Ps yo digo que la calidad sí es objetiva, y me paso por el forro lo que digan los relativistas postmodernos.
Más que nada porque hay criterios objetivos como la coherencia, el ritmo, la amplitud del vocabulario, el uso apropiado de las figuras, etc. es decir, cuestiones de técnica que pueden señalarse de manera objetiva. Eso denota calidad.
Qué tanto guste, eso sí que es subjetivo y en realidad no es parámetro para determinar calidad.
De hecho, la calidad no se mide en qué tan profundo sea el mensaje o cuán atemporal nos parezca, puesto que esas son cuestiones que atañen a la visión geográfica, cultura y política del que interprete el mensaje. Ya lo expliqué en "personajes femeninos no recomendados como referente" en la sección de taller literario. Si el código moral, la circunstancia geográfica o política varían, la percepción del mensaje enviado, varía también. Menospreciando la calidad por razones ajenas a esta.
Ahora, también hay que apuntar que aun teniendo claro qué es calidad y como reconocerla, eso no significa que deba existir un sistema estandarizado que nos diga "Este libro tiene de calidad, 5", "Este otro tiene en calidad, 8"... por el solo hecho de que sería tan irrelevante como lo es ahora. Un número que sólo aportaría más pedantería a los snobs. Nada más.
No nos hagamos tontos, al día de hoy el publico medio sabe qué es de buena calidad y qué no.
Lo que tampoco implica que dejen de consumir la basura y se enfoquen por tanto en obras bien hechas. En todo casi, aún si existiera esta (vamos a llamarle) Calificación Estandar de Calidad o CEC emitida por una autoridad suprema y las editoriales tuvieran que imprimirlo en la portada de sus libros, ni asi, la gente dejaría de consumir mierdas.
No lo hacemos con los cigarros, con todo y las fotos de ratas muertas en las cajetillas, las campañas contra el cancer o la reducción de espacios para fumadores... la gente no lo hace con la Coca-cola, con las porquerías televisivas, el cine mediocre, con el reaggeton... y que nadie venga con la tontería de que no estamos conscientes de que estas y otras muchas cosas son de baja calidad. Porque lo estamos e igual las consumimos a gran escala.
Una CEC de referencia, en numero o en palabra, tendría el mismo destino: no cambiar nada.
Esto de la calidad es un secreto a voces; si una obra lo tiene o no es algo que todos sabemos, y por tanto, nadie dice. No hace ni falta decirlo. ¿Para que sirve entonces tenerla (la calidad)? Si vas a ser comerciante, por cuestiones de reputación, es un factor de mercadeo. Si eres el autor de la obra pero no quieres venderla, sirve como satisfacción personal.
Y ya, dejen de buscarle tres pies al gato.
Más que nada porque hay criterios objetivos como la coherencia, el ritmo, la amplitud del vocabulario, el uso apropiado de las figuras, etc. es decir, cuestiones de técnica que pueden señalarse de manera objetiva. Eso denota calidad.
Qué tanto guste, eso sí que es subjetivo y en realidad no es parámetro para determinar calidad.
De hecho, la calidad no se mide en qué tan profundo sea el mensaje o cuán atemporal nos parezca, puesto que esas son cuestiones que atañen a la visión geográfica, cultura y política del que interprete el mensaje. Ya lo expliqué en "personajes femeninos no recomendados como referente" en la sección de taller literario. Si el código moral, la circunstancia geográfica o política varían, la percepción del mensaje enviado, varía también. Menospreciando la calidad por razones ajenas a esta.
Ahora, también hay que apuntar que aun teniendo claro qué es calidad y como reconocerla, eso no significa que deba existir un sistema estandarizado que nos diga "Este libro tiene de calidad, 5", "Este otro tiene en calidad, 8"... por el solo hecho de que sería tan irrelevante como lo es ahora. Un número que sólo aportaría más pedantería a los snobs. Nada más.
No nos hagamos tontos, al día de hoy el publico medio sabe qué es de buena calidad y qué no.
Lo que tampoco implica que dejen de consumir la basura y se enfoquen por tanto en obras bien hechas. En todo casi, aún si existiera esta (vamos a llamarle) Calificación Estandar de Calidad o CEC emitida por una autoridad suprema y las editoriales tuvieran que imprimirlo en la portada de sus libros, ni asi, la gente dejaría de consumir mierdas.
No lo hacemos con los cigarros, con todo y las fotos de ratas muertas en las cajetillas, las campañas contra el cancer o la reducción de espacios para fumadores... la gente no lo hace con la Coca-cola, con las porquerías televisivas, el cine mediocre, con el reaggeton... y que nadie venga con la tontería de que no estamos conscientes de que estas y otras muchas cosas son de baja calidad. Porque lo estamos e igual las consumimos a gran escala.
Una CEC de referencia, en numero o en palabra, tendría el mismo destino: no cambiar nada.
Esto de la calidad es un secreto a voces; si una obra lo tiene o no es algo que todos sabemos, y por tanto, nadie dice. No hace ni falta decirlo. ¿Para que sirve entonces tenerla (la calidad)? Si vas a ser comerciante, por cuestiones de reputación, es un factor de mercadeo. Si eres el autor de la obra pero no quieres venderla, sirve como satisfacción personal.
Y ya, dejen de buscarle tres pies al gato.