enviar a cualquier lugar, y exportar a cualquier formato) que he encontrado es bastante mediocre: usar un doble guión corto -- y enriquecerlo de tal forma que quede fusionado, dando la apariencia de uno largo.
[2] El uso que la "normativa Castellana" hace del "guión largo".
Si por, un momento, aceptáis esta perspectiva, entonces habría que deshacer esos "falsos incisos", y pasar a usar el guión largo como un acotador cualquiera {o casi, pues la normativa castellana le otorga dos propiedades especiales: (A) se puede omitir el de cierre cuando coincide con el final de la frase; y (B) si en siguiente párrafo sigue hablando el mismo protagonista entonces se usan comillas anguladas '»' como apertura en vez del guión}. A parte de esos dos detalles, se emplearía igual que de los otros acotadores «...», "...", '...', (...), [ ... ], {...}, ¿...?, ¡...!
Con lo que, el ejemplo que habéis manejado quedaría así:
Llegados aquí, muchos ya estarán sacudiendo la cabeza. ¡Resulta taaaan chocante!
Es como sacar un pez fuera del agua. Y es que se trata precisamente de eso: si la normativa castellana parece "natural" se debe a que ha sido inculcada. "Es así porque es así". "Una norma, aunque sea imperfecta, es mejor que no tener normas".
Pues bueno. Vale. Solo una preguntita... Puestos a tener normas porque sí, entonces ¿por qué no usar normas INTERNACIONALES?, es decir, hacer lo que hace todo el mundo. Y es que, señores, TODOS los idiomas que manejan el alfabeto latino (y otros igual de "occidentales") los diálogos los resuelven como un sintagma incrustado en la oración, y por tanto va acotado. Los símbolos acotadores varían de un idioma a otros, pero TODOS funcionan como acotadores: marcan el inicio de una frase diálogo, y también marcan su final. Y cuando digo TODOS, es todos menos uno: el CASTELLANO (y no digo ESPAÑOL porque hay otras academias, y no todas gustan de "pasar por el aro", pese a que ya se intentó en la última normativa pan-hispánica).
¿Por qué la normativa castellana se aparta de los usos internacionales?
Puff, vete a saber. Yo dirían que han montado un tinglado pensando, no en la lógica, sino en que "quede bonito", y hasta dirían que "así es más fácil de leer".
Supongo que ya se intuye que no soy precisamente favorable a la situación actual. De hecho me parece una humorada de campeonato. Lo veo un disparate ridículo, como la típica escena cómica de una película muda:
---primero el protagonista mete el pie en un cubo de agua;
Es decir, decretar que los diálogos es un componente de igual rango que la narración, y por tanto diferencia entre párrafos narrativos, y párrafos de diálogo: los que comienzan por guión, al igual que en otros tipos documentales se distingue entre "párrafos normales" y "sub-párrafos lista".
---luego el protagonista se pone a cojear por toda la habitación clamando al cielo y echándose las manos a la cabeza... hasta que mete el otro pie el otro cubo de agua;
Es decir, inventarse esos incisos de narrador. Eso es escapar de la sartén... al fuego. Señores, comprendo que después del "correcto" aprendizaje del Castellano, ya no tengan muy claro lo que es un inciso; y no es tarea mía "reeducarles", solo digo, para quien le interese, que el inciso es el hermano menor de las NOTAS AL PIE: son tan breves, y su autoría tan obvia que se pueden insertar "en línea". Pero en todo caso se trata de un texto INTRUSO, sea porque lo ha añadido el traductor o el editor, o si lo usa el propio autor es para mencionar una línea de discurso diferente del principal.
---y, para rematar la escena, el protagonista avanza a trancas y barrancas clamando aún más alto hasta que cae sentado... en una tina de agua. Es la traca final.
Es decir, dado que el texto narrativo puede ser todo lo extenso que el autor considere conveniente, resultan muy abundantes los casos en los que ese "supuesto inciso" es mucho, pero que mucho, más extenso que el diálogo al que complementa; o bien tiene una puntuación más compleja; o bien hay tal abundancia de ellos en un mismo párrafo que el lector ya no sabe si entra o sale de un sintagma diálogo. Pues para ponerle remedio, la RAE ha optado por inventar un nuevo signo ortográfico, así como lo oyen, y me refiero al guión-bi-punteando... -:
Sin más comentarios.
La cuestión no importaba mucho cuando los libros tenían edición local: cada licencia de publicación solo vale para un cierto país; y, por ejemplo, a un editor peruano le traía sin cuidado las rarezas de la RAE. Pero es que ahora, en formato EBOOK, los textos ya no se mueven solo dentro de los corralitos de cada país, sino que van a la nube electrónica que envuelve el planeta, y pueden descargarse a las manos de cualquiera, sea de España, de IberoAmérica, o cualquier extranjero que quiera practicar un poco de espaNNol.
[1] El problema del carácter "guión largo".
La mayoría de los ordenadores trabajan con un paquete básico de 255 signos (en argot, la codificación). En distintas partes del planeta se usan distintos paquetes. Por suerte para el ESPAÑOL, tanto sus letras acentuadas como la eÑe están incluidas en el paquete OCCIDENTAL (en argot, UTF-8, u otros paquetes previos ya casi obsoletos). Pero, por MALA suerte para la narrativa estilo RAE, el guión largo NO LO ESTÁ.
Claro que siempre se pueden hacer apaños, y podremos incluir dicho guión largo en nuestros textos. De hecho, por poder, podemos hasta incluir carácteres chinos si queremos.... pero que os quede claro, ESO es un favor especial de programa editor o del propio sistema operativo (si así lo ha asumido, como hace Windows). Pero cuando el documento abandone vuestras manos y viaje a través de la red a otros prados bien puede suceder que allí "no hay favor que valga" y solo aceptan los 255 previstos. En ese caso, si hay suerte, el guión largo se convierte en corto, y si no la hay, simplemente desaparece.
Y no es asunto de legislaciones, es un hecho implacable, inexorable como las matemáticas: en 1 byte solo se pueden almacenar 255 caracteres. Si se desea manejar más caracteres pues o bien extiende la cantidad de bytes por letra, o bien hace malabarismos sustituyendo caracteres poco usados. En cualquier caso eso es un "favor especial".
La única solución universal (en el sentido que se pueda enviar a cualquier lugar, y exportar a cualquier formato) que he encontrado es bastante mediocre: usar un doble guión corto -- y enriquecerlo de tal forma que quede fusionado, dando la apariencia de uno largo.
[2] El uso que la "normativa Castellana" hace del "guión largo".
Quote:Cita:Sí. Eso que lo se enseña en las escuelas, siguiendo fielmente las directrices de la RAE. Solo hay una pega, eso de "los incisos del narrador". Diría que casi es una contradicción, si no fuera por que he encontrado algún que otro caso (pero que quede claro: no más que el típico caso entre un millón). Todo lo que en una novela en castellano soléis etiquetar de "incisos del narrador"... de incisos no tienen nada, es narrador haciendo de narrador.
"el guión largo (—) sirve generalmente para indicar tanto las intervenciones o parlamentos de los personajes (guiones de diálogo) como los incisos del narrador".
Si por, un momento, aceptáis esta perspectiva, entonces habría que deshacer esos "falsos incisos", y pasar a usar el guión largo como un acotador cualquiera {o casi, pues la normativa castellana le otorga dos propiedades especiales: (A) se puede omitir el de cierre cuando coincide con el final de la frase; y (B) si en siguiente párrafo sigue hablando el mismo protagonista entonces se usan comillas anguladas '»' como apertura en vez del guión}. A parte de esos dos detalles, se emplearía igual que de los otros acotadores «...», "...", '...', (...), [ ... ], {...}, ¿...?, ¡...!
Con lo que, el ejemplo que habéis manejado quedaría así:
Quote:—Hoy va a ser un buen día.
—Oh, si, ya lo creo. Solo que ojalá no tuviera que quedarme— dijo Juana, en un susurro.
—No hay de qué preocuparse— dijo Carlos, —si yo me quedo contigo.
—Estas loco— replicó Juana, insegura, —debes ir a trabajar.
—¿Y para qué soy el dueño de la empresa?— comentó Carlos. —Para no ir cuando se me antoje es una buena razón, más aún cuando es para estar contigo.
—¡Eres tan tierno!— exclamó ella. —Muy bien, quédate, pero yo preparo la comida.
Llegados aquí, muchos ya estarán sacudiendo la cabeza. ¡Resulta taaaan chocante!
Es como sacar un pez fuera del agua. Y es que se trata precisamente de eso: si la normativa castellana parece "natural" se debe a que ha sido inculcada. "Es así porque es así". "Una norma, aunque sea imperfecta, es mejor que no tener normas".
Pues bueno. Vale. Solo una preguntita... Puestos a tener normas porque sí, entonces ¿por qué no usar normas INTERNACIONALES?, es decir, hacer lo que hace todo el mundo. Y es que, señores, TODOS los idiomas que manejan el alfabeto latino (y otros igual de "occidentales") los diálogos los resuelven como un sintagma incrustado en la oración, y por tanto va acotado. Los símbolos acotadores varían de un idioma a otros, pero TODOS funcionan como acotadores: marcan el inicio de una frase diálogo, y también marcan su final. Y cuando digo TODOS, es todos menos uno: el CASTELLANO (y no digo ESPAÑOL porque hay otras academias, y no todas gustan de "pasar por el aro", pese a que ya se intentó en la última normativa pan-hispánica).
¿Por qué la normativa castellana se aparta de los usos internacionales?
Puff, vete a saber. Yo dirían que han montado un tinglado pensando, no en la lógica, sino en que "quede bonito", y hasta dirían que "así es más fácil de leer".
Supongo que ya se intuye que no soy precisamente favorable a la situación actual. De hecho me parece una humorada de campeonato. Lo veo un disparate ridículo, como la típica escena cómica de una película muda:
---primero el protagonista mete el pie en un cubo de agua;
Es decir, decretar que los diálogos es un componente de igual rango que la narración, y por tanto diferencia entre párrafos narrativos, y párrafos de diálogo: los que comienzan por guión, al igual que en otros tipos documentales se distingue entre "párrafos normales" y "sub-párrafos lista".
---luego el protagonista se pone a cojear por toda la habitación clamando al cielo y echándose las manos a la cabeza... hasta que mete el otro pie el otro cubo de agua;
Es decir, inventarse esos incisos de narrador. Eso es escapar de la sartén... al fuego. Señores, comprendo que después del "correcto" aprendizaje del Castellano, ya no tengan muy claro lo que es un inciso; y no es tarea mía "reeducarles", solo digo, para quien le interese, que el inciso es el hermano menor de las NOTAS AL PIE: son tan breves, y su autoría tan obvia que se pueden insertar "en línea". Pero en todo caso se trata de un texto INTRUSO, sea porque lo ha añadido el traductor o el editor, o si lo usa el propio autor es para mencionar una línea de discurso diferente del principal.
---y, para rematar la escena, el protagonista avanza a trancas y barrancas clamando aún más alto hasta que cae sentado... en una tina de agua. Es la traca final.
Es decir, dado que el texto narrativo puede ser todo lo extenso que el autor considere conveniente, resultan muy abundantes los casos en los que ese "supuesto inciso" es mucho, pero que mucho, más extenso que el diálogo al que complementa; o bien tiene una puntuación más compleja; o bien hay tal abundancia de ellos en un mismo párrafo que el lector ya no sabe si entra o sale de un sintagma diálogo. Pues para ponerle remedio, la RAE ha optado por inventar un nuevo signo ortográfico, así como lo oyen, y me refiero al guión-bi-punteando... -:
Sin más comentarios.
La cuestión no importaba mucho cuando los libros tenían edición local: cada licencia de publicación solo vale para un cierto país; y, por ejemplo, a un editor peruano le traía sin cuidado las rarezas de la RAE. Pero es que ahora, en formato EBOOK, los textos ya no se mueven solo dentro de los corralitos de cada país, sino que van a la nube electrónica que envuelve el planeta, y pueden descargarse a las manos de cualquiera, sea de España, de IberoAmérica, o cualquier extranjero que quiera practicar un poco de espaNNol.