08/05/2018 10:54 AM
Licordemanzana Wrote:Interesantes interrogantes  que creo que pueden ser mejor respondidos de abajo a arriba:
1) Creo que es algo necesariamente definitorio de lo literario; al menos en tanto que tradición. Como ya se mencionó en otro apartado, puede haber obras que esgriman el apelativo para intentar, o bien sumar a su obra algo de lo que carecía por pura colaboración del lector (lo cual supone un abuso de los presupuestos comunicativos que habría que justificar) o bien cambiar el propio concepto de qué es la literatura: aquí habrá que considerar si el cambio es de "primeros principios" o de consideraciones secundarias; en el primero de los casos actuar así supondría un robo del término, que dejaría fuera a la tradición, mientras en el segundo caso solo implicaría una ampliación de la definición. Omitir el principio de diálogo en literatura iría en la línea de robo del término. ¿Por qué?
2) Porque no es más paradójico hablar de diálogo en literatura de lo que lo es suponer que una obra se escribe para un destinatario, pese a que éste pueda no estar nunca en presencia del autor; y éste último pasa a segundo plano desde el momento en que se culmina la obra, y el diálogo se establece entre la propia obra y el lector, tampoco supondría un problema. Porque la comunicación se establece, en última instancia, entre representaciones: la representación que el destinatario se hace del emisor y viceversa, y por más que estemos acostumbrados a prestar atención a las manifestaciones más explícitas de dichos roles, pongamos en la alternancia de emisión de sonidos en lengua hablada, o de renglones de tinta en la escrita, o de líneas de bits en la digital, no por ello deja de ser cierto que el proceso ocurre en última instancia en el ámbito cognitivo de cada cual. Así, la lectura supone un diálogo entre el lector y la obra porque el fin comunicativo de alterar los conjuntos de representaciones del destinatario se da, y no se da de vez, con límites tan claros como el fin de un enunciado sonoro, sino que conforme la lectura avanza, el lector cambia o no, y ese cambio supone ya una "respuesta", un cambio de "protagonista" de la conversación que altera a su vez la relación con el libro, el cual "responderá" con nuevos párrafos, y esto supone un diálogo en última instancia, a mi entender.
3) Respecto de las formas de escribir más propensas al diálogo mmm diría que no es tanto una cuestión de "forma" como de "intención"; por lo pronto, por si acaso, te devuelvo la pregunta, ¿a qué te refieres con "forma de escribir"?
4) Por fin llegamos: desautoriza el diálogo porque ese tipo de planteamiento que pone el énfasis en que lo que es, es, y está bien como está, atenta directamente contra la generación de nuevas representaciones; desde esa aceptación, la única parte que tiene posibilidades de generar nuevas representaciones es el lector, pues lo que se desprende del texto es la intención de seguir en la misma tónica. Además, este tipo de intercambio supone que, de asumir el lector las nuevas representaciones que le pueda generar la lectura, a fin de continuar con la misma, tendrá que anclarse a su vez en esas representaciones ya formadas, lo cual deslegitima el proceso previo de adaptación al interlocutor... Es decir, supone un "diálogo tramposo" en el que bajo la pretensión de intercambio se enmascara que una de las partes está cómoda como está y solo aspira a que la otra acepte sus presupuestos, necesarios para la lectura, sirviéndose para ello de lo que la tradición ha establecido que se puede esperar de una obra literaria.
Ummm, no tengo claro que haya quedado cristalino  en fin, ante las dudas, a nuevas respuestas me remito 
Ostras
Licordemanzana Wrote:Es decir, supone un "diálogo tramposo" en el que bajo la pretensión de intercambio se enmascara que una de las partes está cómoda como está y solo aspira a que la otra acepte sus presupuestos, necesarios para la lectura, sirviéndose para ello de lo que la tradición ha establecido que se puede esperar de una obra literaria.Muy de acuerdo, en general, es una impresión que más de una vez he sentido también al leer (no me he leído el libro del que hablas, sólo me lo imagino mezclando un poco a Zola a la edad contemporánea, ¿voy bien encaminada?). Los libros que me han sugerido ese diálogo falacioso tenían una característica en común: el autor intentaba darte una impresión realista de unos personajes vacíos, de comportamiento no humano, simples instrumentos de su propio objetivo. Y eso me da arcadas :S
(Para info, este hilo nació de aquí: http://clasico.fantasitura.com/thread-1511-page-3.html)
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