08/05/2018 07:41 AM
(This post was last modified: 08/05/2018 07:42 AM by Licordemanzana.)
(08/05/2018 05:49 AM)Baquevory Wrote: Jonathan Franzen... no lo he leído, pero tengo entendido que era amigo de Foster Wallace, hacia quien siento mucha admiración. La propuesta de la que hablas, de transformar las "pequeñas tragedias" en algo cotidiano, suena interesante; me recuerda a lo que, por ejemplo, hace Cela en La colmena. ¿Se te hizo aborrecible porque crees que no logra llevar a buen puerto su idea o porque personalmente no te gustó?
Oh, lo consigue. Atenta contra mi sensibilidad, pero lo consigue. Su propuesta me hace evocar la Nada de Fantasía, eso que engulle el sentido de la existencia no digo que no tenga mérito, pese a que su planteamiento suponga una denostación del propio concepto de mérito. Pero de lo que no hay duda es de que me produjo una emoción poderosa, la más negativa que he experimentado leyendo, pero poderosa al fin y al cabo. Lo interesante es que produjo esa emoción por esgrimir un paradigma de complicidad con lo escrito/descrito; a diferencia de Cela, en cuya novela se aprecia un distanciamiento entre el autor y la cotidianeidad de la que habla, o al menos una "redención" de la misma, en la obra de Franzen lo que yo percibí era "acuerdo" con lo escrito: normalidad en todos los niveles, una propuesta de "es así y está bien"; de este modo, era una barrera al "más allá" de las realidades plasmadas.
¿Tiene todo esto interés en sí mismo? Quizá, pero si lo tiene en sí mismo no lo tiene, desde mi perspectiva, como obra literaria en su vertiente de diálogo escritor-lector, porque esa forma de escribir (así lo siento, al menos) desautoriza el diálogo; es como escuchar a alguien que solo habla para sí mismo. Arrrggg, como ejercicio/experimento puede tener todo el valor del mundo; como diálogo, no; no conmigo al menos
"Angels can fly because they take themselves lightly."
"To be educated means to be able to play gracefully with ideas."
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