22/12/2016 08:58 PM
Quote:Tus reflexiones son bienvenidas, como las de todos, así que no te cortes y dame todo lo duro que quieras Big Grin Bash
Pues no te estaba aporreando en realidad. Es que yo estoy en un brete parecido referente a la creación de criaturas y por eso me llamó la atención el tema de tus elfos metamórficos. Yo tengo un dilema parecido con los demonios: no quiero recurrir a ellos enfrentados a celestiales (demasiado maniqueo y sobado), pero de momento no he encontrado sustitutos, así que continúo escribiendo con ellos. Tampoco voy a forzarlo. Esa nueva criatura que está embrionaria en mis demonios tiene que surgir de forma natural con el mismo discurrir del relato. Y si no lo hace, pues así se queda.
Quote:y después de todo, llega un momento en que tiro hacia adelante con lo que tengo porque si no, nunca acabaría los capítulos...
Yo también lo hago. Quedarse clavado tozudamente en un punto difícil suele ser contraproducente. En muchas ocasiones he tenido que volver para reescribir, pero suele ser más fácil cuando te has distanciado un poco y regresas sobre tus pasos.
Quote:Por último, sobre la actitud de Galed (esto va también para Kaoseto, que también lo comentó) creo que no he transmitido bien lo que quería. Creo que parece que se había olvidado de Shal y de repente se acuerda y vuelve, como diciendo "joder, qué fallo, como se me olvida mi amigo?" cuando en realidad tenía pensado dejarle tirado y finalmente se arrepiente en el último momento. Creo que tendré que reescribir esa parte...
Si haces hincapié en que iba a dejarlo tirado, no ganarás en sorpresa, pero si en mala uva lo que también es un punto.
Sobre lo del Deux ex machina está muy correcto en realidad. Soy yo que estos temas los miro con lupa. Y quizá con el desarrollo posterior que comentas quede aún más justificado.
Me he leído ya el último capítulo que has colgado. Luego te comento en detalle. Me ha gustado el pequeño quiebro del final. Preparando el camino para un desenlace y soltando justo el opuesto. Muy bien llevado. El ritmo, como siempre, no decae. De momento el relato aguanta bien.
Nos leemos.