05/06/2016 11:26 PM
Hola a todos, habitantes del mundo Ihbn. Vuelvo con un nuevo relato, aunque es más para terminar la idea que ya había comenzado hace tiempo pero que por alguna razón no quise terminar.
En fin, se trataba de un joven aventurero que decidió entrar en el gigantesco bosque pantanoso al que toda la gente de esa tierra temía, pero nadie sabía que había entre sus árboles; así, el joven empezó a escribir en su diario como era la gente que había encontrado, gente de la cual absolutamente nadie tenía idea de su existencia.
Para empezar (o para continuar), dejo la cita del primer fragmento que compartí hace mucho tiempo:
Ahora, pues viene la continuación:
Diario de bosque. Día nueve.
He estado varios días sin escribir ningún relato de mi aventura. Eso debe ser malo, no quiero que mi diario piense que estoy muerto. Y es más raro aún el hecho de tener que apoyarme en un diario para no sentirme solo en un bosque en el que habita gente, pero no puedo hacer contacto con ellos. He descubierto que son caníbales. Sí, me comerían, ya que se comen entre ellos y no a los venados o caballos salvajes que cazan.
Pero vayamos en orden. Estos días he anotado con rigurosidad la forma en la que estos hombres cazan. Efectivamente, lo hacen en el claro del bosque (que por cierto es mucho más grande de lo que creí). Escogen una manada de venados y primero los rodean sigilosamente. Parece que ese rodeo, mientras más cerrado es, más debilita a los animales. Entonces de pronto se abalanzan sobre ellos, los cuales corren en todas las direcciones posibles. Inmediatamente son perseguidos y al poco tiempo alcanzados. Sí, su magia se basa en el vínculo de sus cuerpos con la naturaleza; es por eso que van descalzos, para tener contacto con la tierra e indirectamente con la bestia que han elegido cazar. Para cuando estos hombres atrapan su presa, esta ya está muy débil y solo le rompen el cuello sin recibir oposición alguna. No sé si sea una magia que únicamente les sirva para este tipo de actividades o tenga otras variantes más poderosas, pero estoy dispuesto a descubrirlo.
Ahora sí hablemos de que son caníbales. Los seguí a su aldea después de la caza, claro que sigilosamente y de muy lejos. Pero pude notar que mediante un rito sacrifican a ciertas personas de su aldea. No sé las condiciones que tengan que tener para ofrecerse en sacrificio, pero sé que se los comen después del ritual. En cuanto a los venados o caballos salvajes que cazan, abren sus cuerpos, los destripan y se meten en sus cuerpos hasta el amanecer, bañándose en su sangre. He de suponer que este es el método mediante el cual adquieren su extraña magia muy diferente a la que se conoce fuera de este bosque. Cada vez se me hace mas claro que tiene más secretos, los cuales pienso revelar.
Este último fragmento trata más la magia que posee esta gente. La cual por cierto no tiene un nombre genérico ni gentilicio, por lo tanto estoy abierto a todo tipo de sugerencias (no olvidemos que es un mundo compartido). Otras cosas a las que le falta nombre es al personaje principal, el bosque, las aldeas y la civilización que la rodea. Para que se entienda mejor geográficamente he hecho un mapa (con la gran aplicación Inkarnate, dios), el cual posee tierras expandidas que se pueden aprovechar en esta trama.
Adjunto también una imagen de como me imagino yo el pantano del que hablo y el tipo de gente que tengo en mi cabeza (esta última foto es del juego diablo 3, jeje, muy buena ilustración).
Hago mención de que todas las ideas son bienvenidas en este bosque siempre que guarden relación con la temática, pronto se vienen nueva flora y fauna, trama del personaje y más conflictos para Ihbn. Espero no demorarme mucho y saludos !
En fin, se trataba de un joven aventurero que decidió entrar en el gigantesco bosque pantanoso al que toda la gente de esa tierra temía, pero nadie sabía que había entre sus árboles; así, el joven empezó a escribir en su diario como era la gente que había encontrado, gente de la cual absolutamente nadie tenía idea de su existencia.
Para empezar (o para continuar), dejo la cita del primer fragmento que compartí hace mucho tiempo:
(08/12/2015 07:16 PM)Queso Wrote: Las garras que siguen al ciego.
Diario de bosque. Día cinco.
Allá en las profundidades del bosque, donde la luz del sol no llega por la espesura de esos altísimos árboles que han crecido durante años, donde los ojos no ven más que el suelo sobre el que se está debido a la intensa niebla y donde el pasto se moja y se ensucia, e impide caminar. Aunque claro, ¿quién quisiera caminar en un pantano, que más bien parece el Hades de la naturaleza? Más aun a sabiendas de las terribles bestias que acechan en la blanca sombra, incluyéndonos.
Bueno, no exactamente incluyéndonos a nosotros, más bien hago referencia de una especie diferente a la nuestra, tal vez una que se perdió en el proceso evolutivo a lo largo de la historia; quién sabe, incluso nosotros podemos ser los que se perdieron. Durante todos mis viajes, jamás he visto un ser humanoide parecido a los que vi en esos pantanos; y hablo de ellos así porque, físicamente, nos llevan una cabeza y media de altura promedio y su piel tiene una coloración verde opaca leve.
Respecto a su cultura, la tradición tribal, típica de sociedades no civilizadas, es bastante notoria a simple vista, aunque no puedo profundizar en las características que tenga esta civilización. Cuando uno va sumergiéndose en el gigantesco pantano, más lejos incluso de donde empieza a abundar la niebla, se empiezan a notar altas antorchas clavadas en el suelo al borde de una delgada calzada principal mal hecha que gira en torno al pueblo de la tribu y de la cual se ramifican varios otros caminos, pero solo uno de ellos conduce al siguiente pueblo. Ya más cerca de la comuna, además de notar muchísimas más antorchas, se empiezan a oír tambores y sonidos bucales a cientos de ritmos diferentes, como si la gente estuviera todo el día de júbilo —aunque con ese ambiente oscuro, más bien pareciera que jamás se hace de día—.
No sé qué es lo que pase dentro de sus aldeas, mi temor me ha impedido aventurarme más allá de la calzada. Sin embargo, sí los he podido ver de cerca —así es como me cercioré de su raro aspecto físico—. Los he visto fuera un par de veces, y con eso concluyo en que salen continuamente a cazar venados y caballos salvajes, pero lo hacen de una forma bastante rara y emocionante. Los seguí a una zona del bosque que es clara y bastante amplia, parece que solo ellos la conocen. Primero localizan una manada desde lejos, y, en realidad, no hacen más que correr tras ellos. Cada uno caza un animal, así para el final de la caza todos regresan con un cuerpo a casa y solo huyen dos o tres venados. Pero el punto es, ¿cómo corren tan rápido? Es que no lo hacen. Corren a una velocidad rápida, pero tampoco mágica o sobrenatural. Lo mágico está en sus pisadas; pareciera que con cada pisada que da uno de esos seres, el animal al que ha previsto cazar se debilita. No estoy loco, se nota. Ellos poseen una magia extraña que se vincula con la naturaleza, algo muy diferente a lo que había visto en todos mis viajes, pues jamás vi a alguien poder hacer eso.
Ahora, pues viene la continuación:
Diario de bosque. Día nueve.
He estado varios días sin escribir ningún relato de mi aventura. Eso debe ser malo, no quiero que mi diario piense que estoy muerto. Y es más raro aún el hecho de tener que apoyarme en un diario para no sentirme solo en un bosque en el que habita gente, pero no puedo hacer contacto con ellos. He descubierto que son caníbales. Sí, me comerían, ya que se comen entre ellos y no a los venados o caballos salvajes que cazan.
Pero vayamos en orden. Estos días he anotado con rigurosidad la forma en la que estos hombres cazan. Efectivamente, lo hacen en el claro del bosque (que por cierto es mucho más grande de lo que creí). Escogen una manada de venados y primero los rodean sigilosamente. Parece que ese rodeo, mientras más cerrado es, más debilita a los animales. Entonces de pronto se abalanzan sobre ellos, los cuales corren en todas las direcciones posibles. Inmediatamente son perseguidos y al poco tiempo alcanzados. Sí, su magia se basa en el vínculo de sus cuerpos con la naturaleza; es por eso que van descalzos, para tener contacto con la tierra e indirectamente con la bestia que han elegido cazar. Para cuando estos hombres atrapan su presa, esta ya está muy débil y solo le rompen el cuello sin recibir oposición alguna. No sé si sea una magia que únicamente les sirva para este tipo de actividades o tenga otras variantes más poderosas, pero estoy dispuesto a descubrirlo.
Ahora sí hablemos de que son caníbales. Los seguí a su aldea después de la caza, claro que sigilosamente y de muy lejos. Pero pude notar que mediante un rito sacrifican a ciertas personas de su aldea. No sé las condiciones que tengan que tener para ofrecerse en sacrificio, pero sé que se los comen después del ritual. En cuanto a los venados o caballos salvajes que cazan, abren sus cuerpos, los destripan y se meten en sus cuerpos hasta el amanecer, bañándose en su sangre. He de suponer que este es el método mediante el cual adquieren su extraña magia muy diferente a la que se conoce fuera de este bosque. Cada vez se me hace mas claro que tiene más secretos, los cuales pienso revelar.
Este último fragmento trata más la magia que posee esta gente. La cual por cierto no tiene un nombre genérico ni gentilicio, por lo tanto estoy abierto a todo tipo de sugerencias (no olvidemos que es un mundo compartido). Otras cosas a las que le falta nombre es al personaje principal, el bosque, las aldeas y la civilización que la rodea. Para que se entienda mejor geográficamente he hecho un mapa (con la gran aplicación Inkarnate, dios), el cual posee tierras expandidas que se pueden aprovechar en esta trama.
Adjunto también una imagen de como me imagino yo el pantano del que hablo y el tipo de gente que tengo en mi cabeza (esta última foto es del juego diablo 3, jeje, muy buena ilustración).
Hago mención de que todas las ideas son bienvenidas en este bosque siempre que guarden relación con la temática, pronto se vienen nueva flora y fauna, trama del personaje y más conflictos para Ihbn. Espero no demorarme mucho y saludos !
"Hablo latín con Dios, italiano con los músicos, castellano con las damas, francés en la corte, alemán con los lacayos e inglés con mis caballos".
-Carlos I de España y V de Alemania.