19/04/2019 02:00 PM
Creo que el punto de no dejarse la vida en arreglar fallos en obras para concurso está mal, o sea, no debes dejarte la vida, porque probablemente como a cualquier hijo de vecino, habrá alguna errata que se te pasará, pero tal y como veo escrita la frase, parece que la idea sea descuidarse de la ortografía, porque total, en los libros publicados hay erratas, cuando de hecho muchos concursos tienen en cuenta este aspecto en el texto.
Con respecto al comentario en general, creo que al final es natural que un corrector (o un traductor) pueda tener errores, no suelen estar trabajando en un único texto y suelen tener plazos de entrega mucho más estresantes que el de un escritor (si es que este los tiene). La culpa en última instancia es del editor, que es quien está por encima de todos y debería vigilar la calidad de los textos que publica su empresa, pero claro, en una editorial grande el editor no puede supervisar cada una de las obras a publicar, así que volvemos a la casilla inicial.
Por eso considero que el que un escritor se tome las molestias de cuidar su obra (hasta donde le sea posible), al final, por mucho que la gente diga: es que las obras de Alfaguara están llenas de erratas, a la editorial en sí no le va a afectar tanto como puede afectar a Menganito que la gente diga: es que sus obras están llenas de erratas. Para muestra, está el ejemplo de los libros de Dalas que comenté por el foro; no quiso que le hicieran correcciones más allá de temas de ortografía para no tocar su estilo, ¿resultado? El libro no tiene erratas (al menos ninguna que recuerde ahora), sin embargo el estilo es de lo peor, porque eso es culpa exclusiva de Dalas.
Con respecto al comentario en general, creo que al final es natural que un corrector (o un traductor) pueda tener errores, no suelen estar trabajando en un único texto y suelen tener plazos de entrega mucho más estresantes que el de un escritor (si es que este los tiene). La culpa en última instancia es del editor, que es quien está por encima de todos y debería vigilar la calidad de los textos que publica su empresa, pero claro, en una editorial grande el editor no puede supervisar cada una de las obras a publicar, así que volvemos a la casilla inicial.
Por eso considero que el que un escritor se tome las molestias de cuidar su obra (hasta donde le sea posible), al final, por mucho que la gente diga: es que las obras de Alfaguara están llenas de erratas, a la editorial en sí no le va a afectar tanto como puede afectar a Menganito que la gente diga: es que sus obras están llenas de erratas. Para muestra, está el ejemplo de los libros de Dalas que comenté por el foro; no quiso que le hicieran correcciones más allá de temas de ortografía para no tocar su estilo, ¿resultado? El libro no tiene erratas (al menos ninguna que recuerde ahora), sin embargo el estilo es de lo peor, porque eso es culpa exclusiva de Dalas.