12/09/2016 05:01 PM
Buenas!
Llego la primera a comentar pues
Como siempre con los capítulos de Galad, este es ameno y no lo he soltado hasta el final. Consigues crear muy bien el ambiente de mercado, aunque me pregunto si alguna frase no se podría acortar, en particular la de:
«Dejaron atrás una calleja estrecha de casas viejas y por fin, tras doblar una esquina, pudieron divisar el gran arco de la bahía, con los malecones y embarcaderos adentrándose en ella como los dedos de una mano, y al fondo, rodeándola y bordeando un espigón que hacía de rompeolas, un muro de varios pies de altura rematado en la entrada a la dársena por una esbelta torre de vigilancia.».
Sobre todo me chirría cuando añades el «rematado en la entrada …»; de repente la frase me pareció que no tenía fin ^^ Tal vez con trocearla baste, no sé. Lo malo es que recortarla podría cortar el ritmo, así que tú verás.
Otro detalle, al final de la primera parte del capítulo dices que les lavaron la cara a los esclavos y tal, y luego dices que Galad se rasca la barba de varios días, ¿supongo entonces que sólo le lavan la cara y no lo hacen afeitarse? Jeje, boh, es sólo un detalle
En cuanto a la trama en sí, todo bien, salvo tal vez el final del capítulo, que me pareció un poco precipitado. No sé si logra del todo crear un real clímax, aunque tampoco sé si es porque falta una reacción sorprendida, aunque sea nimia, de Galad, o porque no hay suficiente sensación de «de repente» que haga entender al lector el súbito cambio de situación; ¿tal vez añadiendo algo como un «y súbitamente» en algún sitio o algún verbo más en pretérito simple mejoraría? No sé, a lo mejor a otro lector no le da esa sensación.
Bueno! Me pregunto a ver qué significan esas campanadas y sobre qué va a hacer Galad ahora en esa ciudad… eso si no se interpone ese vengativo Caracortada ^^
Saludos!
Llego la primera a comentar pues
Como siempre con los capítulos de Galad, este es ameno y no lo he soltado hasta el final. Consigues crear muy bien el ambiente de mercado, aunque me pregunto si alguna frase no se podría acortar, en particular la de:
«Dejaron atrás una calleja estrecha de casas viejas y por fin, tras doblar una esquina, pudieron divisar el gran arco de la bahía, con los malecones y embarcaderos adentrándose en ella como los dedos de una mano, y al fondo, rodeándola y bordeando un espigón que hacía de rompeolas, un muro de varios pies de altura rematado en la entrada a la dársena por una esbelta torre de vigilancia.».
Sobre todo me chirría cuando añades el «rematado en la entrada …»; de repente la frase me pareció que no tenía fin ^^ Tal vez con trocearla baste, no sé. Lo malo es que recortarla podría cortar el ritmo, así que tú verás.
Otro detalle, al final de la primera parte del capítulo dices que les lavaron la cara a los esclavos y tal, y luego dices que Galad se rasca la barba de varios días, ¿supongo entonces que sólo le lavan la cara y no lo hacen afeitarse? Jeje, boh, es sólo un detalle
En cuanto a la trama en sí, todo bien, salvo tal vez el final del capítulo, que me pareció un poco precipitado. No sé si logra del todo crear un real clímax, aunque tampoco sé si es porque falta una reacción sorprendida, aunque sea nimia, de Galad, o porque no hay suficiente sensación de «de repente» que haga entender al lector el súbito cambio de situación; ¿tal vez añadiendo algo como un «y súbitamente» en algún sitio o algún verbo más en pretérito simple mejoraría? No sé, a lo mejor a otro lector no le da esa sensación.
Bueno! Me pregunto a ver qué significan esas campanadas y sobre qué va a hacer Galad ahora en esa ciudad… eso si no se interpone ese vengativo Caracortada ^^
Saludos!
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