23/01/2017 09:50 AM
Buenas a todos,
Saliéndonos un poco del tema del foro, se me ocurrió que podríamos poner aquí aquellos poetas, que, por uno u otro motivo, mas nos hayan marcado; y que, por una causa u otra, no sean tan conocidos. Así que sin más, aquí os dejo dos titanes de la lengua castellana:
Francisco Lopez Merino - Argentina 1904
Guillermo Fernandez - México
Saliéndonos un poco del tema del foro, se me ocurrió que podríamos poner aquí aquellos poetas, que, por uno u otro motivo, mas nos hayan marcado; y que, por una causa u otra, no sean tan conocidos. Así que sin más, aquí os dejo dos titanes de la lengua castellana:
Francisco Lopez Merino - Argentina 1904
Mis primas, los domingos...
Mis primas, los domingos, vienen a cortar rosas
y a pedirme algún libro de versos en francés.
Caminan sobre el césped del jardín, cortan flores,
y se van de la mano de Musset o Samain.
Aman las frases bellas y las mañanas claras.
Una estatua impasible las puede conmover.
Esperan la llegada de las tardes de otoño
porque, tras los cristales, todo de oro se ve...
Y vienen los domingos a cortar rosas. Saben
que el eco de sus voces para mí grato es.
Entre las hojas quedan sus risas armoniosas;
ellas seguramente se ríen sin saber.
Mis primas, cuando llueve, no vienen. Dulcemente
aparto los capullos que el viento hará caer;
hago un ramo con ellos y pongo bajo el ramo
un volumen de versos de Musset o Samain.
y a pedirme algún libro de versos en francés.
Caminan sobre el césped del jardín, cortan flores,
y se van de la mano de Musset o Samain.
Aman las frases bellas y las mañanas claras.
Una estatua impasible las puede conmover.
Esperan la llegada de las tardes de otoño
porque, tras los cristales, todo de oro se ve...
Y vienen los domingos a cortar rosas. Saben
que el eco de sus voces para mí grato es.
Entre las hojas quedan sus risas armoniosas;
ellas seguramente se ríen sin saber.
Mis primas, cuando llueve, no vienen. Dulcemente
aparto los capullos que el viento hará caer;
hago un ramo con ellos y pongo bajo el ramo
un volumen de versos de Musset o Samain.
Guillermo Fernandez - México
Ahora este silencio
¿En qué archipiélagos del día
anda la sombra de mi sombra?
¿Quién escribe el adiós,
quién ha partido de una ciudad que no conozco?
¿Quién pesa más en el agua:
tu nombre en el ala de un pájaro
o el pan de la tristeza?
Sucede que mi oído se desliza
por la curva infinita de la ausencia
como un rumor a la medida de tus pasos.
Estoy en el crucero de todos los caminos
plantando signos o árboles extraños,
escuchando el tatuaje del eco
que el viento trae como flor en los labios.
(Ya no sé si se ahoga la tarde o la espera;
si es tu paso el que cruza la llanura
o la sombra de una nube de verano.)
¿En qué archipiélagos del día
anda la sombra de mi sombra?
¿Quién escribe el adiós,
quién ha partido de una ciudad que no conozco?
¿Quién pesa más en el agua:
tu nombre en el ala de un pájaro
o el pan de la tristeza?
Sucede que mi oído se desliza
por la curva infinita de la ausencia
como un rumor a la medida de tus pasos.
Estoy en el crucero de todos los caminos
plantando signos o árboles extraños,
escuchando el tatuaje del eco
que el viento trae como flor en los labios.
(Ya no sé si se ahoga la tarde o la espera;
si es tu paso el que cruza la llanura
o la sombra de una nube de verano.)
Esta noche he aprendido tres palabras: Paso de Chicago