18/10/2016 05:10 PM
Bueno yo creo que las críticas objetivas no existen (excepto en lo ortográfico, se sobreentiende). Son solo una proyección de quien opina. Si esa persona tomara tu misma idea y la escribiera está claro que el resultado seria completamente distinto. No entro en si mejor o peor, solo en que sería diferente. La escribiría desde otra óptica, con otro estilo, con otro objetivos, resaltaría partes de la historia que a lo mejor a ti no son las que más te interesa remarcar. De una misma historia se pueden escribir cientos de libros distintos. Son como las calles que parten de una misma plaza, pero avanzan en direcciones que no tienen nada en común salvo el punto de partida. Por eso a mi no suelen molestarme las críticas incisivas, llamemoslas especializadas, de los miembros de nuestro "gremio" (a no ser que entren directamente en el ámbito del defenestramiento injustificado). Son solo otros puntos de vista que a veces pueden serte útiles y a veces no, dependiendo de a donde tú mismo quieras llegar con lo que escribes y que te permiten ver entre bambalinas, asomarte a como trabajan los demás, lo cual siempre es muy interesante. A mi personalmente me encanta que desmenucen mis textos y lo agradezco, porque sé el tiempo y el empeño que cuesta. Y porque doy por hecho que no me están juzgando realmente, tan solo me están mostrando otras formas de escribir y me dan una oportunidad de aprender.
Curiosamente a mí me afectan más las opiniones del lector de calle. Son más vagas, menos argumentadas, pero quizá más puras. No tienen "deformación profesional"
por llamarlo de algún modo. A veces no puedo sacar más que un "me gusta" o "no me gusta", un "no le he terminado" o "un quiero más". Y diría que eso vale tanto como diez hojas de críticas profusamente argumentadas, porque a fin de cuentas lo que busco son solo lectores que se enamoren de mis historias, que las sientan y las vivan y no que las desmenucen. Y al final esa es la medida que vale, creo yo. Como un juglar que se sienta en la plaza y narra sus cuentos. Si el público se va, te destroza. Esa es la crítica más feroz.
Curiosamente a mí me afectan más las opiniones del lector de calle. Son más vagas, menos argumentadas, pero quizá más puras. No tienen "deformación profesional"
