19/05/2018 10:22 AM
Pues yo tengo dos casos en que primero miré la pelicula y luego leí los libros:
El primero es justamente el señor de los anillos. Alquile la pelicula en un videoclub cuando tenía entre ocho y diez años más o menos, y la verdad es que me fascino, ni sabia yo que se basaba en un libro, y seguramente eso hizo que la disfrutara aun más. Ya más crecidito, me leí el libro. Y me pareció incluso mejor que la película, ademas de que ya tenia una idea bien clara de como lucían los personajes, me gustó saber que se habia dejado en el tintero Peter Jackson al crear la trilogía. A los libros los termine leyendo dos veces, y cada tanto leo algun fragmento y me cuesta resistirme a seguir leyendo.
El segundo ejemplo es Milagros Inesperados. Miré la pelicula cuando tenía 15, o por ahí, y me gusto mucho. De nuevo no sabía que se basaba en un libro escrito por Stephen King. Cuando lo encontré, lo leí, y de nuevo me pareció genial, llenando en mi mente algunos grises que habían quedado.
Con El Hobbit me pasó lo contrario que a ti: leí primero los libros, y aunque miré las peliculas, éstas me asquearon con la cantidad de licencias creativas que se tomaron al crearla, agregando personajes por doquier (¡Tauriel, por el amor de Dios, Tauriel!, que personaje más malo). No me gustó ni siquiera Gandalf, y eso que es el mismo actor, jeje.
El primero es justamente el señor de los anillos. Alquile la pelicula en un videoclub cuando tenía entre ocho y diez años más o menos, y la verdad es que me fascino, ni sabia yo que se basaba en un libro, y seguramente eso hizo que la disfrutara aun más. Ya más crecidito, me leí el libro. Y me pareció incluso mejor que la película, ademas de que ya tenia una idea bien clara de como lucían los personajes, me gustó saber que se habia dejado en el tintero Peter Jackson al crear la trilogía. A los libros los termine leyendo dos veces, y cada tanto leo algun fragmento y me cuesta resistirme a seguir leyendo.
El segundo ejemplo es Milagros Inesperados. Miré la pelicula cuando tenía 15, o por ahí, y me gusto mucho. De nuevo no sabía que se basaba en un libro escrito por Stephen King. Cuando lo encontré, lo leí, y de nuevo me pareció genial, llenando en mi mente algunos grises que habían quedado.
Con El Hobbit me pasó lo contrario que a ti: leí primero los libros, y aunque miré las peliculas, éstas me asquearon con la cantidad de licencias creativas que se tomaron al crearla, agregando personajes por doquier (¡Tauriel, por el amor de Dios, Tauriel!, que personaje más malo). No me gustó ni siquiera Gandalf, y eso que es el mismo actor, jeje.
Viviendo a la sombra del destino.